Un Lugar En Silencio [Marcus Abbott]

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──No lo sé, ha estado rara durante los últimos días, y me preocupa que esté sucediendo algo grave..── dije con sinceridad.

──No te preocupes, de todas formas deberá decírtelo, sea ahora o en dos años o más.. La verdad no puede ocultarse por siempre.── respondió

Ambos nos encontrábamos acostados en el suelo de su habitación mientras hablamos y miramos el techo, como si fuese lo más interesante del mundo.

──Si, supongo. Quizás solo es el estrés, o algo de eso.

──Si, quizás.──

Dirigí mi mirada al reloj de la pared.

──11:30PM, ya me voy, mi tía ya debe haber llegado.

──¿Te acompaño?

──Vivo en la casa de al lado, Marcus, no hace falta. Adiós, te quiero.

──Está bien, adiós.──

Me levanté del suelo luego de dejar un beso en su mejilla y salí de la habitación.

──Eve, ya me voy..

──¿No te quedas a dormir?

──No, lo siento. Mi tía ya debe haber llegado a casa, hoy es uno de los pocos días en que no pasa la noche en el trabajo y debo volver.

──De acuerdo, nos vemos mañana.── se despidió de mi.

Salí de la casa y caminé a la mía, que de hecho es la de al lado.
Entré y como lo supuse, mi tía acababa de llegar.

──Hola...

──Tamara, hola. Acabo de llegar, fue un día pesado y ya cené en la cafetería del hospital. ¿Quieres comer algo?

──Ya cené con los Abbott.

──¿Sucede algo..?

──No, no. Es solo que, siento que sucede algo grave y no quieres decírmelo...──

Ella volteo a verme y suspiró.

──Estás en lo correcto, pero todo tiene su tiempo, Tam.

──¿Y si cuando llegue su tiempo, ya no voy a poder hacer nada para ayudar?

──Las cosas pasan por algo, pasará lo que tenga que pasar.

──Okey...

──Necesito que me hagas un favor.

──Si, dime.──

Agarró el bolso que siempre lleva al hospital y sacó un sobre.

──Sabes que entro a trabajar a las 5 de la mañana, y no creo que a esa hora Evelyn y Lee estén despiertos.

──¿Si...?

──Dale esto a Evelyn, ella sabrá que hacer, y por favor, no lo habras.

──Está bien.

──Bien, gracias. Ahora ve a dormir que ya es tarde..

──Tía...

──¿Si? Dime.

──Si hay algo que yo pueda hacer por lo que sea que esté pasando..

──Tam, cariño, todo estará bien, no te preocupes.

──¿Lo prometes..?──

Silencio, eso era todo lo que había.

──Prometo que estarás bien.

──¿Y tú?

──Ven..── Ambas nos sentamos en el sillón. ──¿Te conté la historia de como llegaste a mi?

──No, nunca me la contaste..

──Okey... Hace trece años, mi mejor amiga tuvo una bebé, pero no tenía el apoyo de nadie, ni de sus padres, ni de su supuesto novio.. Ella solo me tenía a mí. La bebé solo tenía un mes de nacida, y su madre tenía muchos problemas, estaba en su último año para terminar sus estudios, desde las siete de la mañana, hasta las cuatro de la tarde, salía de allí y se iba a trabajar a una cafetería, volvía como a las diez y dormía.

──¿La bebé?

──No tenía tiempo para su bebé, estaba muy corta de dinero, debía pagar sus estudios, las necesidades de su hija, comida, alquiler, luz, agua, gas, y debía pagar todo eso con lo poco que le pagaban en la cafetería.

──¿Qué pasaba con la niña en todo ese tiempo que ella estaba fuera de casa?

──Yo la cuidaba, al ser un par de años mayor que la madre, yo ya trabajaba en un hospital, pero solo atendía llamadas y ayudaba en cosas simples como raspones de niños y cosas así, por lo cual no me pagaban mucho. Decidimos que si vivíamos juntas los gastos por alquiler serían menos, así que así fue. Mientras ella estudiaba y atendía la cafetería yo cuidaba de la bebé, cuando ella llegaba por la noche, yo iba a trabajar al hospital y así eran todos los días.

──Fue difícil para las dos...

──Si... Todo iba cada vez peor, hasta que conocimos a una chica, era tres años mayor que yo, ella ya tenía una niña muy bonita de casi dos años, y un bebé de cinco o seis meses. Tenía su marido y ya estaban formando su hermosa familia. Eramos muy amigas las tres.

──¿Las cosas mejoraron o seguían igual?

──Mejoraron un poco, me ofrecieron más horas en el hospital y aumentaron mi sueldo. Mientras la madre estudiaba yo cuidaba a la bebé, luego ambas salíamos a trabajar y durante el resto del día Evelyn la cuidaba junto a sus hijos. Todo iba bien, hasta que la bebé cumplió tres meses y su mamá no pudo aguantar más. Firmó papeles, me pidió que yo también firmara, dejó la bebé a mi cargo y se fué.

──¿Se fue? ¿Cómo?, ¿Que pasó con la bebé luego?

──Luego de eso, pedí que me cambiaran los horarios. Entraba al hospital a las seis de la mañana y salía a las seis de la tarde, mientras yo trabajaba, Evelyn cuidaba a la bebé, y luego yo pasaba el resto del día con ella. Íbamos bien, todo mejoró bastante, hubiese sido lindo que la chica se quedara con nosotras, pero fue su decisión.

──¿Qué pasó con la chica?

──Sinceramente, ni Evelyn ni yo sabemos de ella, supongo que terminó sus estudios y ahora quizás está trabajando de algo que le guste... Ella se fue lamentándose tanto, diciendo que volvería a buscarla, cuando tenga la posibilidad de darle una buena vida.

──Que.. triste.

──Así es... Se fué diciendo que sabía que su bebé la iba a odiar cuando le cuenten su historia... Esa bebé, eres tú, Tam.──

Sonreí, pensando.

──Pero yo no la odio. Fué mucho lo que tuvo que pasar... Yo no hubiera hecho lo mismo que ella, pero cada uno siente las cosas de diferente modo. Y estoy muy agradecida contigo y con Evelyn por todo lo que han hecho por mi.

Ella me abrazó.

──Ve a dormir, ¿Si?, Mañana trabajo y ya es muy tarde...

──Si, está bien.──

──Oh, un momento.── Se levantó del sillón y de uno de los muebles sacó una caja mediana. ──Desde ahora son tuyas, míralas mañana, ya es tarde, ve.──

Me dirigí a mi habitación con la caja en manos y la coloqué sobre la pequeña mesa junto a mi cama. Apagué la luz y cerré los ojos, consiguiendo rápidamente dormir...

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Hi! Primer capítulo de este fanfic<3
1061 palabras!

-Lily♡︎