Capítulo 3. Una escapada durante la cena familiar

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Ella duerme despreocupadamente, ajena a la situación, sin notar que él está allí dentro y los guardias ni se percatan, haciendo a Dorian preguntarse qué clase de inútiles guardias reales tiene este palacio.

Con minuciosidad observó cierta parte de su pierna lesionada y detalló un vendaje sobre ella, vio el mismo vendaje en la parte de su tobillo.

Denotó concluyendo que el daño de la caída ha sido fuerte, era de suponer que esas robustas rocas que adornan el estanque la lastimaran. Lo que esa criada hizo, que la princesa cayera y como resultado se golpeara con las rocas, si es merecedor de castigo hasta incluso ser llevada a prisión.

Una mediana sonrisa se curvó en los labios de ella ¿Qué es lo que estará soñando? La suave piel se le eriza indicando un escalofrió que recorre su cuerpo, y se da cuenta que duerme descubierta, sin sabana que la cubra, llevando puesto un vestido transparente que deja apreciar sus casi formadas curvas y la línea visoria del principio de sus senos.

Serena tiene frío y él precisamente adquiere una elevada temperatura con tan sólo una superficial vista.

—Es el tipo de mujer que debe estar cubierta de pies a cabeza.

Fastidiado por la reacción que provocó en él, optó por cubrirla con la oscura sabana y termina retirándose de la habitación por el balcón después de contemplarla sin reparo, mismo por el que entró hace tan solo un momento.


De vuelta a su Residencia empezó a cuestionarse a sí mismo ¿Qué demonios fue a hacer allí? a estas horas de la noche, entrando por las ventanas como si fuera un ladrón. Nunca lo fue y nunca lo seria, escabulléndose en la habitación de una mujer y ésta no es una simple mujer, es la hija menor de su padre.

Es solo una preocupación de un hermano mayor hacia su hermana menor. No es nada extraño de pensar esta forma tan peculiar de actuar por parte de él ¿cierto? O al menos eso pensaba, auto explicándose la excusa que a él le convenía comprender.


Frente la radiante luz que abría paso a una nueva mañana, las doncellas estaban vistiéndola y peinándola cuando el ruido de la puerta se abre con sigilo generando un rotundo silencio paralizando tanto a ella como a Zena,

Ya lo venía venir pero aun así....

— ¿Qué tienes como explicación acerca del incidente de ayer? —preguntó Narfen con el rostro rígido, conteniendo un disimulado disgusto.

Levantó la mirada hacia su madre mientras Finat como última acción colocaba en su cuello una elegante y exquisita joya originaria de Kunderwoold imperio gobernado por su abuelo, padre de su madre.

Siempre se preguntó porque su madre, siendo la hija del emperador de Kunderwoold sólo ascendió a ser reina consorte de su padre.

El linaje de su madre es el más alto que una mujer noble puede tener y que la hace merecedora de ser la emperatriz del Imperio.

Sin embargo el emperador hizo de la madre de Dorian la única emperatriz hasta ahora y no hay indicios de quererla destituir, quizás su padre realmente ama a la emperatriz.

A pesar de tener otras esposas.

—Cómo has de haber escuchado —contestó con cautela y señaló sus piernas vendadas haciendo que el rostro de Narfen se ablande —Fue un desagradable accidente.

Por supuesto agregó lo que había acordado decir con Zena anoche, para evitar ser reprendida por salir afuera de la residencia a un horario no permitido.

Serena comenzó a relatar lo que acordó en decir con Zena y Narfen escuchó con atención la explicación de su hija, vino tan pronto se enteró de los sucesos del día de ayer.

La Princesa Del EmperadorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora