Louis se encontraba ya recién bañado con una pijamada puesta, su celo había durado cuatro días siendo uno los más dolorosos, pero algo sinceramente no cuadraba ya que su celo debería de haber llegado hasta dentro de un mes más, pero supuso que hizo mal las cuentas. Niall se quedo con el esos cuatro días, le llevaba agua y comida, ellos como mejores amigos se ayudaban en ese aspecto cuando cada uno entraba en celo.
El omega rubio dio unos leves golpecitos a la puerta, Louis murmuró un leve "pasa" y se enredó de nuevo en las sábanas recién cambiadas.
-Hola pequeño, te traje un té-Le sonrió a la vez que dejaba el té en la mesita de noche.
-Gracias Ni, no se que haría sin ti.
Dejó un beso en su mejilla con cariño, agarró el té y le dio un sorbo, Niall tomó asiento a un lado de él, tenía que decirle porque la duda la carcomía.
-Louis ¿porque tú celo se adelantó?-Preguntó.
El omega castaño alzó las cejas-N-no lo se.
-Tu crees que...
-No Niall no es eso y por favor no hablemos de esto sigo cansado-Volteó hacia la ventana.
El omega asintió entrecerrando los ojos, porque pueda que el haya visto a un alfa en sus mismas condiciones salir huyendo del lugar.
Al otro lado de la ciudad se encontraba Harry terminando de ver las carpetas con fotos de omegas, su celo le había quitado la mayor parte del tiempo y ahora solo le quedan tres días para encontrar a alguien. Cerró con fuerza la última y la tiró al suelo, gruñó arto de la situación, su padre estaba acabando con su paciencia.
Se paró de aquella silla dispuesto a salir de aquella oficina, tomó su saco del perchero y salió. Por la cara de pocos amigos que llevaba nadie se atrevió a saludarlo.
-¡Harry!-Una voz chillona se escuchó detrás de él.
El alfa se hizo el sordo caminado más rápido de lo normal, si la ignoro se va a ir, si la ignoro se va a ir, se repetía mentalmente hasta que al llegar al elevador la omega ya se encontraba a un lado de él.
Le sonrió falsamente-Hola Irina.
-Hola Hazz-Bajo no tan disimuladamente su blusa soltando de sus feromonas.
Harry volteó para arrugar la nariz, era el olor más asqueroso que había olido, recuperó la postura acomodando su camisa.
-Quería saber si podíamos salir este fin de semana.
-Lo siento Irina, tengo una semana muy ocupada.
-Bueno podría ser la otra semana-Batió sus pestañas.
Hizo una mueca-También estaré ocupado.
Las puertas del elevador se abrieron y de un paso entró, le sonrió apretando los botones rápidamente para alejarse de ella.
-Nos vemos-Le dijo antes de que las puertas se cerraran.
Irina era una omega rubia demasiado engreída que le pisaba los talones cada que entraba al edificio, siempre insinuándosele, Harry mantenía una distancia considerable para que ella no creyera cosas que no son, se arrepiente tanto de haberle pasado ese bolígrafo.
Las puertas se abrieron dejándose ver la recepción llena de gente, ignoro el hecho de que las miradas de las omegas se posaron en el como de costumbre, estaba tan cansado.
Se fue directo hacia donde había dejado estacionado su deportivo, cerró de un portazo después de entrar, su teléfono vibró y lo sacó de su bolsillo.
Liam: te tengo a dos omegas dispuestas a acompañarte el domingo, estoy en el café de siempre te veo acá.
Harry: Liam ya no las necesito.
Tiró su móvil al asiento de a lado escuchándolo pitar con más de cinco notificaciones, su mirada se posó en una pareja que iba pasando la calle, iban tomados de la mano a la vez que un pequeño cachorro corría enfrente de ellos.
Sonrió triste, el alfa solo quería llegar a casa y que alguien lo esperara con los brazos abiertos, con una cena riquísima, alguien que le dijera lo mucho que lo ama y tal vez unos cachorros corriendo por todo el lugar. A lo mejor no había alguien destinado para el y se quedaría solo el resto de su vida.
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Margaritas [OMEGAVERSE]. Ls
FanfictionHarry solo quería encontrar a alguien que lo acompañara a una cena, no a su destinado.