2 años después de la batalla contra Sailor Galaxia
Universidad de Tokio - Facultad de Literatura.
Muchas cosas cambiaron después de esa tarde en la azotea, las decisiones de cada una de las chicas las llevo por diferentes caminos con el simple propósito de cumplir con sus sueños y metas propuestas. Serena no quería impedir que cumplieran sus sueños aunque esa decisión de permitir libertad completa de elegir que hacer había causado problemas con Setsuna y el resto de las outer, quienes pensaban lo más importante era prepararse para el futuro que les esperaba a pesar de estar muy lejos aún de cumplirse, ese día nadie la apoyo, incluso Darién pensó que era mejor prepararse para su próspero futuro, eso fue una gota más en su vaso, una de miles que debía soportar por el precio de conocer su destino, ese día decidió que debían luchar por sus sueños, al menos sus amigas sin importar que dijeran los demás, ella se sentía atada a su futuro. Cada noche despertaba al recordar su viaje a Tokio de Cristal, verse a sí misma antes de volver a su tiempo fue un golpe duro a estas alturas de su vida. La felicidad de la reina al ver a Endimión y su hija, esa felicidad de una joven enamorada, no podía evitar preguntarse si de verdad estaba enamorada de Darién, aunque su respuesta estaba llena de dudas, así como su camino no podía dar marcha atrás, su misión era proteger la galaxia como una mártir y su felicidad sería cumplir con el futuro escrito. En un momento de su vida pensó en lo que pudiese pasar de no seguir lo que vio, fue en ese entonces que Plut vino a ella preguntando el porqué de sus dudas, su única respuesta era una simple que poseía nombre y apellido: Seiya Kou. Lo amo en silencio, con sus bromas y sentido de arrogancia que muchas veces tenía hacía ella y el mundo entero, no pudo evitar que poco a poco se fuese metiendo en su corazón sin su permiso, el día que confesó sus sentimientos simplemente decidió quedarse en silencio mientras en su interior gritaba decirle que sí, que aceptaba dejarlo reemplazar a Darién, pero al igual que pasaba en cada decisión que deseaba tomar, la sombra de ese futuro caía sobre ella mostrándole que era más importante que sus sentimientos.
Durante los dos años que pasaron desde su última batalla, todo para ella dio un giro de 360° grados. Su hermano Sammy fue firmado por la liga juvenil de soccer de Japón, ese momento había sido de gran alegría para su familia, su caso fue completamente distinto, gracias a sus esfuerzos y la ayuda de Amy, Rei y Michiru pudo estudiar y pasar el examen de ingreso a la universidad de Tokio, le era raro como de un día al otro dejo el deseo de ser dibujante, crear mangas que arrancarán sonrisas a las personas, ella amaba ese tipo de cosas pero, bajo la presión de sus amigas acabo tomando un rumbo diferente.
La Serena Tsukino divertida, glotona y llorona desaparecía poco a poco hasta que solo quedo el recuerdo, incluso sus padres extrañaban a su niña despistada, en cambio Darién, Setsuna y el resto estaban orgullosos de ver que iba rumbo a ser una digna reina, ese motivo la llevo a matricularse en literatura, al principio se sentía cansada de estar en algo que no le gustaba, hasta que comenzó a escribir un cuento infantil para un proyecto y pensó que al final no era una mala idea, sentía que darle alegría a los niños era una buena forma de cambiar el mundo, quizás cuando fuese reina podría tener días en los que iría a contar esos mismos cuentos que escribía en clases a las escuelas. Con ese objetivo en mente decidió seguir adelante, siempre apoyada por sus amigas, cada una de ellas viendo el cambio en su princesa tomaron la decisión de continuar adelante con sus sueños, Amy paso con las mejores notas el examen de ingreso a la universidad, pero a diferencia de las demás no permaneció en Japón, sus padres le pidieron aceptar una beca de medicina en Alemania, aunque le dolía dejar a las personas que amaba no tuvo más remedio que ir y seguir su sueño, Lita entro a una escuela de cocina para perfeccionar sus técnicas, de esa forma en el futuro podría tener no solo una cafetería, sino un restaurante donde vería la felicidad de sus clientes al probar su comida. Mina por otro lado volvió a Londres para estudiar artes escénicas, aun cuando fue criticada por Haruka, Michiru y Setsuna, pero en especial por Darién, ya que ella era la líder de las inner, fue Serena quien le apoyo junto a las demás para que fuese a estudiar siguiendo sus metas, Rei por otro lado se hacía cargo del templo con Nikolas, el abuelo se había ido a un retiro espiritual en las montañas, la morena estudiaba ciencias políticas, después de ser visitada por su padre, quien había prometido mantenerse en contacto con ella más seguido y no dejarla a un lado como siempre hizo desde el fallecimiento de su madre. Nikolas le ayudaba en todo cuando ella iba a clases. Michiru continuaba con sus recitales de violín, Haruka participaba cada fin de semana en alguna carrera, Hotaru por su parte seguía con sus estudios siendo cuidada por ellas como una hija más.
