Manjiro Sano tenía 8 años, solamente 8 años cuando se hizo la pregunta más importante de su vida.
—Shinichiro ¿Tú sabes qué es un alma gemela?
—¿Un alma gemela? Pues... Es difícil de explicar, un alma gemela es como un mejor amigo pero también es más que eso, es una persona que te complementa, lo que te falta esa persona lo tiene y lo comparte contigo, es alguien que te entiende incluso sin necesidad de que tengas que explicarte, es alguien que te inspira a ser mejor persona, a ser alguien digno de estar a su lado... Y es alguien que creerá en ti y tu fuerza primero que nadie o si nadie más lo hace y no importa que pase siempre vas a amarle, nada puede cambiar eso— Su hermano hablaba con tanta devoción de las almas gemelas que sintió un revoloteo en su estómago, todo el tiempo que Shinichiro hablo observaba el cielo despejado que estaba sobre el dojo, luego cambio la vista ha su mano izquierda, contemplando un pequeño anillo rosa en su dedo anular —Un alma gemela es un destino Manjiro, un alma gemela es... Tu final feliz.
—¿Tú ya tienes a tu alma gemela Shinichiro?— volvió a preguntar Mikey con entusiasmo.
—Si, es Takeomi.
—¡¿Takeomi, pero como sabes que es él?!— estaba asombrado, no se imagino que su hermano mayor ya hubiera encontrado a su igual.
—Lo se porque cuando lo conocí esto— dijo levantando su mano y mostrándole su anillo —Cambio su color, dejo de ser totalmente gris para ser de un bonito color rosa y en cuanto lo ví supe que era él.
—Ah, no entiendo— susurro Mikey mirando su propio anillo, era raro, el anillo del moreno era de un suave color rosa pero el suyo era de un brillante color amarillo, vamos Mikey ni si quiera sabía de dónde había salido ese anillo pero tampoco se lo había cuestionado antes —Explicame más— exigió el rubio.
—Ya te explicarán en la escuela...
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Y así, con algunas dudas más en la cabeza llegó el día que a sus 10 años le aclararon sus preguntas.
En ese mundo tan fascinante en el que había nacido, cada persona portaba un pequeño anillo en el dedo anular de su mano izquierda, llegaban al mundo con el, y ese anillo indicaba que esa persona tenía a alguien que te complementaba, tal como le había dicho su hermano mayor.
El anillo indicaba que tenías un alma gemela esperándote en el mundo.
Y entonces Manjiro empezó a prestar atencion... Veía su anillo cambiar de color, la mayor parte del tiempo era de un brillante y bonito color amarillo, otras saltaba por unos efímeros segundos un fiero color rojo, de vez en cuando se tornaba de un débil y opaco azul aunque era muy extraño y por alguna razón en ocasiones a la hora de la merienda se ponía de color verde.
