Capítulo 17: Mi pasado - parte I

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Nota:
Este capítulo será dedicado a contar la historia detrás de las Sailor Scout.

✨✨✨✨🌙✨✨✨✨

Neherenia caminaba por los escombros de lo que en un tiempo atrás fuera un hermoso templo de oración, mientras caminaba siendo seguida con cautela por la princesa de la luna y Seiya no podía evitar lamentarse ser tan débil para dejarse manipular de una forma tan estúpida por sus sentimientos hasta el punto de ser un títere de la oscuridad y la maldad que reinaba en ese entonces. Neherenia recordaba sus días de infancia cuando corría por los grandes jardines del reino donde nació y como se divertía junto a su hermana disfrutando de la inocencia que poseían.
Sus pasos se detuvieron al mirar las puertas del salón de oración destruidas y su interior convertido en escombros. Acarició lo que fuese el marco de la puerta sintiendo su alma romperse en pedazos.

—¿Qué es este lugar?—Neherenia suspiro, la pregunta de Serena le causaba dolor—: no es el Milenio de Plata.

—Nunca supe de este sitio, bombón no me habló de el—comento Seiya confundido—.

—Porque este lugar fue donde se edificó el primer reino lunar, antes no era oscuro como ahora, estaba lleno de luz, gente amable y sus templos eran cuidados por doncellas que rendían culto a su diosa; Selene—Neherenia tomó asiento en una de la piedras siendo seguida por sus acompañantes, quienes se mantuvieron frente a ella—: cuando nos vimos princesa dije que no pertenecías a la Luna y no es del todo falso, tus antepasados llegaron de otro lugar, es momento que sepas la verdad.

Flash back

El tiempo pasaba como las estaciones del año, el frío había llegado llenando el páramo de hermosos copos blancos. Entre las miles capas blancas dos niñas jugaban sonriendo al sentirse libres y llenas de amor, una de ellas poseía un cabello plateado que parecían finos hilos de plata, su piel blanca como la porcelana y sus ojos color zafiro brillaban como un par de estrellas, la pequeña niña tocaba el suelo apartando la nieve y dejando crecer pequeños lirios que en esa época no deberían existir. La segunda poseía ojos grises y un largo cabello azul, sus mejillas sonrojadas por el frío, su piel era del mismo tono que el de la peliplata.

Ambas levantaron la mirada hacia uno de los templos donde aún se mantenía una fuerte discusión que las dejaba fuera por ser las menores entre ellos. La peliazul se dejó caer en la nieve mirando el cielo azul ser bañado por los débiles rayos del sol que apenas lograban traspasar las nubes grises.

Padre está enojado—la peliplata observó a uno de los hombres golpear la pared, él era pareció a ella, sus ojos azules y piel pálida, así como el cabello platinado—: ¿Por que estarán enojados?

No podemos saberlo—la infantil voz de la peliazul la hizo suspirar—: Selene algún día estaremos en esas reuniones.

Eso creo, pero padre dice que prefiere no sea así, por eso nos enviaran lejos—la ojiazul miro al cielo con curiosidad—: ¿La Luna está muy lejos de Olimpia?

—Apolo dice que sí, pero estaremos a salvo allí, siempre nos cuidaremos la una a la otra, ¿Verdad?—Selene asintió regalándole una gran sonrisa—: eso me hace sentir aliviada, iremos a un lugar donde no conocemos a nadie y no sabemos cuándo veremos a nuestra familia, tengo miedo Selene.

Yo también, pero soy tu hermana mayor y siempre voy a protegerte Neherenia—la peliazul asintió feliz al escuchar sus palabras. Ambas eran hermanas gemelas, su padre decía que cada una de ellas complementaba a la otra, las fortalezas de Selene eran la debilidad de Neherenia y viceversa. Ambas habían nacido en Olimpia, un hermoso planeta lleno de campos verdes y grandes montañas, en el centro del planeta cubierto por un manto rojizo se alzaban los templos de Zeus, hijo de Kronos y nieto de Gea su padre había rescatado a sus hermanos de las garras de su progenitor condenando a los dioses a una batalla eterna donde buscaban detener al titán y era esa la razón por la que ese día los dioses se encontraban en el reino de Olimpia, discutían el destino de ambas hermanas y el de cada uno de los dioses en la reunión—.

El fin del legadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora