Capítulo 12

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Narrador Omnisciente

Adeline a empezado a asistir a terapia después de una crisis de ansiedad presenciada por su joven amigo.

Una tormentosa noche de lluvia, despertó a la chica y no de la mejor manera, pues esta como muchas otras la hizo recordar todo, hasta ocasiones que antes eran nublosas para su memoria, de cierta forma hay partes del accidente que todavía no son claras.

Esa oscura madrugada, la llevó al fondo del abismo que sentía solo con recordar a su progenitora, su habitación la ahogaba, sus solloros la obligaban a respirar entrecortado, sus lágrimas alimentaban de heridas su corazón roto haciendo que este doliera más y por consecuencia que su pecho pese. Apenas han pasado un par de meses, que se han convertido en un verdadero infierno, mientras ella se hundía en el dolor, desesperada tomó su celular y dinero para ir a comprar más pastillas, lo hacía habitualmente, como pudo condujo en su moto.

Al regresar fue directo a la cocina por agua, sin percatarse de la presencia de Jade, que al verla sacar pastillas desesperada del frasco, se las quitó inmediatamente para analizar el contenido que por la cara del moreno no era algo que quisiera que su amiga consumiera, eran tranquilizantes si, pero contenían droga y consumirlas en exceso hacía que la misma se sintiera terrible después del efecto.

La pelinegra seguía nerviosa y bastante inquieta, necesitaba las sustancias, quería sentirse mejor, pero el moreno no quiso entregárselas, a pesar de la insistencia.

Pasaron toda la noche juntos, ella no podía dormir y él no la dejaría sola, pues eso hacían los mejores amigos.

Al día siguiente solo él, asistió a clases, ya que la joven se sentía como si la hubieran atropellado, su cuerpo se sentía pesado y su cabeza palpitaba, necesitaba el efecto del medicamento, pero su amigo se las había llevado y no estaba en condiciones de salir, pasaron las horas y cada vez se sentía peor.

Estaba encerrada en el baño vomitando, cuando su compañero llegó con comida, además de los apuntes para que se igualara, la ayudó a levantarse, la distrajo del dolor, la cuidó por las noches, así fue durante un mes entero que pasó encerrada en casa, al cumplir el mes se sentía con la capacidad de salir, pero sobre todo, porque si seguía faltando sería expulsada, Jade la obligó a buscar ayuda profesional.

La pelinegra de ojos oscuros empezó a ir nuevamente a clases no muy centrada, pero estaba, justificó sus faltas y asistía tres veces a la semana a una psicóloga cerca de casa, varias veces se topó con su compañero de clase Ian con quién cruzaba mirada pero nada de palabras.

Comúnmente ambos asistían por obligación, pero ninguno hablaba de lo que sucedía, la terapeuta no comprendía como dos pacientes eran tan parecidamente callados y ni una palabra cruzaban, una vez hasta los llamó el mismo día y hora poniendo a ambos al frente en la misma habitación, dejándolos solos para ver si hablaban pero también falló pues simplemente se miraron algunas veces para luego bajar su vista y quedarse en silencio toda la hora, ella los vigilaba con una cámara encima del cuadro, bastante inteligente, pero un plan bastante fallido a su parecer.

Ian y Adeline eran un caos según habían comentado las personas que las obligaron asistir, ambos estaban rotos, a ninguno le gustaba hablar de su dolor sufrían en silencio y eso los estaba matando, sus amigos o familia se preocupaban bastante, ellos sólo querían terminar con esto de una vez por todas, cumplir promesas para después hacer lo que la vida los depare.

Ninguno se daba cuenta del daño que causaba a su alrededor, tenían que sanar pero necesitaban algo que los hiciera reaccionar pues eran necios y bastante cerrados…

A Pesar De Todo #1 [Primera Versión]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora