Inconmensurable (Hermione Granger)

Capítulo 24: Draco

Draco

Después de la muerte de Amy mi hermana se había encerrado en su habitación, no salía, ni tampoco hablaba con mamá, era como si ella no estuviera, no volvió al instituto aunque lo dudo que vuelva, la conozco y sé que no querrá volver allí.

Padre esta mañana me envió una carta también, dice que necesita que haga algo, que Amélie ahora no se encuentra en condiciones, y eso lo entiendo.

Camino lentamente, al lugar al que me pidió Harry que fuera, tengo que hablar con él.

— Manzanita — murmuró Harry dándome un pequeño beso en los labios.

— Harry, tenemos que hablar — dije, no quería prolongar más esta conversación

— Ahora no, solo ven conmigo — dijo cubriéndome con la capa de invisibilidad

Caminamos hasta llegar a la torre de Gryffindor, nos adentramos hasta su habitación, esta se encontraba vacía.

— Harry debemos hablar ahora — dije con un nudo en la garganta

Él solo se acercó y me besó, lentamente, besos que subieron de tono, la ropa estorbaba, estar con Harry era diferente, me hacía sentir que yo era digno de ser amado.

Eran las 1 de la mañana cuando desperté, Harry estaba a mi lado desnudo.

— Harry, debemos hablar ahora — dije

— Está bien — dijo él viéndome a los ojos

— Yo… yo … No… No — dije a punto de llorar

— Draco, sea lo que sea que te esté pasando recuerda que podemos superarlo juntos — decía él agarrando mis manos

Me levanté lentamente y empecé a vestirme

— Harry no lo entiendes — dije en un susurró

— Si sales por esa puerta, esto se acaba — dijo Harry llorando

— Lo siento — dije saliendo de la habitación

Terminar con él, era lo mejor que podía a ser, lo que le pasó a Amy me hizo comprender que lo mejor es alejar a quien amamos para que estén a salvo.

Regresar a la mansión, se sentía extraño, mamá estaba triste, papá, bueno él seguía como siempre.

— Ame abre la puerta por favor — dije tocando la puerta de la habitación de mi hermana.

— Vete — respondió ella

— Ame no me iré de aquí hasta que hables conmigo por favor — dije

— Que te vayas — respondió ella enojada

Así pasaron los días y ella seguía así, no quería ver, ni escuchar a nadie, en las noches la escuchaba a través de la puerta como lloraba y se culpaba por la muerte de Amy.

Volverme mortifago, no estaba en mis planes, pero padre no me dejó más opciones, si no lo hacía tanto mamá como Amélie podían sufrir las consecuencias.

Según la última reunión de mortifagos, Amélie iría Hogwarts, y me ayudará en mi misión, si soy honesto conmigo mismo es algo que no quiero hacer, pero no tengo otra salida.

Una vez más me encuentro en la puerta de la habitación de mi hermana.

— Amélie por favor — dije

— Pasa — respondió ella, y escuché como la puerta se abría lentamente.

Su rostro estaba demacrado, sombras de lágrimas se notaban en su rostro y su habitación estaba hecho un desastre.

Mi hermana era el tipo de persona que siempre tenía una sonrisa en su rostro, todo bien organizado, y su vestimenta era impecable, pero ahora era todo lo contrario y la entendía, verla así me destrozaba.

— Amélie lo siento — susurré Ella se abalanzó a mis brazos sollozando, la envolví en mis brazos susurrando lo mucho que la quería.

— ¿Que sucede Draco? —susurro

— Nada hermanita, solo me duele verte así — susurré

— No, sé que hay algo más — dijo ella separándose de mí, y tomando mi rostro entre sus manos.

— Termine con Harry, y yo… — dije pero no pude seguir hablando

— Entiendo, y no hace falta que me expliques hermanito — dijo ella

Me conocía bien, y no era necesario hablar mucho para que ella me entendiera

— Te Quiero — dijo ella

— Y yo a ti hermanita — le respondí

Nos encontrábamos en la sala con nuestro padre.

— Se supone que tú no portarías esa maldita marca — decía mi hermana mientras veía fijamente la marca

— Y tú, no te cansas de arruinarle la vida a tus hijos — dijo enojaba mirando a padre

— Tú crees que tenemos opciones, pues no Amélie, no, así que te vas acostumbrando y haces lo que se te ordene — respondió mi padre.

Amélie sacó su varita y se acercó a nuestro padre apuntándole directo al pecho.

— No tienes ningún derecho, en lo que a mí concierne ya no tengo padre, y la única razón por la Draco y yo haremos esto es por mamá, al final ella es la única que nos importa — dijo ella mirándolo fijamente

— Entonces no hay problema si algo le pasa a la sangre sucia ¿no?, vamos Amélie no lograste salvar a tu novia, ahora me vas a decir que protegerás a tu madre — dijo mi padre con una sonrisa burlona

— No vuelvas a hablar de ellas en tu puta vida Lucius — respondió ella furiosa.

— Lucius aquí nadie va a tocar a la chica Granger, después de todo Amélie sabe lo que le conviene o no hacer — dijo Voldemort apareciendo en la sala

— Mi señor — susurró mi padre

— Bien mis niños ya saben lo que tienen que hacer, confío en que lo lograrán — dijo Voldemort apuntó de marcharse —  Ah, Amélie sabes que tienes que estar alejada de la chica — finalizo esfumándose entre niebla negra.