*A Whole New World*

217 14 5
                                    

-AU Krexie-
Soft

Era una hermosa noche.
El canto de los grillos acompañaban el intenso calor que en el reino de Agrabah acontecía día y noche por igual.

La luna estaba en su más alta posición e iluminaba con alegría el enorme balcón del palacio. Balcón perteneciente al príncipe, quien se encontraba con un semblante triste y molesto debido a los acontecimientos de hace un rato en el salón del trono.

A sus pies descansaba su mascota, un tigre llamado Lugg, su amada mascota y de su hermana. Su hermana Aja, quien hacia un tiempo se había casado y mudado al reino de Shirabah con su rey. Por las cartas que él y su madre recibían, ella amaba su vida allá.

Eso le alegraba, al menos ella podía estar en paz, viviendo en un matrimonio basado en amor. No como él. Desde que su padre murió misteriosamente años atrás, su madre había quedado sola con él y su hermana a su cuidado; lastimosamente, su madre ya estaba mayor y sin un rey a su lado no podía dirigir el reino. Entonces, como el único hijo varón, era su deber casarse antes de cumplir la mayoría de edad y convertirse en sultán.

Pero este tipo de cosas no debían apresurarse. El atarte a una persona para toda la vida no debería ser tomada a la ligera. Pero no tenía opción.

Al menos tenía la esperanza de que sus pretendientes valieran la pena, pero no fue así.
Las mujeres no eran del todo sinceras, solo se interesaban por su dinero y el título de sultán que conllevaba la boda; y los hombres, bueno...todos ellos eran unos engreídos y tercos.

Así pues, el príncipe no tenía razón alguna para sonreír esa noche, y no solo por lo anterior, sino también por lo ocurrido hace unos días. Él creyó haber encontrado un amigo esa noche en el bazar, pero por su culpa la vida del joven no había sido perdonada.

Al menos después de esto, las cosas no podían empeorar.

-Príncipe Krel, ¿Está ahí?-

-¿Quién es?- y lo más importante, ¿Cómo llegó a su cuarto desde su balcón?

-Soy yo, el príncipe Doux...- se corrigió al instante. -El príncipe Hisirdux Ambrosius- fingió seguridad en su voz.

El principe escuchó la voz del joven que llegó esa mañana, con un gran show que encantó a toda la gente, mostrando sus joyas y riquezas. Como odiaba a los egocéntricos.

-Yo no deseo verlo- dijo para cerrar las cortinas y dirigirse nuevamente a sus aposentos.

Ante esto, el joven pelinegro actuó rápido para enmendar lo ocurrido. -No, príncipe por favor, espere-

-Déjame en paz-

-Pero, quisiera explicarte que, wow...oye gatito tranquilo- el chico de ojos miel no llegó a completar su disculpa, pues el enorme tigre del príncipe lo interceptó.

Rayos, él también tenía un felino, pero su gato Archie era menos espeluznante que esa bestia.

-¿Y cómo va nuestro pequeño galán?- preguntó el genio al oscuro felino, quien solo lo miró fijo. -¿Crees que esto va a funcionar?-

-Creo que está muriendo allá arriba, Toby- dijo Archie segundos después.

-¿Sabes?, pensé que Douxie sería mejor en eso del coqueteo, pero veo que el príncipe no es nada fácil- susurró Zoe, tratando de no reir.

"Historias gay, para gente gay...Y no gay"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora