IX

8 1 0
                                    

Al despertar vi que mi celular tenia varias notificaciones. Y todas eran de un numero desconocido:

Hola
Estas bien?
Como te sientes?
Que paso?

No tenia ni la mas remota idea de quien era, asi que me atrevi a preguntar:

Perdon, ¿Quién eres?

Y al instante me contesto:

Nathan. ¿Por qué te fuiste temprano?

-Me siento mal... ¿Como conseguiste mi numero?

Fue facil. Larga historia. ¿Necesitas algo?

-No gracias, faltare unos dias a clase. La maestra ya me dio los apuntes y tareas. Te veo luego.

Chau, descansa y que te mejores

Valla, no tenia ni la mas remota idea de como diablos habia conseguido mi numero, pero lo consiguio. Estaba impresionado. Me habia ido una semana para no verlo y ahora me encontraba pensando en él.
Sus ojos azules, su pelo tan negro como la noche y su tez tan blanca como...
No.
No.
No.
Tengo que dejar de pensar en él.

~*~

Los siguientes dias prosiguieron normal y no recibi ningun mensaje de él, lo cusl era un alivio pero a la vez me causaba una sensacion rara en el estomago, asi que decidi quedarme un dia mas sin clases. No me costaria trabajo reponerlas, soy muy inteligente.
Pero ese dia que me quede en casa, me dolio mucho la panza, asi qye decidi ir al médico.
Y claro, tenia una infeccion por nervios y tenia que tomar noseque medicinas cada nosecuantas horas.
Y tras otra semana, decidi regresar al colegio.

SecretosDonde viven las historias. Descúbrelo ahora