Capitulo 3

191 136 44
                                    


-¿Cómo llegue aquí? -me pregunte después de levantarme del suelo, estaba en la orilla de una carretera, no tenía idea de que como había llegado hasta ese lugar

El silencio encerraba mi voz en un callejón sin salida, por lo tanto sería inútil gritar por ayuda. Dirigí la mirada hacia varias direcciones con la esperanza de que una persona o un coche por arte de magia aparecieran en esa carretera donde estaba abandonado. Solo había arboles de una gran magnitud era el escenario perfecto para esos cuentos fantásticos donde aparecen duendes y brujas. No era momento de que mi mente hiciera juegos crueles con la realidad que vivía en ese momento.

Por una extraña razón mi corazón latía más rápido de lo normal, y mis manos temblaban, delatando mi nerviosismo exagerado, de ambos lados de la carretera solo había grandes árboles y un silencio tan crudo que no podía asimilar, mi vestimenta era informal como para entrar a "el bosque encantado", era el nombre que le había puesto de acuerdo a una pequeña historia que ya había inventado en mi cabeza. Tarde unos minutos mirando hacia varios lados a la vez, el cielo estaba por nublarse y tome el valor suficiente para entrar a ese lugar, dure caminando unos cuantos minutos y nada mejoraba, llegue hasta una orilla y me di cuenta que realmente era en una montaña, no podría especificar el entorno tan solitario que me rodeaba, lo único que sabía es que si no estuviera tan nervioso, sería un ambiente excelente para una fotografía muy bien hecha, pero no era momento de pensar en esas cosas. Observe por unos minutos mi alrededor no tenía idea de la razón por lo cual entre al bosque, intente regresar a la carretera, la idea de entrar al bosque había sido muy tonta de mi parte, ¿Por qué lo hice?, me preguntaba eso en ese instante, debía encontrar el camino de vuelta en donde todo empezó.

Aquel bosque tenia demasiadas hojas secas que era algo irritante escuchar cómo se rompían con mis pasos, en fin, no era buena idea hacer un capricho solo por eso; lo único que importa es mantener la calma y pensar en algo para salir de allí; empecé a desesperarme después de un lapso de tiempo, no obtenía resultado alguno y estaba perdido, cuando tome un pequeño descanso me percate de un montón de hojas secas que cubrían algo, me acerque de forma lenta, con miedo a que pudiera ser un animal y me hiciera daño, quite las hojas y no podría creer lo que estaba viendo, era una tumba, me altere al verla justo en ese lugar; mis piernas estaban listas para correr lo más rápido posible, pero me tranquilice y respire profundo, y habían un nombre que sobresalía en la tumba, quite todas las hojas que cubrían las letras y empecé a leer el nombre, cuando descubrí por fin de quien se trataba, sentí un frio que en mis pies que poco a poco subía por mi espalda, el nombre era de Cecilia Morales González.

- Ese nombre es de mi madre.

- Ese nombre es de mi madre

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.


Sentí varias emociones al mismo tiempo, estaba confundido y sentía tristeza era como si alguien hubiera planeado esta coartada, de repente empezó a llover y corría un viento fuerte, caí de rodillas en frente de la tumba y cerré los ojos, tome un puñado de hojas secas y las rompí con mucho coraje, volví abrir los ojos y ya no había nada en frente de mí, me levante rápidamente del suelo y justo estaba dispuesto a correr sin rumbo alguno escuche que alguien dijo:

La historia de dichos amaneceresDonde viven las historias. Descúbrelo ahora