IV

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¿Cuánto tiempo ha pasado desde que visitó la empresa de sus padres?

Si quería demostrarles que se equivocan al dudar de sus capacidades tenía que empezar a tomar las riendas de la empresa. Siempre tuvo talento para organizar las pasarelas y campañas publicitarias ¿Por qué no iniciar una ahora? Era una buena temporada, los diseños de sus padres siempre venden bien y cuenta con los modelos suficientes para hacer que todo sea un éxito.

Cuando les ofreció a sus amigas modelar las prendas no hubo inconveniente alguno; incluso el usaría uno de los trajes unisex que eran la novedad en el mercado, Gin como siempre sabía que la oferta de modelaje era para ella y su hermano.

- ¿No estás nerviosa?

- Para nada, esto es mi pasión y disfruto hacerlo.

- Tu hermano no se veía muy convencido...

- Tranquilo, el siempre es así. Se que por dentro está muy emocionado.

- Y... ¿Cómo se lo tomó?

- ¿Qué cosa?

- Ya sabes... la propuesta que le hicieron mis padres.

- Shhh... Aquí no es un buen lugar para hablarlo, pero prometo que te lo diré.

Como era de esperarse todo fue excelente, varios inversionistas querían cerrar contratos cuanto antes con la empresa y otros diseñadores invitados pusieron los ojos en los modelos para invitarlos a ser parte de sus campañas.

- Bien hecho chicos, gracias a todos ustedes no hubiera podido hacer esto realidad.- Chuuya se apoderó del micrófono agradecido por el apoyo.

Sus padres observaban orgullosos su avance, era un novato pero sabían que con el tiempo podría pulir sus habilidades. Pero no estaban ahí precisamente para ver su trabajo, buscaban presentarle a otro de sus candidatos a esposo.

- Chuuya, ven un momento.- llamó Rimbaud.

Akutagawa, quien si lo había escuchado, le hizo un ademán al pelirrojo avisándole que le hablaban. Chuuya lo miró y al recordar que Ryuunosuke ya sabía parte de lo que planeaban sus padres se ruborizó, le dedicó una sonrisa asintiendo.

- ¿Sucede algo?- tenía un rastro de confusión en sus expresiones.

- Para nada. Felicidades, nuevamente haz logrado que tus pasarelas sean un éxito.

- No es nada, espero que esto sirva para que se den cuenta que no necesito casarme para ser responsable.

- No seas descortés, menos cuando uno de tus pretendientes está aquí.

- ¿Eh? Akutagawa sabe que opino del matrimonio. No tengo por qué ser cauteloso con él.

- No estamos hablando de él. Te llamamos para presentarte a Atsushi, es hijo adoptivo del dueño de la empresa donde compras tus colonias.

- ¡¿Es hijo del señor Shibusawa?!

- Es un gusto conocerle señorita Chuuya.

- ¿Ah? Pero se nota que eres más joven que yo ¿Por qué hablas así?

- Lo siento... es un viejo hábito del orfanato...

Se sintió mal por Atsushi, el sabía lo que era tener que acoplarse a la vida en un orfanato. Quizá darle ese trato tan hostil no había sido lo mejor. Sus padres lo vieron con algo de decepción.

- Yo lo siento... es solo que me sentí incómoda con lo que dijiste. Pero te prometo que no volverá a pasar.

Atsushi sonrió, era la primera vez que alguien se disculpaba con el luego de tratarlo mal.

Mientras llega el indicado disfrutaré del equivocadoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora