Capitulo 15

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El tiempo ya no era un problema al escuchar la voz de mi hermana aquel momento.

- Que gusto que sin importar los años, tú aun me sigues reconociendo

- Ya quiero verte

- Yo también - una voz muy delgada se escuchó en la llamada - ¡Hola tío Ricardo!

Perdí la señal para seguir la llamada, al escuchar la voz de una niña, supuse que era la pequeña Mari, no pude evitar sonreír, pensé que sería una muy buena estrategia llevar un pequeño presente para ella, pero no quería causarle molestias a Estrella, ya era mucho para mí que se ofreciera a llevarme en su auto, recuerdo que mi hermana tenia gustos muy particulares, en pocas cosas coincidía con las demás niñas, casi no tenía amistades como yo. Rosa solía decir que la princesas eran débiles y que ella era una amazona, recuerdo que cuando veía un gato blanco solía decirme:

- ¡Mira! Ese gato es luna

- Oye creo que tienes problemas con ver animes

Era la respuesta que solía decirle cada vez que veía a un gato, recuerdo que siempre dibujaba a sus personajes favoritos que veía en la televisión, al entrar en la adolescencia, comenzó a hacer sus creaciones, pero como a mi también me paso, mi tío Eduardo nos decía que era solo un pasatiempo que no le tomáramos con seriedad, mi hermana se puso muy triste al escuchar esas palabras, siempre me decía que quería ser una ilustradora, a veces me he puesto a pensar, que habría pasado con nosotros si hubiéramos ignorado ese tipo de comentarios. Estos recuerdos me daban las respuestas de todas mis tristezas efímeras que solía vivir en soledad.

 Estos recuerdos me daban las respuestas de todas mis tristezas efímeras que solía vivir en soledad

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- Ya volviste a la realidad - escuche la voz de Estrella

- Lo siento a veces me pierdo en mi mundo

- He visto que te pasa mucho, eres distraído

- Algo así - solo intentaba recordar mi vida

No quería hablar mucho con Estrella porque el nerviosismo no me lo permitía, vi un auto negro que estaba estacionado cerca de una pizzería, recorríamos la calle que Cinthia me indico. Justo vi que una niña que aparentaba los 6 años salió del auto negro y me hizo señas con sus manos, no la conocía en lo absoluto pero por suerte vi a Cinthia y le pedí a Estrella que frenara.

- Creo que aquí te dejo - me dijo a ella sin mirarme y con la mirada fija en el camino

- Sería muy bueno que tu también me acompañaras para presentarte a unas personas - le dije para incluirla, lo gracioso del asunto era que estaba por ver a alguien después de mucho tiempo y no sabía si era favorable hacer eso con Estrella

- No creo que sea buena idea, estaremos en contacto, no te preocupes por mí, estoy segura de que nos veremos pronto -añadió de una manera cortante para que no se me ocurriera insistir

La historia de dichos amaneceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora