Criaturas de la oscuridad (Alien / fanfiction)

Perdidos

Alrededor de diez personas incluidos Thomas y Rosie caminaban por la sección de juegos en dirección a los hangares.
- ¡Te digo que este no es el camino Thomas! – espetó Rosie
- ¡Tú que vas a saber si todo el tiempo te la pasabas en la cocina! – repuso Thomas
- ¡Podrían parar de una vez! – exclamó un joven operador de facciones marcadas – Sra. Rosie no será el camino más corto, pero no hay rastro de ese monstruo
- Tal vez no este por aquí, pero si nos demoramos más de la cuenta, ¿no son más altas las posibilidades que nos la encontremos?
- ¡Quieres callarte de una maldita vez mujer! – gruñó Thomas – no has hecho otra cosa más que quejarte y dar "sugerencias" – hizo comillas en el aire mientras sostenía el arma – si tanto te preocupa debiste quedarte con ese mojigato de Parks
- ¡Debí hacerlo cuando tuve la oportunidad y no seguir a un imbécil como tú!, ¡que lo único que hace es...! Thomas no pudo contener más su furia, a grandes zancadas se aproximó a Rosie acercando su rostro a centímetros del de la mujer colerico
- ¡Si no te callas de una buena vez te cerraré esa bocaza tuya!, ¡y te dejaremos en este sitio para que te las arregles con esa bestia! – vociferó Thomas
Rosie le miró desafiante
- ¡No me atemorizas!, ¿quién te va a ayudar?, ¿eh?, ¡dime!, ¡maldito bastardo! – respondió Rosie colocándose ambas manos en la cintura con ambas mejillas enrojecidas
Un joven robusto de cabello rojizo con diastema y pecas alcanzó a sujetarle ambos brazos a Thomas antes de que pudiera tirarle un golpe a la mujer.
- ¡Detente! – ordenó el chico pelirrojo – ¡esto no ayuda hombre!
- ¡Suéltame maldición! – masculló Thomas tratando de zafarse del agarre - ¡te digo que me sueltes!, ¡le daré una lección a esa mujer!
- ¡Aquí mismo te espero! – vocifero la mujer
- Sra. Rosie, por favor deténgase, no está ayudando – cortó una chica robusta de cabello oscuro
Rosie se giró para encararla cuando del techo detrás de la chica vio que algo de gran tamaño y oscuro caía en el suelo detrás de unas máquinas tragaperras, el sonido fue tal que los presentes se giraron y permanecieron de pie sin moverse. Algunos segundos después se escucharon siseos al tiempo que detrás de las máquinas alcanzaron a ver la gran cabeza curvada y oblonga de la criatura que se erguía sobre dos patas. Algunos gritos ahogados se escucharon en la sala de juego y muchos comenzaron a correr en todas direcciones sin tener muy claro donde esconderse.

La criatura saltó sobre las máquinas de juego derribando algunas a su paso, Thomas, Rosie y el joven pelirrojo al ver a la criatura no tardaron en darle la espalda y salir huyendo. El ser corrió a cuatro patas en persecución de aquellas personas y utilizando su cola derribó al chico pelirrojo que corría despavorido frente a ella.

Los pies del chico chocaron con la larga cola, lo que le hizo perder el equilibrio y caer de bruces contra el metal frío. Cuando el joven levantó el rostro del suelo se pasó el dorso de la mano bajo la nariz descubriendo que sangraba, se giró en el suelo al escuchar un siseo a su espalda y vio a la criatura abalanzarse colocándose a cuatro patas sobre él, lo que hizo que abriera como platos los ojos aterrado.

El chico colocó ambos brazos enfrente de su rosto en posición defensiva mientras que el ser se acercaba a centímetros de su rostro olisqueándolo y gruñendo mientras balanceaba su larga cola de un lado a otro. En un punto enrolló la cola utilizándola para atravesar el pecho del chico. La sangre salió a borbotones mientras el chico daba un grito ahogado por la estocada y al dolor intenso que le siguió, en cuestión de segundos sus brazos cayeron a sus costados en tanto su respiración comenzaba a dejar de ser constante. El ser acercó su hocicó a la frente del chico frunciendo los labios y con ayuda de su mandíbula retráctil atravesó su cráneo destrozándolo enviando por los aires fragmentos de hueso y materia cerebral. El cuerpo del chico se sacudió bajo el aprisionamiento del engendro.

Rosie miró sobre su hombro buscando al monstruo haciendo que su falta de atención al camino chocase con una mesa de billar. Fuel tal el impacto que su torso quedó sobre la superficie de la mesa y su cuerpo doblado. Se apoyó sobre las palmas haciendo un esfuerzo para levantarse volverse y observar a la criatura destrozar al chico pelirrojo sobre el piso.