Capítulo Dieciocho

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Los días pasaron rápido sin darse cuenta y los regalos por parte del cortejo inundaron su pequeño departamento donde casi no podía caminar, desde la entrada también estaban los grandes arreglos florales que olían increíble, osos enormes que llegaban cada hora.

Y ni hablar del joyero de madera fino repleto de collares, pulseras, relojes de diamantes que descansaban en la repisa de su habitación.

Harry estuvo al tanto de todo, si no estaba cómodo le preguntaba, si en su cara había una mínima mueca cancelaba todo. El martes habían ido a cenar ya que el alfa quería una noche con él fuera de casa, salieron a escondidas de Giss la cual desde que había llegado les cocinaba y si comían fuera se molestaba.

Cuando llegaron Harry notó las miradas de los y las alfas del lugar en Louis, el cual estaba tan perdido en el agarre posesivo en su cintura. La gota que derramó el vaso fue cuando un alfa viejo le hizo comentarios vulgares al omega, Harry salió al instante del restaurante solo para dejarlo en el coche.

-¿Alfa qué haces?-Preguntó Louis al ver que Harry se estaba quintado el saco.

-Quédate aquí, en unos minutos regreso.

Y después de media hora regresó con una sonrisa pintada en el rostro con la camisa remangada hasta los codos y pequeñas gotas de sangre. Louis negó con la cabeza escondiendo su sonrisa en la palma de su mano.

Al cerrar la puerta detrás de él recargándose en esta se dijo a sí mismo que ya era hora, no tenía porque esperar más. No necesitaba más regalos porque estaba convencido desde mucho antes, justo desde el primer 'hola' él ya estaba seguro que era de Harry.

Era gracioso todo esto porque por parte de Giss se enteró que Harry estudió años atrás en la misma preparatoria que el, Louis tiene recuerdos borrosos de esos años pero puede decir que lo sintió. Sintió lo cerca que su destinado estaba, tal vez ese no era el momento exacto en el que tenían que encontrarse, el destino fue escrito perfectamente para ellos y ahora están juntos, ahora y lo que resta de la vida.

Puede jurar que nunca sintió algo tan grande como lo siente ahora con el, estuvo con muchas personas, unas jugaron, otras tal vez si demostraban amor sincero, pero el buscaba algo especial hasta que se dio cuenta que todo lo que necesitaba lo tenía Harry.

Zayn lo estaba acompañando esa tarde, ambos sentados en el sillón apachurrados por todas las cosas que había a su alrededor. Había una película reproduciéndose en la televisión, se le había olvidado de que era pero podía ver un barco con cientos de personas corriendo a la vez que gritaban.

-Mira-Apuntó con su dedo la televisión-Ella es la mala, con su pinta de señorita bonita se va a ganar la confianza de los demás tontos y los va a matar, que astuta.

Explicó detalladamente cómo si Louis estuviera poniéndole atención a la película.

-Pero no le va a durar porque la van a matar de todos modos, ¿o si vive?-Frunce el ceño recordando la escena.

-Zayn ya la has visto ¿porque la vuelves a ver?-Louis ladeó la cabeza.

-Quería ver si esta vez no se mueren todos-Bebió de su lata de refresco.

-¿Que? ¿ósea que la ves varías veces para ver si algo cambia?-Carcajeó ruidosamente echando la cabeza hacia atrás.

-¿Cual es el chiste?

-En serio creí que el estúpido era Niall-Limpió las pequeñas lágrimas que habían caído de sus ojos sin parar su risa.

Zayn lo miró serio, él omega negó con la cabeza riéndose aún más.

-¿Comiste payaso hoy?-Apagó la televisión quedándose con la duda.

-No hables que me da más risa, haré la comida ¿te quedarás?

Margaritas [OMEGAVERSE]. LsDonde viven las historias. Descúbrelo ahora