Criaturas de la oscuridad (Alien / fanfiction)

Afecto

Theo se asomó por la puerta entreabierta en busca del autor de las pisadas que escuchaban a la distancia sosteniendo el arma y con la mano libre la muñeca de Daisy que permanecía resguardada a su espalda. Una figura dobló la esquina en dirección a ellos con paso rápido. El médico estiró el cuello y dejó salir el aire que contenía cuando divisó al trio que se acercaba sigiloso pero decidido, se volvió para mirar a Daisy e indicarle que no había peligro, puesto que se trataba de sus amigos y del Jefe Dawson. Daisy se zafó del agarre de Theo levantándose y saliendo de la habitación
- ¡Daisy espera! – la rubia lo ignoró
Los tres le apuntaron al verla salir de entre las sombras.
- Por favor no disparen, soy Daisy Turner
Los sujetos bajaron sus armas.
- Srita. Turner, ¡haga el favor de no volver a salir de entre la oscuridad!, ¡casi nos mata del susto!
Daisy se sujetó el brazo con la mano
- Disculpe Jefe Dawson, ya estaba cansada de estar escondida – afirmó mientras fulminaba a Theo con la mirada Tanaka y O'Brien se miraron y rieron por lo bajo sin poder evitarlo, Dawson veía intermitente a la enfermera y al médico
- Bien – Dawson carraspeo – debemos alejarnos de aquel sitio que está lleno de gases y líquidos tóxicos – señaló a su espalda - las explosiones han hecho estragos en la instalación y varios tubos han sucumbido, así que – de una maleta gris sacó dos mascarillas que entregó a Theo y a Daisy – solo por si acaso nos encontramos con gases tóxicos, si seguimos por este camino llegaremos a...
- ¿No hay un camino más rápido?, llevamos unos días sin llegar a ningún lugar – observó O'Brien
Tanaka le propinó una colleja.
- ¡Ya hombre! – protestó O'Brien
- ¡Deja de decir idioteces y pon de tu parte chico! – reprendió Tanaka
- No les mentiré, debido a los recientes estallidos la estación está... como podría decirlo, un poco frágil – O'Brien torció el gesto – pero puedo guiarlos hasta la sección de hangares, solo ayúdenme un poco
- Sin problema – respondió Tanaka
- Como diga Dawson – terció Theo
Ambos miraron a O'Brien que suspiro vencido
- De acuerdo
- Bien, les agradezco – se dirigió a Daisy - Srita. Turner ¿está todo bien?, ¿está herida?
- No..., quiero decir, estoy bien
- Perfecto – volvió la vista a Theo - ¿has podido comunicarte con McMahon o Gibson?, intenté hace un rato, pero solo escucho interferencia, deben estar en un punto muerto.
- No, pero creo que deberíamos buscarlos
- ¿Y en donde siguieres que los busquemos? - cuestionó la rubia cruzándose de brazos
Todos la observaron
- Em... tal vez, podríamos ir a donde la última explosión – argumentó Theo
- ¡Si es que queda alguien con vida! – replicó la rubia con cierto retintín
- Si queda alguien deberíamos ir en su búsqueda – sugirió Dawson
- ¿Y si nos encontramos con esas cosas por el camino? – replicó O'Brien
- Todos tenemos armas ¿no? – razonó Tanaka - pues podemos darles un buen uso
Dawson y Theo asintieron. O'Brien hizo una mueca, no es que no supiera usar un arma, pero el hecho de seguir entrando a la boca del lobo le parecía mala idea.
- O'Brien vas al frente con Dawson, Tanaka y yo cubrimos la retaguardia, Daisy... quédate en el centro.
La rubia dio media vuelta y comenzó a caminar por el pasillo seguida de Dawson y O'Brien. Theo suspiró antes de caminar delante de Tanaka
- ¿Qué es lo que le pasa a la rubia? – inquirió Tanka
- Ya se le pasará – contestó Theo
- ¿Acaso tuvieron una pelea de enamorados? – le dio un codazo juguetón a Theo en el brazo
- No, es solo que... preferiría no hablar de eso
- Vamos amigo que nos hemos perdido ya bastantes años de tu vida y ahora que tienes algo interesante entre manos, te lo callas
- No es nada interesante, yo...
- ¿Qué? – Tanaka se acercó a su lado para escucharle
Theo sonrió negando con la cabeza
- No creo apropiado decírtelo, si lo sabes se lo dirás a O'Brien que no puede mantener la bocaza cerrada y se hará un lío más grande
- Vamos amigo no es como si la conociéramos
- Pero yo sí y preferiría no hablar del tema
- ¡Te has convertido en una aguafiestas! – fingió molestarse
- No es eso, se trata de sus sentimientos y eso es personal
- Tanto que los compartió contigo, vamos dímelo, no ves que me muero de ganas por saberlo – Tanaka saltaba de un lado a otro
La rubia se giró para dirigirle una rápida mirada a ambos. Theo le dio un golpe al asiático en el vientre cuando la chica volvió la vista al frente.
- ¿Quieres bajar la voz? – dijo entre dientes
- ¡Auch! – se sobó el vientre - ya ya
Un crujido a sus espaldas los hizo girarse.