3 - ¡El arte es la explosión!

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****** Pausa para apreciar la belleza de la imagen de la multimedia. ******

Imagínenla con ojos negros. Acabo de enamorarme de una imagen.

Continuando....

Algunos días habían pasado y como ella no estaba completamente lista para misiones, Tobi, una persona que a vista de casi todos era un infantil, quedó a cargo de ella hasta que ella alcanzara un gran nivel.

Aguantar a Orochimaru había sido la peor parte, el tipo había tratado de hacerla despertar el mangekyo, al no lograrlo había tratado de poseer el cuerpo de Itachi y al no lograrlo trató de conseguir el de ella, pero Itachi lo había impedido y al final la serpiente había desertado de la organización.

Si ella hubiera estado lista para entonces, habría sido la nueva pareja de equipo de Sasori, el marionetista, pero como no estaba le dieron a Itachi y Kisame la misión de ir a buscar a un ninja desertor de la aldea de la roca. Cansada de solo estar encerrada en la gran casa, molestó al líder hasta que dejó que acompañe al dúo.

A pesar de su poca experiencia, su capacidad como ninja sensor y su furtividad le habían valido mucho puntos para esta misión, y al final en vez de que Itachi venza al rubio con su genjutsu, otra cosa totalmente inusitada había hecho que el rubio explosivo se junte a la organización.

- ¡Qué escultura maravillosa! – Hayame había dicho al llegar al local donde el rubio se encontraba. - ¿Qué más puedes hacer? – Demostró curiosidad haciendo que el orgullo del rubio subiera por las nubes.

- Vamos afuera y te mostraré. – El rubio salió seguida de la pelirroja. Después de unas demostraciones de su arcilla explosiva, Hayame aplaudió y lo elogió.

- ¡Genial, eso es arte! – Había dado en el clavo, ahora el rubio haría cualquier cosa que ella pidiera.

- ¡Por fin alguien que sabe el verdadero significado de arte! – Sonrió orgulloso. - ¿Cómo te llamas?

- Soy Hayame Uchiha. – Dijo con una gran sonrisa. - ¿Y tú eres?

- Deidara. – Respondió tranquilo.

- Dime, Deidara-kun. ¿Te parece unirte a nuestra organización? – Hayame preguntó inocentemente con una sonrisa. – Tenemos un artista, pero nada se compara con tu arte. Necesitamos tu arte en Akatsuki.

- ¿Eres de Akatsuki? – El rubio preguntó incrédulo, la chica seguramente era más joven que él y no parecía ni un poco con lo que describían de esa organización.

- Sí, normalmente no me gusta usar el manto, no me deja moverme libremente. – En ningún momento dejó de sonreír y en ese momento Itachi y Kisame decidieron hacer su aparición.

- ¿Ya lo lograste? – Itachi preguntó.

- Ah, mira Itachi-kun, ¿viste su arte? ¡Es maravillosa! – Hayame dijo e Itachi la miró con una cara de "sé lo que estás haciendo."

- ¿Lo que ella dice es verdad? – Deidara pregunto. – Lo de unirme a Akatsuki.

- Sí. – Itachi respondió y luego le contó el propósito de la organización.

- Si puedo utilizar mi arte libremente, poco me importa el objetivo de esa organización. – Deidara dijo. – Y más aún si en esa organización existe alguien con tan buenos gustos como esta chica. – Deidara le sonríe a Hayame que le devuelve la sonrisa.

- ¿Entonces te unirás? – La pelirroja pregunta.

- Sí, solo voy por mis cosas. – Deidara salió para buscar sus cosas.

- Eres una maldita manipuladora. – Itachi dijo una vez que Deidara estaba lejos lo suficiente para no escucharlo. – Solo no sé cómo recaudaste la información necesaria para manipularlo tan rápido.

- Tengo mis secretos. – Hayame le dedicó una sonrisa traviesa. Pronto Deidara volvió.

- Estoy listo.

- Entonces, vamos. – La pelirroja dijo mirando a Itachi que estaba pensativo.

- Ponte el manto, Hayame. – Ordenó con voz neutra, algo en la forma que lo dijo dejó en claro que no aceptaría un no como respuesta, por lo cual la chica le hizo caso.

Decir que el encuentro entre los dos artista fue el mejor sería mentir, pero a pesar de las divergencias de opiniones Deidara aceptó su pareja de equipo diciendo que mientras pueda utilizar sus explosiones se quedaría.

Desde ese día, siempre que Itachi no estaba e misión entrenaba con Hayame; nadie le había pedido, él simplemente dijo que ella necesitaba mejorar las técnicas del clan y se auto tituló el sensei de la pelirroja.

Tres años se habían pasado desde que se unió a Akatsuki y ella ni siquiera tuvo que esforzarse en acercarse a Itachi, el mismo se acercó a ella. Ese día en específico, la pelirroja podía sentir la frustración y dolor que Itachi sentía, a pesar de que no demostraba nada a través de la máscara que había creado.

Con el tiempo, Hayame aprendió que su poder de sensor le servía no solo para identificar a las personas, sino también sus emociones. No le había contado a nadie y aún estaba trabajando para mejorarlo. Los golpes de espada del pelinegro eran rápidos y brutos, como si estuviera combatiendo con un enemigo y estuviera descargando todo lo que le estaba pesando.

La persona que más le costaba sentir era el Uchiha, era muy confuso, pero hoy esas dos emociones, frustración y dolor, eran muy palpables. Perdida en sus pensamientos no se dio cuenta de los movimientos del pelinegro y terminó en el suelo con un corte en la mejilla. Por primera vez desde que conoció a Itachi, lo vio sin su máscara de neutralidad.

- L-lo siento. – Dijo dejando su katana en el suelo y acercándose a ella. Se agachó a su altura y puso una de sus manos en el rostro de Hayame. - ¿Estás bien?

- Creo que yo debería hacer esa pregunta. – Hayame le dijo en un susurro y puso su mano sobre la del pelinegro. – Solo fue un corte superficial, no es como si fuera a morir desangrada. – Sonrió delicadamente.

- ¿Desde cuándo lo tienes? – Itachi preguntó observando los ojos de Hayame; esta lo miró con confusión. – El Mangekyo.

- ¿Está activo? – Preguntó incrédula. – Que raro, nunca perdí el control sobre este como para activarlo. – Itachi la siguió mirando esperando respuesta. – Desde la muerte de mis padres.

- ¿Pensabas algún día contarme? – El pelinegro preguntó sentándose en su frente.

- Tal vez, pero por favor, no le cuentes a nadie, van a querer que lo utilice y no quiero utilizarlo. – Se acomodó frente a Itachi.

- ¿Qué jutsus te otorgó? – Preguntó con curiosidad aparente en su voz.

- No lo sé. – Dijo con sinceridad. – Nunca lo utilicé, ni siquiera sé cómo hacerlo. – Los dos quedaron en silencio mirándose hasta que fueron interrumpidos por una explosión y un grito.

- ¡El arte es la explosión!

- Aaaah. – Hayame se quejó sabiendo que una nueva pelea sobre el arte se avecinaba.

 – Hayame se quejó sabiendo que una nueva pelea sobre el arte se avecinaba

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24/09/2021

Romper el Ciclo (ItachixOc) (Español) [PAUSADA]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora