x Ultraviolence x

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Catradora
Contenido sad

Otro golpe fue bloqueado por ella.
Trató de devolvérselo, pero solo se ganó una golpiza que causó que su nariz volviera a sangrar.

Se encontraban ellas dos solas, luchando.
¿Cuántas veces habían repetido esa escena?
Desde que ella había aceptado esa farsa de ser una princesa guerrera, salvadora de los que antes concideraba enemigos, la había dejado de lado.
La habia abandonado.

Así que ahí estaba ella, nuevamente.
Tratando de frustrar cuales fueran los planes de su amiga.
Ni siquiera ella sabía porque se molestaba en pelear.
¿Ganaría algo?
¿Recibiría reconocimiento?
¿Tendría de vuelta el amor de Adora?

Ella solía llamarme BD
Eso significaba BellaDona
Porque yo estaba llena de veneno
Pero bendecida con belleza y rabia
Ella me pegaba y se sentía como un beso
Ella me trajo de vuelta
Me recordó a cuando éramos niñas

-¿Qué hay Adora?-
Ese saludo ya estaba siendo costumbre de parte de ambas y para ser sincera, era la conversación más cercana que compartía aún con la rubia.
Desde que Adora se fue en busca de su destino, Carta se sintió sola. La dejó para valerse por si misma.

"Siempre estaré ahí para protegerte, seguiremos juntas"
"¿Lo prometes?"
Las promesas son las esperanzas más falsas que un corazón puede darle a otro, y eso lo aprendió por las malas.

Logró quitarle su amada espada, sin ella las cosas eran un poco más justas.
Adora estaba exhausta y de eso Catra tomaría provecho.

Con su ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia

-Catra, no debes hacer esto- escuchó decir a la contraria.
-Después de todo esto, ¿aun quieres decirme que hacer?-
Estaba cansada de solo recibir órdenes, por primera vez quería ser la autora de sus decisiones. Quería ser especial por sus propios méritos, ya que toda su vida había sido la segunda en todo.
Todos siempre se empeñaban en recordarle que Adora era la especial, pero por más que ella lo intentara, seguía siendo un cero a la izquierda.

La rubia no se rendía tan fácil, pero eso ya lo conocía. Eso era una de las cosas que Catra amaba de ella.

A pesar de las circunstancias, los toques fuertes que recibía de su compañera eran suaves. Le hacian sentir una corriente de emociones que extrañaba desde hace tiempo.

Puedo oír sirenas, sirenas
Ella me pegó y se sintió como un beso
Puedo oír violines, violines
Dame toda esa ultra violencia

Cuando menos lo esperó, tenía a Adora luchando por no caer desde una peligrosa altura.
-Catra, por favor- suplicaba al ver como la mitad felina amenazaba con hacerla caer.
-Únete a mi y luchemos juntas, como antes-

-¿Cómo antes?-
"¿Cuándo siempre me opacabas?"
-Ya nada será como antes-

-Claro que puede serlo, si me ayudas-

Pero ella era la que siempre daba su brazo a torcer. Catra siempre hacia lo que Adora le pedía y por una vez, ella deseaba que fuera distinto.
-¿Y no has pensado que eso no es lo que quiero?-

Adora no apartaba su mirada suplicante de su amiga, tratando de sostenerse con las últimas fuerzas que le quedaban.
-¿Y qué es lo que quieres?-

¿Que quería?
Solo comprensión.
De parte de la persona que ama.
De parte de la única persona que nunca se había apartado de su lado...hasta ahora.

Pero si esta era la única forma de llamar su atención, de ser alguien importante, entonces seguiría avanzando por ese camino.

Ella solía llamarme Veneno
Como si yo fuera Hiedra Venenosa
Podría haber muerto ahí mismo
Porque ella estaba justo a mi lado
Ella me levantó
Ella me lastimó, pero se sintió como amor verdadero
Ella me enseñó que
Amarla nunca sería suficiente

-Creo que tienes asuntos más importantes que atender-
Sacó sus garras y dio un zarpaso al brazo izquierdo de Adora; con ello, dejó a la chica colgando literalmente de un hilo.

Iría despacio, pues sabia que no había manera de que ella lograra salir de esta.

Pateó uno por uno los dedos de la mano que sostenía a la rubia, escuchando sonidos lastimero provenir de sus labios.

-¿Por qué no me lanzas de una vez?-

-¿Qué tiene de divertido eso?-

Con su ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia

Cuando estaba a punto de darle un último zarpaso, se detuvo de golpe, ganándose un gesto de confusión por parte de su compañera.

Se detuvo en seco y solo obervaba los ojos azules de Adora.
Eran brillantes, igual o más que la espada a unos metros de ella.

Pasó su mano por rostro en un gesto de frustración y soltó una pequeña risa agria.

Puedo oír sirenas, sirenas
Ella me pegó y se sintió como un beso
Puedo oír violines, violines
Dame toda esa ultra violencia

A este paso terminaría ganándose su odio, no su cariño; aunque, a decir verdad ya no tenía muy clara la diferencia entre ambos conceptos.

Adora huyó con unos completos desconocidos que la hicieron dudar de cual era su bando con solo un par de mentiras.
Pero si quería ganarse su amor...no, mejor dicho su respeto, le haría ver que ella era tan capaz de luchar como la rubia.

Podríamos volver a Nueva York
Amarte era realmente difícil
Podríamos volver a Woodstock
Donde no saben quiénes somos
El paraíso está en la Tierra
Haría cualquier cosa por ti, amor
Bendita sea esta unión
Llorando lágrimas de oro, como una limonada

Catra tiró la espada a una distancia adecuada para que Adora pudiera tomarla.
Ella estaría bien.
Pero por mientras, ella aún tenía algunos asuntos que resolver.

La conversación quedaba pendiente, por supuesto. Sin embargo, ya se encontrarían de nuevo para terminarla.

-Nos vemos pronto, Adora-
Elevó su mano para despedirse, pero en ningún momento dirigió su mirada a la rubia.

Con su ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia
Ultra violencia

Puedo oír sirenas, sirenas
Ella me pegó y se sintió como un beso
Puedo oír violines, violines
Dame toda esa ultra violencia

"Historias gay, para gente gay...Y no gay"Donde viven las historias. Descúbrelo ahora