Inconmensurable (Hermione Granger)

Capítulo 25: Borgin

Hace unos días Lucius había sido arrestado, a Draco y a mí nos habían dado una "misión" tendríamos que cumplirla o mamá lo pagaría así que no teníamos otra salida.

Víctor me escribía a diario, le afecto mucho la pérdida de Amy, Fleur me había mandado una carta junto a una invitación a su boda con Bill, aún no estaba segura si iría o no, aunque Víctor me pedía a diario que fuera con él.

El sótano era vigilado por mortifagos, ¿qué había allí? Realmente no lo sabía, no es como si Voldemort compartiera sus planes con todos.

En el callejón Diagon entre a la tienda de Madame Malkin.

— Ya estoy aquí mamá — dije poniéndome a lado de ella.

— Ya no somos unos niños madre, somos capaces de hacer las compras por nuestra cuenta — Decía Draco

— Queridos, su madre tiene razón; en los tiempos que corren no es conveniente pasear solo por ahí, no tiene nada que ver con la edad — dijo Madame Malkin

— ¡Quiere hacer el favor de mirar dónde clava el alfiler! — dijo mi hermano enojado, dio unos pasos y se posicionó frente al espejo.

— Si te preguntas por qué huele mal, madre, es que acaba de entrar una sangre sucia — dijo Draco

— Draco — susurré levemente para que solo él me escuchara.

— Sabes bien por qué lo hago — respondió él

— ¡No hay ninguna necesidad de emplear ese lenguaje! — lo reprendió Madame Malkin

— ¡Y tampoco quiero ver varitas en mi tienda! — dijo al ver a Harry y Ron con las varitas apuntando hacia Draco y a mí.

— Déjenlo, en serio — Susurro Hermione mirándome de reojo, pude ver como tenía el ojo morado

— ¡Como si se atreverían a hacer magia fuera del colegio! — dijo Draco burlándose — ¿Quién te ha puesto el ojo morado, Granger? Me gustaría darle mis felicitaciones —

Mientras mi hermano hablaba yo solo me limitaba a mirar el suelo.

— ¡Basta ya! — ordenó Madame Malkin

— Por favor, señora — Nuestra mamá salió de atrás de un perchero mirando fijamente a Harry y a Ron.

— Guarden las varitas — dijo con frialdad — Si vuelven a atacar a mis hijos, me encargaré de que sea lo último que hagan —

— ¿Lo dice en serio? — dijo Harry acercándose a mi madre — ¿Qué piensa hacer? ¿Pedirles a algunos mortífagos amigos suyos que nos liquiden?—

Apreté fuertemente mi puño tomando mi varita.

— Chicos, no deberían acusar, es peligroso decir cosas así¡Guarden las varitas, por favor! — Dijo Madame Malkin

Pero Harry no la bajó, mi madre sonrió y dijo — Veo que ser el preferido de Dumbledore te ha dado una falsa sensación de seguridad, Harry Potter, pero él no estará siempre a tu lado para protegerte —

— ¡Ahora no lo veo por aquí! ¿Por qué no lo intenta? ¡Quizá le encuentren una celda doble en Azkaban y pueda ir a hacerle compañía al fracasado de su marido! — Dijo Harry alzando la voz

Draco, furioso, se abalanzó sobre Harry, pero tropezó con el dobladillo de la túnica mientras que Ron soltó una carcajada.

— ¡No te atrevas a hablarle así a mi madre, Potter! — dijo Draco