Ya era sábado lo que significaba ir a la casa de JooHeon para festejar su cumpleaños, el día anterior sólo fue a comer, después de eso se retiró para descansar.
Me estaba arreglando, me puse unos jeans ni tan holgados y ni tan ajustados, tenis y no sabía qué ponerme del torso; mi madre entró a mi cuarto y paró hasta estar a un lado mío viendo mi ropa, los dos estábamos viendo las playeras que había elegido sin embargo mi madre se puso a investigar en mi cajón hasta encontrar algo.
─ ¿Porqué no usas esto querido? Te lo dimos cómo regalo de cumpleaños este año.─ dijo mi madre capturando mi atención hasta ver su regalo, era una playera color negro de cuello largo, algo ajustada.─ Se te verá muy bien.
─ Eh... me gusta pero me sentiré inseguro madre.─ le comenté con real confianza mientras me dirigía a ella.─ no digo que no es hermosa, lo es, pero...
─ Vamos hijo, no debes de desaprovechar esa oportunidad que no has pensado pero que has querido en ese lapso de tiempo.─ me animó a ponérmela, suspiré algo desanimado, la tomé dándole un beso en la frente a mi madre mientras iba al baño.
Después de un tiempo (algo largo diría yo) salí del baño, la playera estaba fajada y me había puesto unos jeans diferentes, unos color blanco algo ajustados, y unas botas negras. No se me veía nada mal así que, iría de esa manera, bajé las escaleras y le mostré a mis padres, estaban sorprendidos y entusiasmados de que por fin me vistiera algo diferente a lo que acostumbro, me sentía raro vistiendo algo que se adaptara a mi cuerpo pero si quería empezar a cambiar, un look es un buen comienzo; coloqué mis ropas y cosas necesarias para pasar la noche en mi mochila, cargador, dinero, celular, llaves, etc., sólo faltaba el regalo que era un peluche, no sabía qué dar de regalo, era mi segunda vez dando regalos. Después de 15 minutos me retiraba, mis padres me desearon suerte con un abrazo fuerte y muchos besos en mi cara, sólo reí y se los devolví, me fui caminando ya que quería darle una sorpresa grande; la mayoría del tiempo sonreía cómo bobo enamorado por querer saber su rostro de sorpresa al enterarse de su regalo.
Al final de una media hora llegué, la casa era tranquila y en esa calle los vecinos les gustaba el silencio, lo único que se podía escuchar y considerar un ruido grande eran las alarmas de los vehículos, subí los tres escalones y toqué la puerta tres veces esperando una respuesta, me separé de la puerta unos 10 centímetros, veía alrededor, su jardín era bonito, tenía calas blancas, lirios amarillos, amapolas y hortensias azules, eran hermosas puesto que estaban floreciendo en su máximo esplendor.
─ ¡ChangKyun! ¡Sí viniste!.─ escuché detrás mío, volteé rápido pero él me ganó pues logró abrazarme rápidamente, no pude aceptar el abrazo por qué apenas iba procesando todo.─ Te tardaste y creí que no ibas a venir.─ dijo con tristeza mientras se separaba de mí sin romper el abrazo, tenía un gorro de fiesta y un puchero, suspiré y por fin lo abracé con tranquilidad.
─ No te preocupes, el taxi se demoró un poco pero mira, ya estoy aquí.─ Sonreí abrazándolo fuerte.
─ Bien, bien, por favor entra, estás en tu casa.─ se separó para darme el acceso a su casa, le agradecí y me adentré. No era tan grande pero tampoco tan chica, era un lugar dónde puede quedarse a vivir una persona por toda su vida cómodamente, recuerdo que hace días atrás estaba emocionado por ir y ver la casa de JooHeon.─ ¿Te gusta? Por fin lograste ver mi casa.─ una risa traviesa salió de sus labios mientras cerraba detrás suyo la puerta y se posicionaba a un lado mío.
─ Me gusta, se ve muy elegante, no lo sé, es un sentimiento acogedor jaja.─ dije con sinceridad mientras inspeccionaba el lugar cómo si fuese niño de cinco años, lo único que escuchaba eran las pequeñas risas que soltaba JooHeon.
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fantasia; JooKyun.
HorrorA JooHeon le gusta ChangKyun y se lo quiere hacer saber, pero ¿cómo? tenía miedo de que su enfermedad lo impidiera y todo terminará mal, aunque... al final terminó todo bien, en violencia pero sale bien... "¿Qué es lo que escondes JooHeon?... ¿JooH...