Setsuna al darse cuenta que su princesa estaría desprotegida decidió dar apoyo en el centro de investigación de la universidad de Tokio, de esa forma mantenerse en el campus protegiendo a su princesa, porque, aunque hubiese paz, no sabían si en algún instante eso pudiese cambiar. Darién y Serena mantenían su relación, cada uno ocupado por sus distintos deberes, la relación se volvía cada vez más fría, ambos sabían que en el momento que llegase Rini todo sería distinto o eso querían creer. Serena vivía aun con sus padres, normalmente se sentía sola hasta la llega de la noche donde oía a su hermano contar las anécdotas de su entrenamiento, pero una vez las luces se apagaban iba a su balcón para mirar la luna y perderse en sus recuerdos infantiles que le permitían crear miles de historias nuevas para sus clases.
– ¿Qué haces bombón? – Sonrió divertida, miro la pequeña estrella plateada sobre su cama, aquella estrella había sido un regalo de Seiya a los pocos meses de irse a Kinmoku, le permitía ver su figura holográfica a miles de años luz de distancia, él era la única persona que le hacía sentir cuerda entre la soledad que le causaba estar sin sus amigas, aunque en el fondo entendía que era por el bien de todas.
– Un cuento nuevo, se llama el caballero de la luna. – Seiya reía al ver la expresión enternecida de la rubia, aunque estuviesen separados no podía dejar de amarla, a pesar del daño que le causaba el no tenerla cerca, de esa forma se mantenía seguro de no perderse ni un solo día esa sonrisa que era solo para él. – Siempre te ríes, cuando sea famosa te daré mi libro autografiado.
– Se lo leerás a tu hija. – La mirada de la rubia se entristeció, su corazón dolía al recordar que en algún momento la pequeña Rini vendría a su vida con un hombre que podía decir amaba, pero no con la misma fuerza o quizás nunca lo amo como ella pensaba. – Yo lo haría, ¿Lo lees para mí?
Asintió, pensó que de hacerlo podrían olvidar nuevamente el peso del futuro que caía irremediablemente sobre ella.
– Hace mucho tiempo, cuando la luna era un planeta existía un joven caballero que observaba a la distancia a una princesa de cabellos como el oro... - Serena hizo una pausa, no quería seguir, de hacerlo sentía que Seiya se daría cuenta que la persona en su cuento era él. – Es lo único que llevo.
– Eres mala mentirosa, espero me envíes mi copia autografiada, buenas noches bombón, recuerda que te quiero. – No tuvo tiempo a reaccionar, él había cortado la comunicación. Seiya siempre lograba dejarla sin palabras, miro el contenido de su libro.
>> Lo que él no sabía de esa princesa, es que ella solo podía mirarlo a él, ambos se amaban en silencio pero eran separados por una sombra oscura de un destino escrito en piedra...<<
– ¿Qué es esta sensación tan extraña? Parece familiar. – Miro al exterior, la luna brillaba en todo lo alto como si nada pudiese afectarle ya, aun así ella sentía que algo estaba mal, hace un mes Rei le había llamado al templo para decirle que sentía algo extraño, una energía negativa muy familiar, pero quien fuera esa entidad sabia burlar el fuego sagrado y el espejo de Michiru, aunque trato de saber algo por medio de Haruka, ella les comento que su elemento estaba silencioso al igual que las aguas para Michiru, tanto silencio les causaba escalofríos, deseaban pensar que solo era una tontería, pero los sucesos eran tan extraños que no podían dejar pasarlo por alto, querían comentarlo con las demás pero la negativa de su princesa lo impidió, desde entonces nada había ocurrido, aunque al final descartaron que fuese un nuevo enemigo, ella seguía manteniéndose alerta, todo eso después de ver a la reina Serenity en sus sueños abrazando a Sailor Saturn en medio de lo que en un momento fuese un hermoso jardín.
– Quisiera saber que sucede mamá. – Sus ojos lentamente se fueron cerrando, su rostro era acariciado por el brillo de la luna, una sombra oscura atravesó su balcón tomando entre sus manos las hojas de lo que era su nuevo cuento, sus dedos delgados acariciaron el nombre que le había dado a su protagonista. El cristal de plata dentro de su broche comenzó a brillar llamando la atención de su pequeña gatita luna, pero al despertar solo pudo observar las cortinas moverse suavemente, su princesa seguía dormida y no quería alarmarla, decidió que sería buena idea hablar con Darién en la mañana.
Nota:
Paso por acá dejando este capítulo nuevo, se supone sería más largo, pero quería dejar la intriga jaja
Muchas gracias por su apoyo, sus comentarios me hacen el día en estos momentos difíciles.
Nos leemos pronto, un saludo
ESTÁS LEYENDO
El fin del legado
FanfictionEn el principio solo existía el desorden, fue en ese momento donde existió Caos, de el nacieron otros seres que fueron los encargados de crear el lienzo, un lienzo que dio origen al tiempo, mientras el tiempo sea lineal el orden siempre mantendrá a...