Capítulo 5.

19 3 0
                                    


Los quejidos se escuchaban por todo el lugar, era fácil adivinar por dónde estaba, el lugar dónde nos encontrábamos hacía mucho eco, quería tranquilizar mi respiración pero no podía, estaba muy cansada de tanto escapar de él, sólo quería regresar a mi casa para ver a mi hermana y poder darle ese beso de bienvenida y un abrazo y también escuchar el canto de mi amigo, las lágrimas salían solas y yo ya no podía, caí de rodillas mientras veía los ventanales, eran casi las cuatro o cinco de la madrugada. Luego revisé mi cuerpo, lleno de raspones, golpes y quemaduras; ¿Qué hice mal para acabar así? Sólo iba directo a mi casa y ya, no hice nada, sólo caminaba tranquila en las calles solitarias.

Se escuchaban sus pasos cerca, me puse en alerta y volteé hacía la izquierda, mala idea; ahí estaba y ya era tarde por qué ya me había visto, me levanté rápido y me fui a la derecha pero mis piernas ya no lo lograron porque se me habían dormido por la postura en la que estaba anteriormente, caí y simplemente me rendí. Venía directo hacía mí, me sostenía de mis antebrazos y lo vi enfrente mío.

Dios, te juro que no hice nada, sólo... sólo quiero irme a casa... por favor.mi voz se quebró, cerré los ojos con fuerza.

─ No te preocupes, estarás en casa en tan poco tiempo, pero me debes de responder mis preguntas y con eso serás libre, pero antes, necesito que te calles y no digas quién fue el culpable de tus próximos traumas, ¿entendido?.─ el chico tomó mi barbilla y la acarició con tranquilidad, abrí los ojos viendo su rostro, nunca lo olvidaré...

El chico se puso de cuclillas para estar a mi altura, dejó un lado su mazo para tomar mi muñeca y no soltarla, volteaba a todas partes buscando alguna arma pero fue inútil y el mazo era demasiado grande para mi.

─ Ahora dime, ¿Quién estaba en esa fiesta?.─ preguntó con tranquilidad mientras colocaba su otra mano en mi hombro.

─ Y-yo, no lo sé... eran demasiadas personas y no me s-sé sus nombres...─ dije con verdad, no entendía el porqué estaba preguntando eso.

─ No, no, no, no y no pequeña, la respuesta es... incorrecta.─ finalizó para proceder a jalar rápidamente mi muñeca hacía él, mientras que la otra mano estaba empujando hacía atrás, grité con todas las fuerzas restantes, dolía demasiado, al final de unos cuántos segundos escuché algo romperse.─ continuemos pequeña, ¿En la fiesta se encontraba este chico?.─ me mostró una foto, arrugada, quemada y con cortes en todas partes, apenas y podía reconocer el rostro de la foto.

─ N-no...no...yo no...sé nada...─ comenté, mientras aún seguía recuperándome, el mundo me daba vueltas y me daban ganas de vomitar, yo no podía ya.

─ No pequeña, no de nuevo... la respuesta es... incorrecta.─ me tiró al suelo mientras se levantaba pero no dejó de sujetar mi muñeca en ningún momento, su pie aplastaba mi pecho, con mi otra mano y las pocas fuerzas que tenía golpeaba en su pierna pero paré al ver sostener el mazo en su otra mano.

─ N-no... no... n-no.. ¡NO, POR FAVOR NO!.─

El mazo cayó en mi hombro, mi hueso se quebró a la primera, pero no se detuvo, me lo aplastó una y otra y otra y otra vez, sin descanso hasta que logró separar mi brazo completo de mi cuerpo, media clavícula quedó desecha, tiró mi brazo lejos de ahí, y se puso de nuevo en cuclillas para estar a mi altura.

─ ¿Me dirás ahora todas las cosas pequeña?.─ su mano viajo a mi cabello y jugaba con él.─ Lo tomaré cómo un "si". Bien, ahora, ¿Me puedes decir si él estaba ahí?.

─  Ch-...Cha-...ChangK-...Kyun... ─ hablé con dificultad, mi garganta había sido afectada por su bota pues aplastó no sólo el pecho sino también mi garganta, lo miré por última vez y seguía estando tranquilo pero ahora sonreía.

─ Gracias pequeña, ¿Te costó tanto decirme eso? No creo, ¿Verdad? Ahora pasemos a la siguiente pregunta... ¿Quiénes estaban en esa fiesta?.─ mis lágrimas cayeron de forma repentina, mojaron mis oídos y cabello.

