Capítulo 9

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Los hombres muertos a nuestros lados. La sangre escurre por los puentes que conectan a las celdas. Todos me miran como si estuviera loca, me miro y estoy demasiado manchada en sangre. Trago nerviosamente. No era la primera vez que asesinaba a alguien, pero por alguna extraña razón me sentía rara. Mire detrás de mí, triángulos, cuadrados y círculos estaban formados, los círculos sacaban los cuerpos.

—¿Estas bien? —una voz lejana me pregunto.

Solo escuchaba claramente como las gotas de sangre caían de los cuerpos. Mire mis manos, estaban demasiado cortadas y sangrientas. Jamás había asesinado a tantas personas, tenía que tranquilizarme.

—Chiara, Chiara —la voz se fue acercando, hasta que lo logro —¡Chiara! —me sacudió de los hombros.

—Lo siento, yo... —no dije nada, me quedé callada.

Todos regresaron a sus celdas y en cuestión de minutos todo el lugar estaba como nuevo. Respire y me calme, estaba acostada en mi cama. Intentaba dormir, aunque sea unas dos horas. El próximo juego se iba mostrando y con eso, la sangre correría. Sentí como alguien se acostó a mi lado.

—¿Puedo abrazarte? —era triangulito.

No dije nada y me voltee hacia el y lo abrace con mucha fuerza. Había estado fingiendo estar bien todo este tiempo. Pero la verdad es que no soy tan "ruda" como aparento.

—Yo...

—Esta bien, no te preocupes. Estoy yo para cuidarte.

—Cuando tenía 12 años, fui obligada a matar muchas personas. Una masacre que logre junto con otros. Desde pequeña fui entrenada para eso y no te voy a mentir, no me agradan las personas. Pero en ese tiempo lo hacían, así que se volvió un gran trauma que me ha perseguido desde pequeña —solté, una lagrima resbalo y me pegue más a él.

—Tranquila, no pasa nada —acaricio mi cabello con mucha delicadeza.

Estaba tranquila ahora, era como si necesitara sacar eso. Me sentía muy bien. Quería estar así todo el tiempo.

Abrí los ojos de golpeé. Triangulito estaba roncando. Me senté en la cama y lo patee, tirándolo de ella.

—¡Mierda! —se queja. 

Comencé a reírme y él se levantó adolorido.

—Tenemos que ir al siguiente juego —le guiñe el ojo —Lo ganare y nos iremos de viaje, tu —lo señale — Y yo —me señale a mí misma.

—Si, si, como sea. Vamos —me abre la puerta y salgo de ahí.

Nos reunieron en un patio. Muy grande, había un árbol y una muñeca, con soldados a sus lados.

—El juego se llamará, Luz verde, Luz roja. Cuando se cante luz verde ustedes podrán avanzar —el altavoz da las ordenes como siempre.

Todos nos paramos esperando con paciencia que comience el juego.

—Jugaremos, muévete luz verde —la muñeca canta y al terminar se voltea. Nadie se mueve, ni respira.

—Jugaremos, muévete luz verde —todos se aproximan mientras ella canta y paran al dejar de cantar. Un muchacho se tropieza y le disparan. Todos se asustan al verlo caer y otros simplemente lo ignoran y es aquí, cuando te das cuenta de quien es el débil y el fuerte.

—Jugaremos, muévete luz verde —de nuevo mata a mas personas.

Con un tiempo limitado, todos intentan ser muy veloces. Yo me esconde detrás de algunos para poder protegerme. Huyen y otros caen muertos y los otros tiemblan intentando no moverse.

Solo queda 1 minuto para llegar y esta algo lejos. Nos acercamos cada vez mas y cuando hacen falta 30 segundos. Me heche el maratón de toda mi vida y brinco después de la línea antes de que ella me atrape. Suelto un quejido y una chica se me acerca.

—¿Estas bien?

—Si, solo fue una mala herida que tengo. Me golpee y me sangro un poco.

—¿Puedo hacerte una pregunta? —se sienta a mi lado mientras matan a los demás.

—Claro.

—¿Por qué ellos te llevaron? —señala a los de rojo —Y nunca estabas.

—Solo tenia algo que uno de ellos quería. Así que simplemente fui, pero estoy bien —sonreí y la chica me dio una pequeña sonrisa.

—Me llamo Kang Sae-byeok, ¿y tú? —dijo fría.

Aunque parecía ser buena persona, cuando estabas cerca de ella su aura era neutra y fría.

—Chiara, mi nombre es Chiara —mire a todos los muertos.

—Oh, lindo nombre

—Gracias, igual el tuyo.

Estaba en la celda de Sae-byeok, hablábamos de los juegos y sobre lo que había pasado. Cuantos ya habían desistido, pero aun así no quedábamos pensando en todo lo que había sucedido, era como una maldita película de terror.

—Chiara —me llamo y voltee a verla, acostadas en la cama.

—¿Qué?

—¿Tienes familia?

—Digamos que sí, pero no una normal. Mi relación con mi padre no es muy buena, y mi madre no me quiere tanto.

—¿Por qué? —dice mirando el techo.

—No es una larga historia, así que te la diré —ella me miro —Mi padre es de la mafia italiana, así que no es muy bueno que digamos. Mi madre era una mujer normal, ella es coreana. Así que mi padre me crio como el quiso, hizo que desde muy pequeña fuera su "pequeña asesina", para mi eso era normal. Hasta que a mi madre le desagrado, cuando nació mi hermano, ella lo crio a su modo. Se convirtió en un buen niño, y no sabe nada de la mierda que hacemos. Lo único bueno que salió de esto, es que se italiano y coreano. Así que creo que mi familia no es muy buena.

—Oh —ella se limitó a decir eso.

—¿Y qué hay de ti?

—Tengo un hermano, pero ambos padres murieron. Así que estoy sola con el, la verdad es que solo quiero el dinero para cuidarlo. Pero, no creo que pueda hacerlo.

—Yo quiero el dinero para poder ayudar a los animales, ya sabes protegerlos y darles un hogar. El año pasado fui a México, había demasiados animales sin hogar. Yo quiero darles uno —sonreí, sabía que era una muy buena idea.

—¿Solo entraste por eso? —me miro confundida.

—No la verdad es que... Ni siquiera sabia que era, solo le quite la tarjeta a un hombre y llame. Es que el tipo que estaba dándosela estaba muy bueno y guapo. Pensé que él tendría algo que ver y no sé, tal vez coquetear —ella soltó una carcajada, yo hablaba muy en serio.

—Dios mío, sí que estás loca —ella se limpia las lágrimas de la risa.

—Ya se, que estupidez —digo riéndome yo también

El juego del calamarDonde viven las historias. Descúbrelo ahora