Está contenta, y es que la emoción de satisfacción la abraza mitigando el sufrimiento al que se halla expuesta.
Han pasado cinco días desde que la tomó violentamente la primera vez, por lo que ahora puede caminar aunque con ayuda de las doncellas.
Por lo menos se mantiene de pie por sí misma pero no demasiado tiempo, aún se siente débil.
Hoy llega Zena, y esa es otra de las razones por la que se encuentra contenta.
En cuánto su estado, la doctora ha estado viniendo todos los días a revisarla, notó mejoría en ella evaluando que la herida estaba cicatrizando satisfactoriamente.
Fue anoche que le pidió a Dorian que hiciera volver a Zena mientras compartían intimida.
Los recuerdos le vienen como el flash de una película de adultos. Y es que la excitación se mezcló con la vergüenza de estar expuesta sin ropa a su alcance mientras se apodera de uno de sus senos para morderlo, en tanto que con la otra mano baja hacia su entrepierna para rozar con sus dedos la feminidad de ella.
Una sensación abrumadora la envuelve y el placer le quema hasta el alma haciendo que ella misma no sea consciente del estado en la que se encuentra
No está segura si de sus labios salieron gemidos mientras la explora sin piedad allí abajo, y sí es que lo hizo, ruega que ojalá él no la hubiera escuchado.
—El día es demasiado aburrido para mí. —aplacó la vergüenza e hizo todo lo posible para que voz suene normal.
No lo ve durante el día para alivio y tranquilidad de su tiempo, las doncellas de Vaulex acompañan su aburrido y matutino día pero no es suficiente.
Necesita la compañía de Zena.
—No sabes cómo me frustra no estar cerca de ti durante el día. —dijo él antes de devorar el otro pezón para marcarlo mientras la otra mano continúa con su labor, excavar y apretar su clítoris. —Trataré de llegar más temprano.
Serena arrugó la frente y se mordió los labios para contener sus gemidos. No sabe cómo llegó a esa conclusión, no se está refiriendo a que lo extraña o que desea verlo durante el día, pero no lo contradijo, dejó que pensara eso si le ayuda a traer de vuelta a Zena.
—Por eso mismo, necesito una compañía durante el día. —se retorció pero su agarre es duro y se ve aprisionada con su musculoso cuerpo.
Sus manoseos se detuvieron, su lengua dejo de lamer la areola de su pezón que con los estímulos está erecto pellizcando la punta por atención
Su corazón se desencajonó, los ritmos se le disparan y ella se ruboriza, jadea e inhala la falta de aire que no llega a sus pulmones, siente que está en un maratón.
Las mejillas de Serena ardieron cuando la miró a los ojos intentado descifrar que es lo que ella trama.
— ¿Qué es lo que quieres? — preguntó con sequedad.
Temerosa, Serena tragó saliva con dificultad.
—Haz que Zena vuelva —pidió con voz tranquila aunque por dentro los nervios y la vergüenza la embargan terriblemente —Ella hará que no me aburra en el palacio y aprecie un poco mi estancia aquí.
Dorian sabe del poder que ejerce sobre los demás, y fija su mirada sobre ella, dejándola estática, no es telepatía pero el cuerpo da señales y no puede leer los pensamiento de Serena lo que lo altera.
—Por favor, necesito la compañía de mi doncella personal. —Serena volvió a repetir con una exquisita voz que sonó exquisita a oídos de él.
Aún así, Dorian nota en los ojos de ella desconfianza. Y Serena comprendiendo que él no confía en ella deslizó su mano sobre el tórax de Dorian suavemente. Tiene que hacer que confíe en ella y esté de su lado.
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La Princesa Del Emperador
RomansaConocida como la Rosa del Imperio, Serena es la princesa menor de la familia real que sólo algunos tienen el privilegio de conocer. Desde niña y sin ser presentada en sociedad, ha llamado la atención, no hay nada ni nadie que quede deslumbrado con s...