─ No....n-no... sé... e-eran d-d-dema-siados en... en.. la fie-esta...─ a complete con dificultad de nuevo, me dolía mucho mi garganta, tosí un poco.

─ La respuesta es... incorrecta.─ se levantó y se fue hasta desaparecer de mi vista, la voz se iba poco a poco al igual que mi vida, mis ojos estaban a punto de cerrarse hasta escuchar un fuerte ruido de un metal caer y chocar a mi lado, era una barra de fierro, lo miré y su mirada, su expresión que tenía me dio miedo, sus ojos me expresaban nada y a la vez todo sentimiento negativo que existiese en este mundo, se dirigió a mis piernas y me quitó la falda junto con la ropa interior, mis pies pataleaban sin fuerza, en realidad parecía un bebé recién nacido por mis patadas, agarró la barra y la colocó entre mis piernas, el artefacto entró de una en mi vagina y con fuerza, repetía la acción varias veces, mis gritos eran desgarradores y es que sentía quemar mi garganta por el dolor causante, mi garganta dolía demasiado, llegué a gritar desesperadamente al final, el dolor se inundaba en mi zona íntima y más allá. ─ Ya me tienes harto maldita.

Se acercó a mi y lo único que hizo fue romper mi mandíbula con el mazo, después seguir con mi rostro, sólo vi cómo cayó el mazo en mi cara y por fin, sentí libertad en mi cuerpo, dejé de sentir dolor en mi cuerpo.



Llegué al aula y todos estaban sentados en sus mesas, me era raro verlos tan callados y tan tranquilos, me senté en mi banca hasta que todos me vieron, me dio miedo por qué parecían muñecas.

─ ¿Ayer estuviste en la fiesta de MinHyuk?.─ preguntó uno.

─ Si, ayer fui por un rato, ¿Porqué? ¿Qué pasa?.─ me preocupé y miré a todos.

─ SeulGi no regresó a casa en la madrugada de hoy, ¿Tú la has visto?.─ comentó uno de mis compañeros, asustado.

─ No, no la he visto... ¿Ya le llamaron por celular? ¿Cómo se enteraron?.─ muchas preguntas llegaron, pero no respuestas, me empezaba a preocupar.

─ La llamamos pero no responde, nos manda a buzón.─ comentó la chica de atrás mío.

─ Nos enteramos por qué su hermana menor nos empezó a preguntar y ella fue quién nos comentó.

─ Bien, pues entonces no hay que alarmarnos, a lo mejor se quedó a dormir en casa de una de sus tías, amigas o lo que sea, su teléfono está muerto y por eso no responde, hasta que ella no aparezca en 72 horas, no hay que preocuparnos, si hay información acerca de ella, si la vieron con alguien, si tuvo una discusión con alguien o si alguien la iba persiguiendo es mejor decir para así, tomar medidas y empezar a avisar a la policía, ¿Alguien ayer la vio de reojo con alguien que no habían visto anteriormente?.─ Necesitaba calmarlos, la gente se asusta demasiado por un secuestro y no nos deja pensar, prefiero calmar a todos aunque sea un momento.

─ Yo ayer la vi irse y después de unos 30 o más segundos apareció un hombre detrás de ella, el tipo ni siquiera se había quedado en la fiesta o algo, solo lo vi voltear a la esquina y seguir el camino de SeulGi, sólo era un tipo que simplemente iba a casa...─ Habló alguien, eso los alarmó un poco más pero el grito de la chica y la noticia que estaba pasando nos acabó rompiendo en pedazos, en el celular de una chica aparecía su foto y lo que había ocurrido. Y es que era irreal, ayer la vi, feliz, tranquila cómo siempre, estaba bien de salud y se veía energética, no se veía que tenía problemas familiares o cualquier otra cosa relacionada, no entiendo cómo pasó eso, nadie sabía qué decir o siquiera hacer algo, todos nos quedamos callados, todos nos volvimos ajenos ante la situación...

Miré a JooHeon, su mirada era de total preocupación y tristeza, me acerqué un poco para preguntar.

─ ¿Estás bien?.─ sinceramente tenía que dejar mis nervios y mi miedo por lo que había pasado el día anterior, me miró y sólo me abrazó, me asusté por qué nadie debería de saber nuestra relación.

─ Yo... Dios, no me gusta ver este tipo de casos, no los soporto y me duele que una compañera mía haya que tenido que vivir eso... Solamente me duele ver que SeulGi...─ me abrazaba con fuerza y se lo devolví pues al parecer nadie nos veía, nadie veía nuestra relación, sus brazos me relajaron un poco, espero y él se haya sentido de esa manera.

fantasia; JooKyun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora