✨AllxSteve✨

ScarletShield🍒✨

La pelirroja acarició con dulzura el cabello de su Capitán. Sonrió viéndole dormitar, era una imagen adorable digna de apreciar. Estuvieron hablando hasta que él cayó dormido en sus piernas, hubiera sido lindo ver ese rostro terso limpio sin ninguna lágrima, pero los sucesos pasados y la ruptura de su relación con Tony Stark le quebró el corazón dejando al rubio con menos brillo.

Desde que lo conoció se enamoró del mayor, ¿Cómo no hacerlo? Es un ser dulce, recto, ese hombre que sin dudarlo los ayudo y creyó en ellos, los protegió de sus amigos cuando quisieron hacerles daño. Con todo esto, fue inevitable caer presa de esos ojos y personalidad. Traidor o no, ya nada importaba, solo que tenía el camino finalmente libre para ser feliz, para ser felices juntos después de todas las desgracias que han vivido. Pietro, Civil War, Tony Stark, Vengadores, Shield, gobierno, caza, todo.

Sonrió limpiando una lágrima que escapó del ojo cerrado y cansado de su amor. Ambos crearán una historia juntos.

Beso su frente, después sus labios. Para al final, mover sus manos y activar su poder escarlata.

—Dulces sueños Steve, pronto olvidarás todo lo que te afecta, todo lo que te lástima, para ti nada de esto ocurrió, no hubo guerra, no hubo pelea, no hubo vengadores, solo felicidad junto a mi y los renegados, nada más que eso cielo. Nada más que eso...

Pronto la voz de Wanda se volvió un susurro lejano, las cosas empezaban a cambiar. Ya nada era igual después de sus palabras.

•••

—Hola querida.

—Oh querido, has llegado.

La hermosa dama llegó hasta su esposo que llegaba del agotador trabajo. Lo ayudo con su portafolios, saco y el sombrero. Acomodo su cabello, este se dejó hacer con una sonrisita deslumbrante. Wanda era la esposa más encantadora del mundo, siempre tan atenta y cariñosa.

—Te ves tan preciosa como siempre amor—tomo la delicada mano y la hizo girar ondeando el floreado vestido. La atrapó en sus brazos, sus miradas conectaron sintiendo esa chispa especial que jamás fallecería.—te tengo.

—Me tienes—rió uniendo sus labios en un ansiado beso. Tan dulce como las fresas. Definitivamente Steve es increíble, nunca podría cansarse de él. ¿Cómo dejarlo, cómo abandonarlo, cómo acabar todo lo hermoso que tenían?—te amo esposo mío.

—Y yo a ti esposa mía—sonrió verdaderamente feliz. Acunó las mejillas de la pelirroja, besando la punta de su nariz.—por cierto Wanda, los chicos vendrán en este instante.

—¡Oh!—hizo una “o” con sus labios.—¡Entonces tengo que preparar la comida!—corrió a la cocina. Traspaso la puerta rápidamente para comenzar a preparar las cosas.

—¡Yo te ayudare linda!—canturreó siguiéndola.

—Siempre tan atento.

Justo como lo dijo su amado rubio de ojos azules. Unos minutos más tarde la visita llegó, Sam, los esposos Natasha y James y por último Clint, lastimosamente para el primero y el último no encontró una pareja ideal. Gracias a sus poderes y al súper soldado pudo terminar, aunque con algunos contratiempos.

—Mi esposa y sus platos voladores—rió divertido.

—Mi esposo y sus ágiles manos.

Esto provocó la risa de los presentes.

—¡Buenas! Espero no haber llegado tarde y perderme la cena—por la puerta entró su querido hermano Pietro, el platinado venía bien peinado con su estilo único de vestir. Con su misma sonrisa, idéntico rostro y sobre todo, vivo.—huele delicioso.

Y así se sentó al lado de Clint que juntos comenzaron una conversación a la que se unieron los demás. Wanda observaba su azaña, estaba tan tranquila allí, rodeada de su familia. Paz, demasiada paz en su mundo de fantasía, ese que creo para que todos a los que rechazaron y encarcelaron vivieran de forma sana y sin demonios tras su espalda. Steve su pareja, Pietro su hermano, sus cuñados Sam y Bucky, su querida amiga Natasha, ellos eran su mundo y odiaría perderlos.

Pero, ¿Podrá esto perdurar para siempre?