Inconmensurable (Hermione Granger)

Capítulo 12: Visitas Inesperadas

Al empezar junio, volvió la algarabía al castillo, todos esperaban con impaciencia la tercera prueba, que tendría lugar una semana antes de fin de curso.

Aprovechábamos cada segundo para practicar los maleficios, aunque indudablemente esta prueba sería difícil y peligrosa, desde el primer año en Durmstrang nos habían preparado bien para cualquier peligro.

Era la hora del desayuno así que nos dirigimos al gran comedor.

— Karkarov ha estado más pesado de lo normal, ayer que no estuviste casi me lanza unos crucios  — dije caminando junto a Víctor

— De hecho si, por cierto, este tipo el de ojo raro, el otro día lo vi cerca del lago te estaba mirando mientras practicabas — decía Víctor mientras  llegábamos al castillo

— Eso es raro — respondí, él solo asintió

— Como van las cosas con Amy — pregunto Vic

— Bien, supongo, no hemos pasado mucho tiempo juntas y últimamente se ha vuelto muy amiga de Hermione — respondí encogiéndome de hombros

— Señor Krum, señorita Malfoy, después de desayunar los campeones tienen que ir a la sala de al lado — dijo la profesora McGonagall, cuando entrábamos al Comedor.

— Por supuesto, muchas gracias profesora —  respondimos

Hoy desayunamos solos, ya que nuestros amigos estaban ocupados y Amy ayudaría con algo a Hermione, cuando terminamos de desayunar, nos unimos a Fleur y Cedric para entrar en la sala contigua.

Entramos, y allí se encontraban los padres de Cedric, los de Víctor, la mamá de Fleur y Gabrielle, Bill y Molly Weasley y mis padres, sabía quiénes eran los Weasley porque mi padre hablaba mucho de ellos, Cedric se asomó a ver a Potter, ya que no aparecía, luego Potter entró y se veía muy sorprendido al ver quien había ido a visitarlo.

— Hola, mamá — dije y ella me abrazo

— Hola, cariño, ¿Estás bien?, ¿Te hiciste daño en ese estúpido torneo? — Preguntaba mamá revisando mi cara y mis brazos

— Estoy bien mamá, no he muerto aún — dije apartándome

— Hola, papá — dije saludándolo él solo movió su cabeza como saludo.

— Intentamos de todo para que no participaras, pero tu padre no consiguió nada — decía Narcissa mi mamá

— No entiendo como permiten que esta clase de personas estén aquí — decía Lucius mi padre, mirando despectivamente a Bill y a la señora Weasley

— Padre, por favor no hagas esto — dije, pero Lucius Malfoy no le hacía caso a nadie

— Vaya, vaya, no creí que fueran a venir por él — decía apuntando a Potter con su bastón

La señora Weasley y su hijo Bill lo ignoraron y se alejaron.

— Lo siento — le susurré a Potter cuando pasó cerca

— No te preocupes — dijo él dándome una pequeña sonrisa antes de salir.

La mañana la pasé con mis padres y en la tarde se unió Draco a nosotros, a decir verdad no la pasé bien, no pude ver a Amy, ni a mis amigos, tuve que ignorar a Hermione varias veces, mi padre solo hablaba de traidores de sangre y sangre sucias y del como no debían pertenecer al mundo mágico y sermones acerca de la familia y su reputación.

Volvimos al Gran Comedor para el banquete de la noche, Ludo Bagman y Cornelius Fudge se habían incorporado a la mesa de los profesores.

— Hola — saludé a mis amigos

— Hola — respondieron todos

— ¿Todo bien? Amélie — pregunto Pansy

— Si — respondí sentándome al lado de Amy

— Hola ¿Estás bien? — Pregunto Amy agarrando mi mano por debajo de la mesa.

— Si, no te preocupes — respondí mirando a mi padre.

Hubo un momento antes de entrar al Gran Comedor, donde me quede a solas con mi padre, y me dijo que no lo defraudará, que tenía que ser implacable y que pronto entendería todo, algo que me puso más nerviosa y con varias interrogantes en mi cabeza.

Esta noche hubo más platos de comida de lo que era habitual, pero los nervios no me dejaron disfrutar el banquete.