Capítulo 5.5

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Estaba asustado, no tenía mi celular para lograr grabar pero con mis ojos era más que suficiente, e incluso si lograba llegar a tener ese brazo... SeulGi tendría la justicia que se merece por lo que acababa de pasar... Y me alegraba ir con un antifaz a la fiesta, sé que no me reconocería pero ahora... Salía de mi escondite para ir por ese brazo.

─ ¿Buscas esto?.─ una voz detrás mío se apareció, me tensé un poco y mi cuerpo se volteaba a la dirección de dónde se encontraba aquella voz, ahí estaba él, sosteniendo el brazo con esa sonrisa macabra.─ No creí que te gustara ser morboso pequeño... ¿Cuál es tu nombre?.─ preguntó con malicia mientras jugaba con el brazo, me dio asco así que me tapé con mis dos manos mi boca para no vomitar en medio de ese lugar.

─ No te diré mi nombre...─ dije apenas audible para él que estaba con el ceño fruncido intentando descifrar lo que había dicho, me volteé y caminé cómo si nada.

─ Vaya, bueno, está bien, no me digas tu nombre por qué ya sé quién eres... Lee Félix.. ¡Oh, pequeño travieso! ¡Quién mierda te vería! ¡Eres un maldito enfermo, veo que te gusta cómo matan y torturan a alguien! ¡Wo!.─ ¿Cómo diablos se enteró...? ¿Mi voz? ¿La forma en la que contesté? ¿Algún rasgo característico mío? Mi mirada se fue a detener dónde estaba anteriormente el homicida pero ya no estaba ahí, me asusté y mi cuerpo junto con mi cabeza buscaba a todas partes buscándolo pero no lo encontré por ninguna parte.─ Pequeño, me enteré gracias a tus bonitas estrellitas que tienes en aquel hermoso rostro, yo que tú no digo nada para que aquel cielo estrellado no se apagué...─ Su aliento pegó contra mi desnudo cuello, mi piel se volvió gallina por lo caliente que era su aliento y también al estar en una zona demasiado delicada. Se me salió un jadeo y miré atrás mío, el idiota era demasiado escurridizo.

─ ¡SAL IDIOTA! ¡QUIERO VERTE A LA CARA CUANDO TE ESTÉ AMENAZANDO!.─ sí, lo sé, no lo pensé, el miedo me ganó y bueno...

─ Aquí estoy pequeño, déjame te digo algo, cuidado con las palabras que uses conmigo...─ tenía razón, en un abrir y cerrar de ojos ya estaba enfrente mío, rozando nuestras narices, tuve que retroceder mi cabeza un poco y otro jadeo salió, sinceramente el miedo ya me estaba ganando y es que por un fugaz momento se me había olvidado que él... Acababa de matar a SeulGi...

─ No me tengas miedo, hay que hacer un trato... Si tú no dices nada acerca de esto te prometo que yo no mataré ni a tu querida madre y ni tocaré a tus hermanas, tú y yo seremos completos...

─ D-desconocidos... No metas a mi familia en esto..─ dije con ira y miedo mezclados el uno con el otro y el amargo sabor se estaba combinando gracias a estos sentimientos que se estaban apoderando de mi mente y cuerpo completamente.

─ Entonces tú no metas tus narices en lo que no te incumbe...─ regresó las palabras mientras que con sus manos rodeaba mi cintura y juntaba nuestras frentes, las miradas no se desviaban ni mía y ni la suya. Quería enfrentarlo. Necesitaba enfrentarlo pero recuerdo lo que acabo de ver, cerré los ojos y lágrimas caían silenciosamente, una risa soplada salió de sus labios sin despejar ni su cuerpo, ni su frente, nada, nos quedamos ahí por unos cuántos minutos. 

De repente sacó mi antifaz admirando más mi rostro.

─ Bien, tenemos una promesa.─ alzó el meñique para cerrar el trato, en ese momento sólo se me ocurría seguirle la corriente, para después ir a la comisaría a comentar todo, uní el meñique con él sin ganas sin embargo de nuevo llegó a mí el miedo, sentí algo filoso en mi abdomen, mi vista se volvía borrosa por las lágrimas.─ ¿Te crees inteligente pequeño Félix? ¿Crees que no me he dado cuenta de tu plan? ¿"Seguirle la corriente para después ir con la policía a comentar el asesinato y la amenaza que me han puesto"? Lo has pensado demasiado y llevo años haciendo esto.

El cuchillo que llevaba en su mano apuntando a mis órganos vitales hizo que reaccionara inmediatamente, lo empujé pero al moverlo el cuchillo fue a cortar mitad de mi mejilla izquierda horizontalmente, caí tocando la zona afectada, lo miré y cayó en el piso igual que yo, en sus glúteos, no perdí el tiempo y me fui corriendo pero me iba persiguiendo. Cualquier objeto que me encontrara en mi camino los metía en su camino para que le fuera más difícil agarrarme. No obstante iba muy bien equipado pues ya llevaba cómo cuatros cuchillos lanzados por su parte, dos se había clavado, en medio de las costillas y en el muslo, me dolía, por supuesto pero seguí corriendo, hasta encontrar un palo. No dudé en tomarlo y golpeé en su rodilla aunque lamentablemente no fue con tanta fuerza pero llegué a dañarlo y retroceder; no perdí el tiempo y golpeé de nuevo pero en su espalda, cayó y no lo volví a ver intentando levantarse, tiré el palo y me fui...

fantasia; JooKyun.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora