Octubre 3, 2021.
El clima empeoraba cada vez más y a SungHoon le temblaba el párpado izquierdo desde que se dio cuenta de la falta que le hacía el paraguas ahora mismo, ese que ignoró junto a su puerta horas antes siendo iluso de un clima perfecto.
Ahora se hallaba en la parte techada de un local donde vendían artesanías en busca de que algún milagro le sucediera y dejara de llover de forma tan estruendosa para poder ir a tomar el autobús, pero al parecer el universo no se encontraba de su lado en aquella tarde, casi noche.
— Maldición — murmuró por décima vez en menos de dos minutos, miraba al cielo grisáceo con ojos de esperanza pero no, definitivamente eso no pararía en un buen rato.
Había salido durante la tarde para una entrevista de trabajo siendo mesero en una pequeña cafetería, su ánimo no podía estar mejor debido a que según él le fue de maravilla pero, aunque le agradaba la lluvia, ahora se sentía algo decaído.
Unos pasos se avecinaron siendo tan claros como el agua chocando contra el piso, reconocería el sonido de esas botas en cualquier momento, lugar o situación. Sin mirar fijamente a la persona que llegó a su izquierda, comenzó a hablar.
— Hola, HeeSeung.
— Dichosos los ojos que te ven, Park SungHoon.
Los labios rojizos del menor se curvaron hacia arriba en una sonrisa, de esas que solo HeeSeung lograba sacarle. Giró su cuerpo quedando de frente con el mayor y se topó con un Lee cubierto por un paraguas color negro, su vestimenta demostraba que muy seguramente venía de un lugar elegante.
Un esmoquin ajustándose perfectamente a el cuerpo de HeeSeung, unos zapatos algo mojados y el cabello un poco despeinado junto a una corbata desatada y simplemente colgada en el cuello le daban un aspecto muy atractivo, cosa que nunca aceptaría en voz alta.
— ¿Qué haces aquí, peor aún, sin un paraguas?
— No llovía cuando vine — murmuró SungHoon y sacó su vista de Lee devolviéndola al frente.
— ¿Puedo llevarte a casa?
Su relación con HeeSeung era una de las cosas más extrañas que había experimentado en la poca vida social que tenía. Era un constante juego de coqueteo. HeeSeung era su vecino de apartamento; se encontraban en las escaleras, el cuarto de lavandería, incluso en lugares como el supermercado y ahora podía agregar a su lista la situación actual en que se encontraban ambos.
Lee se refería a él con apodos lindos y mencionaba alguno que otro piropo haciendo latir rápido el corazón de Park, mientras el menor intentaba mantener una expresión neutral.
No podía ceder aún cuando el recuerdo de su difunto amado, Sunoo, permanecía en su mente.
Habían pasado seis años ya, su terapeuta recomendaba intentar vivir con los recuerdos lindos pero no estancarse aún más de lo que ya estaba. Abrazaba sus piernas y recargaba su mejilla en sus rodillas mientras se deshacía en el piso de la cocina dejándose llevar por el sentimiento de tragedia en su pecho.
Entonces cuando llegaba HeeSeung y le decía "ángel" para después invitarle un helado del nuevo puesto bajo el edificio, lograba sacarle una sonrisa.
— Está bien.
HeeSeung sonrió y rodeó a SungHoon con su brazo. Avanzaron hasta quedar bajo la lluvia pero aún así cubiertos por el paraguas, los pasos que daban eran cuidadosos para no caer pero se tendrían que apurar para llegar al Mercedes-Benz de Lee.
SungHoon sintió un tirón que lo hizo detenerse a medio paso. Volteó a ver al mayor con duda y este le sonrió.
La diestra de HeeSeung soltó el paraguas negro haciéndolo caer al suelo e inmediatamente SungHoon pudo sentir el agua mojarlo.
— ¿Qué crees que haces? — le cuestionó hablando fuerte ya que el sonido del agua cayendo era potente.
— Intentar que te diviertas.
Su mano nunca abandonó el cuerpo contrario, entonces el mayor entrelazó ambos brazos y tironeó a SungHoon para empezar a correr bajo la lluvia. Se tomaron de la mano y empezaron a andar por la calle solitaria corriendo y al menor no le daba ni la más mínima gracia.
Fue cuando HeeSeung resbaló y cayó sobre su trasero que SungHoon comenzó a reír de forma descarada, sin embargo no lo pudo evitar, fue gracioso ver el rostro confundido de Lee en el suelo.
— ¿Te da risa, eh? — cuestionó el mayor.
— Ciertamente sí — dijo Park entre risas.
Lo que estuvo a punto de volverse una carcajada fue cortada cuando sintió una mano en su pierna y un jalón, terminando encima de HeeSeung. Le había tumbado para que cayera con él.
— Si caigo yo, tú caerás conmigo.
Y finalmente, debajo de aquella densa lluvia que parecía no tener fin, ambos comenzaron una lucha en busca del vencedor, dando vueltas sobre el pavimento mojado y arruinándose la ropa. SungHoon reía como HeeSeung nunca lo vio hacerlo ya que siempre se limitaba a pequeñas sonrisas, no estaba seguro del porqué, pero le gustaba ser parte de la razón de su felicidad.
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imperfecto extraño ☆ heehoon [flufftober 2021]
Fiksi PenggemarSi le preguntas a SungHoon y HeeSeung cuál es el mejor sabor de helado, anticipa la respuesta "vainilla". historia/one shots de mi autoría. » portada hecha por mí. 2021.