Capitulo 7

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Narrador omnisciente.

-¿Entonces, no recuerdas nada? -cuestiono el peliplata a la chica de 21 años que tenía frente a él, quería saber si recordaba algo mas después de que cayo del árbol.

-Solo recuerdo que me caí de un árbol Kakashi, no recuerdo nada después de eso- respondió con algo de fastidio, pues ya le había dicho lo mismo como unas cuatro veces.

-¿Tampoco recuerdas cuando fuimos a tu dimensión?

-Por supuesto que sí, como olvidar cuando perfore tu preciado libro- sonrió con burla.

-Maldita mocosa.

La chica había despertado esa mañana en casa del Nara, pero no era muy consciente del lugar en el que se encontraba, ya que al parecer estaba sola, y es que el chico había salido de misión un día antes junto con su equipo a una pequeña aldea vecina que necesitaba de la ayuda de Konoha.

-¿Puedo retirarme? -puso sus manos en sus rodillas estrujándolas un poco, la chica aun no procesaba que estuviese ahí y eso que ya llevaba algunos días ahí, no tenía ni un poco de sentido, creía que era un sueño, pero al sentir dolor en sus dedos por la fuerza que estaba ejerciendo en sus rodillas en ese momento se dio cuenta que todo era real.

-Te acompañare por la aldea un instante, tengo demasiado papeleo- la chica examino unos momentos la habitación y dejo salir un pequeño silbido.

-Podría quedarme aquí y ayudarle sexto hokage- ofreció, realmente quería salir, pero quedarse ahí molestando al Hatake le parecía mejor idea, aunque estaba segura de que no lo molestaría demasiado, se sentía cansada puesto que apenas llego a su edad adolescente Kakashi había insistido en que entrenara para que pudiera tener chakra y no quedar inconsciente por la falta de este, había dormido plácidamente pero su cuerpo se sentía algo molido.

-Como quieras- finalizo, después de eso el sexto le explico lo que debían hacer, lo cual no era tan complicado, ya que solo era organizar y firmar, que claramente solo el hokage podía firmar.

-¿Por qué teñiste tu pelo? – cuestiono el hombre a la chica que estaba concentrada organizando y leyendo los documentos y sin levantar la vista respondió.

-Mmm realmente fue un arranque de locura- la chica traía alguno mechones de color azul- todo sucedió una noche en la que salí con mis amigos he íbamos haciendo estupideces por la calle y de la nada uno de ellos dijo "unas carreras de aquí al restaurante de don Armando" y nadie nos negamos, pero había una apuesta de por medio, se debería de teñir el pelo el último que llegara y pues veme aquí con el pelo teñido de azul.

-¿Cómo es posible que llegaras en último lugar? -la chica soltó una risita y despego su vista de los papeles.

-Me tropecé mi estimado Kakas, digo hokage-sama- se burló un poco, el mencionado solo presiono sus dedos en su tabique.

Siguieron con lo que hacían, a veces entraban ninjas que llegaban de misiones o que fueron llamados por el hokage para que realizaran alguna, se llegó la hora de la comida y decidieron dejar las cosas y salir a comer.

-Siento que fallezco- dramatizo la chica de cabello castaño y azul- por cierto, ¿no es extraño para la demás gente que este usando ropa diferente a la que están acostumbrados a ver? -rasco su brazo en señal de incomodidad por las miradas que estaba recibiendo de las personas y es que esa mañana había llegado finalmente a su edad actual y por algunas razones apareció con ropa de su dimensión.

-Quizá deba darte algo de dinero para que compres un par de cambios- volteo a ver a la chica, esta llevaba vistiendo un short de mezclilla en algunas partes se miraba algo decolorado, además de llevar una blusa de tirantes de color negro, una gabardina de gasa de color blanca y de zapatos llevaba unos tenis converse, si, probablemente no encajaba demasiado en el lugar.

Poco tiempo después escucharon que alguien gritaba el nombre del peliplata, ambos pararon y voltearon un poco.

-¡Kakashi-sensei! -exclamaba el rubio moviendo de manera algo efusiva su brazo.

-No jodas- soltó la chica de la nada- ¿ese es Naruto?, joder, ya puedo morir en paz- cruzo sus brazos sobre su pecho he hizo que caía hacia atrás.

-Al fin lo encuentro- llego el chico donde ellos.

-¿Para que me necesitabas? -el Hatake metió sus manos en los bolsillos de su pantalón.

-Quería salir de misión sensei- declaro el rubio.

-No sé si haya una misión que te pueda asignar en estos momentos- el chico se desilusiono un poco.

-No seas tan duro con el Kakas- hablo la chica llamando la atención del Uzumaki- mire una misión de ser guardaespaldas de una señora que es mujer de un señor feudal o un constructor, no recuerdo- se llevo la mano al mentón tratando de recordar- en fin, creo que eso te podría interesar Naruto.

-Si por supuesto dattebayo- pero luego el chico se dio cuenta de algo- ¿Quién eres tú? -alzo una ceja he hizo una mueca con su boca mientras analizaba a la chica, podría parecer extraño, pero habían tratado de todas las maneras posibles para que nadie más mirara a Sam, pero esa vez el ninja rubio ya no tan revoltoso se había enterado de la chica- no pareces ser de aquí- puso sus brazos en jarra.

-Ella se quedará un tiempo en la aldea Naruto, por razones que no puedes saber en este momento- explico el sexto.

-¿Cómo te llamas? -pregunto el ojiazul poniendo su mirada en la chica.

-Me llamo Samantha, pero dime Sam- sonrió un poco.

-Es un nombre algo extraño, pero lindo- sonrió en grande el Uzumaki- ¿entonces si me dará la misión que menciono Sam-chan? -pregunto con la emoción con la que inicialmente llego.

El hombre solo suspiro y asintió- pero tendrás que llevar a alguien contigo por si necesitas ayuda- sentencio.

-Peeero senseiii- se quejó- no hay nadie disponible, algunos están de misión y otros entrenado.

-¿Lo puedo acompañar sexto? -volteo su mirada hacia el peliplata que estaba a su lado.

-No es buena idea Sam, es peligroso, teniendo en cuenta... -se quedo en silencio ya que el Uzumaki estaba atento a la conversación.

-No pasara nada Kakashi sensei dattebayo, apuesto a que Sam-chan sabe defenderse bien- puso sus brazos detrás de su cabeza mientras se balanceaba sobre sus pies.

-Por favoooor Kakashi- suplico la chica poniendo sus manos en oración, el hombre sabia que no era gran idea, no sabia tanto de la chica, además de que podían encontrarse con gente peligrosa que quisiera dañar a la señora, esposa de un constructor de la aldea Sawara, que se encontraba a unas 3 horas de la aldea de la hoja.

Pero también tomaba en cuenta que la chica había estado entrenando un poco para producir chakra y además era capaz de dar pelea.

Los chicos aun estaban suplicando y dando razones de porque la chica bicolor debía ir, pero eso no quitaba el hecho de que ¿y si le pasaba algo?, pero tampoco puede ir Naruto solo, soltó un largo suspiro, quizá se arrepienta si a la chica le sucede algo, además debía pensar en alguna mentira cuando el Nara regresara de la misión a la que había salido el día anterior.

-Me voy a arrepentir- murmuro bajo- bien Sam, iras con una condición- ambos chicos festejaron un poco, pero se tranquilizaron para escuchar la condición que pondría el Hatake- deberán llevar a Pakkkun con ustedes y si surge alguna emergencia él pueda regresar lo antes posible a dar el comunicado- hizo algunas poses de manos y después puso su mano en el suelo creando una pequeña nube de humo, ya esparcido el humo se miro al pequeño perro marrón.

-Que hay- saludo, la chica rápidamente se agacho para acariciarlo.

-Aaah eres tan malditamente lindooo- exclamaba efusiva, algunas personas que caminaban por ahí la miraban algo raro, pero no le importo.

-Tanto tiempo sin verla señorita- dijo el perro.

-Digo lo mismo- cerro los ojos mientras sonreía.

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Holaaas, se que me había desaparecido, pero es que la escuela absorbe mi tiempo, alma y a veces también las ganas de escribir, espero les guste el cap, nos vemos luego personas bellas, byets.

Entre dimensiones [Nara Shikamaru]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora