El fin del legado

Capítulo 22: Egoísmo

Nota:
Hola a todos, primero les agradezco sus comentarios y como dije en el capítulo anterior, esta historia ya está llegando a su final. Por ese motivo "carmesí" y "dulce aroma" están en pausa hasta acabar, aunque de "dulce aroma" llevo parte del capítulo la dejé en pausa.

Sin más que decirles, los dejo leer. Disfruten la lectura 😁

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Setsuna frunció los labios en una mueca de disgusto al ver a Serena, la princesa abría lentamente sus ojos mostrando una expresión de tristeza en ellos y al mismo tiempo de ira, aquel sentimiento que pocas veces conoció en la persona ante ella. Aunque si recorda vagamente las diferentes versiones de la rubia en otras líneas de tiempo y logró comparar la misma mirada que le regalaba dando como resultado a una sola persona,  solo una de ellas fue capaz de verla de la misma manera antes de arrancar la luz de sus ojos pero ese hecho  la condenó a no obtener el cristal de plata ni los cristales del resto de las sailors, todas acabaron sacrificandose y eso la llevó a tomar otro enfoque que la llevó a la línea temporal del joven detrás de ella, aunque pasó el mismo destino, al final se abrió una oportunidad que sin darse cuenta Seiya le otorgó y para eso necesito a cada ser que aún podía manipular adelantando todos sus planes.

—Tú oscuridad es tan poderosa que puedo sentirla golpearme sin que muevas un dedo—Setsuna sonrió, alzó la mirada observando el báculo en sus manos donde sólo podía mirarse un espacio vacío destinado para el cristal plateado—. Dime algo, ¿Por qué?

—Todo fue tu culpa y de este idiota—ante la mirada incredula de Serena, Seiya trato de ir a su lado pero el golpe del báculo de Setsuna en su espalda lo hizo caer, la morena se acercó al caballero pisando su espalda con el tacón de su zapatilla izquierda, Seiya sintió que en ese momento el filo del tacón lo perforaria—. ¿Que te costaba seguir tu destino? Nada, nada te costaba, solo debías ser una niña obediente como toda digan soberana al trono de la tierra y tu vida sería perfecta, nada te haría falta, pero debías arruinar mi destino.

El grito de dolor de Seiya estremeció a Serena, sabía que él sufría y por más que deseaba ayudarlo no podría hacerlo, estaba segura que un solo movimiento de su parte causaría que el filo del báculo atravesara el cuello de su amigo. Debía ser astuta si deseaba salvarlo y por otro lado la  sonrisa del moreno le indicó que estaba bien, que no desistiera. Setsuna arqueo una ceja al darse cuenta que la princesa de la luna cambiaba su postura tensa por una más segura y supo de inmediato que confiaba en su compañero lo suficiente como para saber que él pensaba en alguna opción para salvarse.

—Setsuna—la suave voz de la sailor la enojo, no entendía como estaba tan tranquila en ese instante—. Por favor recapacita.

La mirada desquiciada de quién fuese la guardiana del tiempo estremeció a la rubia, Setsuna levanto su mano derecha moviendo sus dedos suavemente como si en ese momento acariciaron algo en particular  su mirada fija en sus dedos, aprovechando aquel descuido Seiya sostuvo el báculo dándole una patada a la morena hasta alejarla de él lo suficiente para huir de ella. Serena tomó la mano de Seiya una vez estuvo a su lado.

—Quieres que recapacite pero deberías hacerlo tú, aún puedo darte tu más grande anhelo, ¿Lo recuerdas?—Frente a ellos apareció una pequeña imagen de Rini  sonriendo mientras sostenía a Luna Pelota—. Vamos princesa, debes venir hacia mi.

—No la escuches bombón, el futuro es lo que tu desees y tu deseo es ser feliz no condenar a otros por egoísmo—Setsuna enfureció e inmediatamente recordó al rey Endimion—.