21: El esclavo y la empatía.

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Hace 500 años nació un alma pura, una que sin importar la circunstancia brillante y limpia todo lo que estaba a su alrededor, algo como un pequeño angel, se le dicen que son los hijos preferidos de nuestro rey, esa alma parecía tener todo para ser un santo, pero entonces... se enamoró, un demonio apareció ante él, el demonio no lo lastimó, incluso nunca lo tocó, pero esa persona se enamoró al grado que entengro su alma por completo, el demonio no lo amo, lo uso, hasta hacerlo pecar, lo hizo matar a una persona y su alma se quebró, la locura lo envolvió, la oscuridad se impregnó, si pudiera describirlo, sería un demonio con la fuerza de Kexing, un jinete del reino del infierno, mató a miles, y los 3 arcángeles bajaron para atraparlo, la lucha duró demasiado y aunque había la oportunidad de salvar su alma, no se logro, su alma se desvaneció, fue purgada en la tierra... cuando ShenWei supo de la existencia de Zishu, se dedico a cuidarlo, desde que nació, como su angel guardián, estuvo ahí incluso cuando debió morir, pero jamás se atrevió a tocarlo, pero si hubiera tenido el valor, ahora es que se arrepentía de  dejarlo acercarse a Kexing, y ninguno de estos angel y demonios sabe que juego esta jugando el rey del cielo y el rey del infierno para ponerlos juntos, pero la persona dentro de esa habitación... ya no es Zishu.
ShenWei y Yunlan  solo pueden  esperar a que Kexing llegue.

-- yo sé que mi jefe no lo obligará a nada es más mi jefe puede vivir eternamente compartiendo el alma de Zishu, solo tiene que convencerlo de que se la entregué.-- de pronto se detuvo un momento y recordó que Kexing estaba cambiando.

Pronto se dió cuenta que de un tiempo a la fecha, kexing se había vuelto mucho más condescendiente con la especie humana.

-- Pero no lo hará es más me prohibio que lo mencioné. -- suspiro desanimado Yunlan. -- El prefiere dejar de existir a hacer algo así.... Yo solo espero que sobreviva está batalla no quiero administrar  el infierno.-- dijo Yunlan un tanto desanimado.

Tras esto se lanzó a los  brazos de ShenWei, este día solo quería  ser mimado.

— Hablas de más pequeño demonio. — ShenWei lo abrazo haciendo que se sentara  sobre sus piernas, acariciando su cuerpo — Eres un bebé para que administres el infierno... — paso su lengua por el cuello de este frágil demonio. — ¿sabes?... me gustas mucho... más de lo que pensé..

ShenWei ya no tenía el menor empacho en mostrar sus sentimientos. Ahora lo sabía, amor era lo que sentía, amor carnal, pasión deseo y ganas de tenerlo para si.

-- a mi también me gustas mucho, es tu olor -- Yunlan inalo fuerte por su oído. -- talvez sea por que no me jusgas por lo que soy.

Mueve su cadera para mostrarle lo dispuesto que está, lo quiere tener cerca y aun que la palabra amor no tiene definición en el infierno, Yunlan está dispuesto a grabarla en cada roca de este por el.
ShenWei al sentir como mueve su cadera sobre el, haciendo qué su cuerpo comience  a responder al estímulo.

—Yo no soy nadie para juzgarte... lo único que se, es que tu cuerpo me tiene hechizado, dudo que desee separarme de ti...

Yunlan besa y luego muerde el lóbulo de su oreja para después murmurar.

-- que dice señor ShenWei, ¿ponemos unos sellos en este departamento y vamos a la suya? o ¿nos arriesgamos a qué nos vea Zishu?.--  Lo besa con desesperación.

Los labios de este demonio hechizan a ShenWei y por un buen rato disfruta de ellos tan lentamente, que se olvida de todo en su entorno.

— ohhhh.... Pequeño travieso no sabes cómo lo  deseo eso, pero si Kexing se entera que dejamos a Zishu nos matara a los dos, además, aún no se que vaya pasar con el,  tengo el temor que si nos vamos algo malo pasara.

Aun en contra de su voluntad lo baja de su regazo, y ambos se ponen a sellar el departamento de Zishu.

—Solo hasta que llegue tu jefe y te prometo que no te dejare por un largo tiempo. -- le sostiene la barbilla y besa una última vez.

La Debilidad De El Demonio.Donde viven las historias. Descúbrelo ahora