Capítulo 11

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Ian Wayne

— Me duele la cabeza — grité de mal humor, escuchando quejas de los demás  — ¿Quién abre la cortina conociendo las consecuencias de beber el día anterior? — comenté tapándome con la manta que dormí

— Ya despierten, es la una de la tarde, debemos aprovechar el sábado — dijo Jenn, mientras todos gruñíamos por la resaca

— ¿Por qué todavía dejamos que Jenn se quedé aquí sabiendo que toma poco y al día siguiente es irritante? — preguntó Z enojada

— Querida Zoe, sabes que todos me aman, además que cada que sucede esto les traigo pastillas, café y comida para que estén bien pero también que Jay no me dejaría conducir su auto, ni me llevaría a casa —  comentó angelical poniendo énfasis en el nombre de Z, mientras caminaba a la cocina y regresando minutos después con las fundas, entregándonos lo mencionado anteriormente a cada uno.

— De hecho si te amamos — dijimos todos descoordinadamente mientras comíamos.

 Tiempo después ya estábamos listos “para aprovechar el sábado” como dijo Jenn, la casa de Ander es como nuestra pequeña fraternidad, cada uno tiene su cuarto, pero cuando tenemos reuniones dormimos en la sala sobre la alfombra, que puedo decir somos un grupo muy unido, aunque más es porque nos da vaguería levantarnos.

— Vámonos — gritamos todos emocionados, listos para ir a la playa que está a treinta minutos cerca de aquí.

Fuimos todo el camino cantando, bromeando y riendo.

Disfrutamos bastante en la playa y regresamos la madrugada del domingo, aprovechamos las horas que quedaban del amanecer en casa para después cada uno dirigirse a su respectivo hogar a las ocho de la mañana y dormir un poco.

Justamente estaba llegando a casa y me topé con un chico alto, cabello negro saliendo de casa de Adeline con ella riendo, es la primera vez que la veo así, es raro, porque siempre tiene cara de “me vale lo que pase a mi alrededor”, supongo que es la falta de sueño, porque sin darme cuenta me quedé como tonto viéndola subirse al carro de su ¿Amigo?, a continuación, entré rápidamente y subí a mi habitación, cuando mi cuerpo agotado tocó la cama caí instantáneamente en los brazos de Morfeo.

—¿Me lo dices en serio?— balbuceé entre sueños, aunque lamentablemente mi sueño no logró culminar.

Desperté con los ruidos de abajo provenientes de mi madre que como siempre está peleando con su marido por cosas sin sentido, me cambié, tomé las cosas para mañana, mis llaves y salí, estaba cansado de estupideces, fui directo al departamento de Z que estaba en las gradas abrazando su mochila mientras veía a la nada, tampoco quería estar ahí.

Ambos nos dirigimos a casa de Ander, entramos con naturalidad con una de las copias que nos dio y fuimos a la sala donde nos encontramos con él mismo durmiendo  con un pedazo de pizza en la boca, eso alegró mucho a Zoe que aprovechó el momento para tomarle varias fotos en los diferentes ángulos posibles.

Después de la sesión de fotos, guardó el celular, fue a la cocina y le lanzó un vaso lleno de agua en la cara provocando que este se ahogue y empiece a toser, levantándose de golpe, lanzando la pizza a la caja vacía.

— Pero, que te pasa, pude morir ahogado — dijo indignado el pelirrojo

— Pero, desgraciadamente no lo hiciste o si, idiota — puso énfasis en la última palabra mientras Ander ponía los ojos en blanco

— ¿Qué hacen aquí? — preguntó cambiando de tema

— Mi madre peleando con su marido de cosas estúpidas, ya sabes — comenté

— ¿Y tú, pequeño chicle de Ian? — señaló a mi acompañante

— Lo mismo de siempre — dijo encogiéndose de hombros para después rodear mi brazo con sus manos, siempre que algo pasaba ella me abrazaba, es una acción que hace inconscientemente supongo

— Okey, Ian y su chicle ¿Qué les parece si vamos a comer? — preguntó a lo que ambos asentimos — recuerden que mañana tenemos clases, entonces, regresamos a dormir — dijo tomando las llaves de su auto, puede que sea un idiota amante de las fiestas y el alcohol, pero es responsable con sus estudios por esta razón cuando cumplió dieciocho antes de iniciar este año sus padres le dieron el carro que tiene, Ander compró la casa con el trabajo de todos nosotros, sin embargo es más casa de él porque paga los gastos y vive aquí, sus padres lo dejaron quedarse solo, con la condición de que vaya cada dos semanas a su casa que está a una hora del pueblo.

Comimos unas hamburguesas en el centro de la ciudad, llegamos a casa cansados, cada uno fue directo a su habitación, me acosté pensando en muchas cosas que ni si quiera me di cuenta que me había quedado dormido.
 
Días después seguía viviendo en SUPS, hasta los demás miembros se unieron, la casa estaba completa, íbamos y veníamos del colegio a casa, hacíamos los deberes juntos y pasábamos como una familia, cuando se enteraron de lo sucedido en la casa de Zoe y en la mía, no preguntaron nada, porque con una mirada ya lo sabían todo, pero también supieron cómo hacernos sentir mejor pues como dice:

"Una de las más bellas cualidades de una verdadera amistad es entender y ser entendido"

Zoe aunque pareciera fuerte, ahogaba todo problema pero siempre la hacemos sentir mejor.

A Pesar De Todo #1 [Primera Versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora