El juego del calamar

Capítulo 3

Me acaricio la mejilla y abrí mis ojos. La luz era tenue, apenas la había sentido.

—Debes despertar —alejo su mano inmediatamente cunado vio que estaba despierta.

—Si, lo siento —me levante y la sabana resbalo por mi cuerpo y se quedó en mis piernas.

Me levante y me dio un cepillo para mis dientes. Tenía todo lo que una mujer necesita, toallas sanitarias, ropa interior, ropa para dormir, una liga para mi cabello, sandalias cómodas y muchas cosas más, solo para mí.

Sali para desayunar con él y vi cómo se abrió una rendija en su mascara y comenzó a comer. Yo seguí comiendo la delicia que servían.

—Señor, es hora del juego —anuncio el cuadradito.

—Te cuidado, protégete, ¿de acuerdo? —dijo serio.

—De acuerdo —di otro bocado.

Termine de desayunar y me levante. Un hombre me escolto a la salida y me voltee.

—Gracias... ¿Cómo te llamas?

—Su-Ji, Bae Su-Ji —respondió.

—Muchas gracias por cuidar de mí, Bae Su-Ji —sonreí contenta y me fui.

Me escoltaron a un salón de un bosque muy grande. Me dieron una navaja y se fueron. Todos estábamos reunidos ahí.

—Este juego se llamará Las escondidas —dice el altavoz —Escojan una forma en donde se les indica.

Unos hombres se mostraron, haciendo dos filas para tomar una forma. Tome el circulo.

—Lo que tienen triángulos, buscaran y los que tienen circulo se esconderán. Al ser encontrados pelearan por su vida con el enemigo, no se rindan y que la suerte este siempre de su lado.

Y con eso, el altavoz se callo y todos se miraron entre sí. Las personas que escogieron triangulo comenzaron a contar y todos los círculos, incluida yo me escondí. Terminaron de contar y mire debajo de mis pies, estaba en un árbol. La persona estaba buscando, con una navaja también. Me lance encima de él y caí en sus hombros, lo acuchille 3 veces en la garganta y callo muerto. Tenía sangre salpicada en el cuerpo. Las personas corrían al ver tanta gente muerte y tanta sangre. Todos tenía miedo y se ocultaban sollozando. Tenían miedo de ser cazados como un animal, todos tenía miedo, mientras que los que buscaban se reían y chiflaban de una manera demasiado espeluznante y todos lloraban más. Mataron a demasiadas personas, mientras que yo miraba todo desde un árbol de unos 5 metros. Ya había matado a 8 o 10 personas cuando la alarma sonó.

—Felicidades a los jugadores que no han sido encontrados y a los que atraparon a las personas. Han ganado la primer rondo, pero aquellos que no encontraron a nadie, serán eliminado.

Todos fueron reunidos y los asesinaron con sus armas. Todos gritaron y otros lloraron al verlo. Sali de ahí y me escoltaron de nuevo a él.

—Estas muy sucia, date un baño —me dio mi toalla y mi ropa.

Tenia ya el baño listo, siempre estaba al pendiente de mi y por primera vez, me sentia querida por alguien. Mi madre siempre esta molesta conmigo y mi padre tenia negocios, la poca atención que tenia de mi madre se fue a la mierda cuando mi hermano nació. Cuando entre a la ducha y el jabón hizo contacto con una herida que tenia me queje muy fuerte e insulte. El entro corriendo y me miro.

—Lo siento, pensé que... —se detuvo cuando vio la apuñalada.

—Estoy bien, en serio —dije cubriéndome el cuerpo.

—No, no lo estas.

Dejo que me terminara de bañar para poder sacarme cargando y llamar a un médico. El me costuro la herida de unos 5 centímetros aproximadamente. El me cargo y me recostó en la cama.

—¿Te duele mucho?, ¿quieres que te de una pastilla?

—Su-ji, estoy bien. Solo necesito descansar para el próximo juego —dije acomodándome.

—Ni siquiera estará ahí, no te dejare bajar así —me señalo.

—No te pedí tu permiso Su-ji, mejor duerme —las luces se apagaron y sentí como se metió entre las sábanas y me abrazo por la espalda con sumo cuidado.

El calor que emanaba su cuerpo, sentí su rostro en mi espalda. No poseía la máscara, sabía que la luces no se encendía para nada antes de la mañana, solo quería verlo. Pero, sabia que cuando terminara todo esto, me marcharía con el recuerdo de tenerlo cerca. No tenia idea de que esto pasaría, pensé que nos mataríamos entre nosotros en el primer juego, no tenía idea que debíamos morir, pero dada la situación, lo que hice fue sobrevivir. Me di vuelta quedando enfrente de él, aprecie su respiración y mire hacia arriba, estábamos de lado y sentía su mirada, aunque no estaba segura si me veía. Me acerqué a él y le di un beso en la mejilla, un beso suave y sin ninguna otra intención. Su cuerpo se removió, y se dio la vuelta, dándome la espalda.