Si hace años o meses atrás le hubiesen dicho a Amélie que estaría frente a un altar esperando a Hermione Granger para casarse, les hubiese dicho que estaban locos o algo peor, pero ahora estaba esperándola, Draco y los demás amigos más cercanos a ella estaban allí animándola y dándole sonrisas alentadoras, sentía que en cualquier momento se desmayaría o moriría, quizás exageraba, pero los nervios le invadían, después de lo sucedido en la ducha no decidieron hablar del tema y así era mejor para ambas.
Para Hermione, las cosas eran parecidas, nervios, temor, la invadían, pero cada vez que recordaba que era Amélie con quien estaba por casarse, las cosas se relajaban ligeramente, había hablado con Ron acerca de mantenerse un poco alejados al menos los dos primeros meses de casada, para que nadie sospeche de algo y él aceptó difícilmente.
Los preparativos de la boda se habían realizado rápido, Narcissa y Jean se habían vuelto algo cercanas y se llevaban bien, y gracias a ello habían organizado todo de manera rápida y según ellas perfecto.
Música suave comenzó a sonar, Víctor, antes de tomar su lugar en la fila de asientos, le dio un ligero golpe a Amélie para que reaccionara, ya que se había quedado mirando un punto fijo en la pared.
Al mirar al frente pudo ver a Hermione del brazo de Wendell, llevaba un vestido largo acampanado, su color era entre blanco con diseños dorados, llevaba el cabello suelto, se veía hermosa, sentía que el aire le faltaba cada vez que Hermione avanzaba un paso, si antes pensaba que Herms poseía una belleza indescriptible, bueno ahora se podría decir que más.
Ella lucia, hermosa, radiante, no podía quitar sus de ella, su corazón latía frenéticamente, entonces cuando la tuvo en frente a un paso de ella, se dio cuenta de que todo su ser estaba a su merced, que Hermione podía hacer lo que sea con ella, y lo aceptaría, que en ese preciso momento no podía pensar en nadie más que no sea Hermione.
— Te entrego a mi más preciado tesoro — escucho hablar a Wendell, sacándola de sus pensamientos — por favor cuídala y hazla feliz —
— Lo haré, cuidaré de ella y procuraré su felicidad — dijo Amélie tomando las manos de Hermione y dándole suaves besos en ellas
Cuando Wendell se alejó, el ministro comenzó a hablar, cosa que Amélie no le ponía atención — Te ves hermosa — soltó Amélie a Hermione, esto tomo desprevenida a la castaña que se ruborizó a más no poder.
—Gracias — murmuro — Tú también te ves hermosa —
Cuando el ministro al fin termino de hablar, las cosas se ponían un poco tensas, Ron no había dejado de mirar a Amélie, parecía que la quería matar en ese preciso momento.
El ministro comienza a hablar nuevamente después de unos minutos de silencio: ― De pie, damas y caballeros recibamos a estas dos mujeres que han decidido unir sus vidas ― dicho esto, todos se levantan― Han venido aquí, para sellar su amor, ante sus familiares y amigos, y presidido por mí, el Ministro, ante todos ustedes vamos a bendecir su unión, y las enriquecerá y les dará fuerzas, para que se guarden siempre mutua fidelidad ― un pequeño carraspeo se escuchó de parte de Ron, algo que paso desapercibido para todos a excepción de Amélie y sus amigos, mientras el ministro continuaba hablando ― Y puedan cumplir siempre con su misión de casadas. Por tanto, ante esta asamblea, Yo les pregunto sobre sus intenciones ― dice dirigiéndose a nosotras ― Hermione y Amélie, ¿Han venido a contraer matrimonio sin ser coaccionados, libre y voluntariamente? ― pregunta con descaro, sabiendo bien la respuesta
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Inconmensurable (Hermione Granger)
FanficSabía que ella sería su perdición, aún así la protegería aunque le costara su propia vida. Volver a enamorarse, después de todo lo acontecido, llegará Amélie Malfoy a amar a quién fue solo una amiga. Un matrimonio arreglado ¿ qué podría salir mal? E...