Criaturas de la oscuridad (Alien / fanfiction)

Búsqueda

El cuerpo sin vida de Theo yació sobre el frío piso metálico muy cerca del cadáver de la criatura de aspecto siniestro que le había causado la muerte. Un charco de sangre comenzó a formarse por debajo de Theo al tiempo que Daisy no paraba de llorar y gemir . McMahon se quedó sentado frente a su mejor amigo, casi hermano que había perdido a manos de aquel horrendo ser, se mordió el labio inferior dejando caer la cabeza entre los hombros tratando de asimilar lo ocurrido. Los hombres de blanco se acercaron a ellos sin dejar de apuntarles, uno de ellos le puso el cañón del arma a McMahon en la nuca.
- ¡De pie! – ordenó el hombre detrás de él
McMahon consiente de quienes estaban a su alrededor no se movió ni un ápice.
- ¡Dije que se pongan de pie! – insistió
McMahon levantó la cabeza con los ojos cerrados y tomó aire. El hombre presionó el arma contra su nuca.
- ¿Quiénes son ustedes?
- ¡Las manos en la nuca! – gritó el tipo del arma
- ¡Obedece o te vuelo la cabeza! – espetó otro de los hombres vestidos de blanco
McMahon comenzó a levantarse lento con ambas manos tras la nuca. Uno de los hombres de blanco le tomó la muñeca bajándola detrás de su espalda, luego la otra y procedió a esposarlo colocándole una mano sobre el hombro obligándolo a moverse.

Otro de los hombres se inclinó al lado de Daisy tomando su brazo halándola hacia arriba. La rubia apartó el brazo con un movimiento brusco y volvió a buscar la mano ensangrentada de Theo. El hombre perdiendo la paciencia, la rodeo por la cintura con un brazo halándola con fuerza y poniéndola de pie.
- ¡Suéltame!, ¡maldito!, ¡te digo que me sueltes!
La rubia se retorció para zafarse, pero el tipo la levantó del suelo y comenzó a caminar con ella a cuestas en tanto la rubia no dejaba de manotear y patalear en el aire.
- ¡Te digo que me sueltes!
El hombre le dio un golpe con la mano estirada con fuerza en el cuello haciendo que se desmayara.
McMahon se volvió.
- ¡No hace falta que usen la violencia! – replicó intentando zafarse – ¿qué es lo que quieren de nosotros?
Blake lloraba emitiendo sollozos y gemidos entrecortados hasta que uno de los hombres la tomó de las axilas obligándola a levantarse del suelo.
- ¡No le hagan daño! – pidió McMahon
Uno de los guardias lo golpeo con la culata del arma en la sien. El golpe le hizo girar y caer de rodillas al piso.
- ¡No! – gritó Blake
La pelirroja se removió entre los brazos del guardia que la trasladaba tratando de escabullirse
- Oficial Riggs, no creo que haga falta hacer uso de la fuerza
Riggs miró a la doctora con el semblante estoico.
- Veo que se ha suavizado doctora
- Conozco a estas personas
Riggs curvó la boca en una sonrisa burlona. Chasqueó la lengua.
- De acuerdo – se dirigió a los hombres de blanco – señores, hagan el favor de llevar a estas personas a las celdas de la nave sin lastimarlos
El guardia que llevaba a cuestas a la rubia continúo caminando en dirección a la nave, el hombre que golpeo a McMahon y el otro que lo esposó lo levantaron del suelo dirigiéndolo por el hangar. Al pasar al lado de Brooks, Blake logró liberar un brazo
- ¡Por favor! – se sorbió la nariz – por favor, se lo ruego, ¡no lo dejen aquí! – señaló el cuerpo de Theo – no lo deje aquí, no... no deje a mi padre y a Cheng en este sitio por lo que más quiera, no los dejen aquí
La doctora Brooks le hizo un gesto con la mano al sujeto de blanco para que la liberase.
- ¡No deje sus cuerpos en este lugar!, ¡por favor llévelos con usted!, ¡denles un trato digno, por favor, se lo pido!, sé que no tuvimos una buena experiencia, pero por favor, no lo haga por mí, hágalo por mi padre, solo eso le pido, por favor, no importa lo que hagan conmigo, pero por favor...
Brooks se le quedó mirando.
- Él sigue donde lo dejamos
La doctora asintió retirando un mechón de cabello que se le escapó de la coleta.
- Los buscaré
La pelirroja asintió con lágrimas en los ojos.
Brooks les indicó a dos de los sujetos de blanco que la acompañasen al lugar donde yacía el cuerpo del médico de la estación. Ambos sujetos lo levantaron por los brazos pasándolos sobre los hombros
- ¡Camina! – ordenó el hombre de blando a su espalda
Blake comenzó a caminar en la dirección que le indicaba aquel hombre.