La vida de Ricardo esta sumida en la monotonía como fotógrafo en una revista que se distribuye a nivel nacional, hace fotografías sobre la naturaleza, fiel seguidor de los cuentos debido a las historias fantásticas que le contaba su padre cuando era...
No quise estar en el hospital, cuando Rosa murió, intentaba borrar la imagen de Marco, fue un poco tétrico su final, no era una situación muy fácil, la que yo vivía estos últimos días, la policía de vez en cuando me miraba extraño a pesar de que se había comprobado el suicidio de Marco, usualmente al salir a la calle, esas miradas me rodeaban para culparme, no me sentía cómodo.
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Estaba acostumbrado a estar en casa y no ver la luz del sol, confieso que el haber descubierto a mi familia me hizo cambiar en algunas cosas, Elena se comportaba muy paciente conmigo aunque le parecía extraño que entre ella no existiera muchas caricias y besos como regularmente lo hace una pareja que tiene poco tiempo de noviazgo.
Pero no lo disgustaba el hecho de cambiar esos gestos, por momentos únicos que pasábamos juntos, yo creí que lo nuestro no era tan mediocre como para solo reducirse a esos gestos de cariño, me parecían fantásticas las conversación que manteníamos en la noche ,ella y yo, nos sentábamos en la sala, yo preparaba café o te, Elena traía galletas o pan y lo disfrutábamos juntos, todo empezaba con un "cuéntame de tu día" porque ya no teníamos contacto durante el día, en la noche nos compartíamos esos momentos, entre risas y algo de seriedad parecía ser la mejor rutina del mundo.
Eran las 7:23 de la mañana, no era muy usual para mi estar despierto pero no lograba dormirme, para ser exactos desde la muerte de mi hermana no me encontraba tranquilo, esto me causaba mucha desesperación. quería saber que podría hacer para solucionar ese problema.
Me dirigí hacia un espejo y mi cara delataba mi cansancio, por un instante me imagine igual a mi padre, el había logrado tener algo que llaman un romance, no sonaría mal que eso pasara con Elena; ambos éramos jóvenes adultos, teníamos malas experiencias por personas que no valia la pena recordar. Prendí el televisor, no había nada bueno que ver, todo me recordaba a esas dos personas que murieron. Tarde 2 minutos para apagarla.
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De forma repentina alguien toco la puerta con fuerza, eso solía ser Elena, seria una agradable sorpresa tenerla esta mañana.
- ¡Que agradable sorpresa tenerte esta mañana!
Cuando abrí la puerta, era Cinthia, había olvidado confirmarle aquella invitación que me hizo para platicar.
- ¡No esperaba que me recibieras de esa manera! - no pensé que ella estuviera a esa hora tocando a mi puerta, mi rostro se puso serio
