Muero Por Ti ♕Aʟᴀsᴛᴏʀ ʏ ᴛᴜ́♕

F r a g m e n t o s

Alastor llevo a Eli y Benjamin devuelta a casa ,para luego despedirse de aquel evento. Pero aún siendo de noche las sorpresas no terminan.
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Eliza había disfrutado de un buen baño esa noche. La paz y la relajación estaban con ella .Sintiendose plena,
Al menos podrías descansar un poco su mente de los acontecimientos.
Se había vestido para salir del baño.
Su cabello aún no se había secado pero no sería un problema para ella.

—Benjamin ¿ ya te bañaste?

—no mamá estoy buscando mi ropa —decía el niño desde su habitación

La mujer bajo por las escaleras directo traer su bolso, por alguna extraña razón lo había dejado en el living. grande fue la sorpresa cuando el timbre de la puerta sonó.

—¿ Quien es?—se dijo a si misma, preocupada por la hora. Se digno a mirar por la ventana y ver de mejor ángulo A la Persona que estaba allí — no puede ser... —Abrió la puerta de imendiantamente. Muy sorprendida de quien había llegado.

—¡Elisabella!—Extendio sus brazos para abrazar a su hija en lo cual ella había aceptado con gusto.

—¡Papá! —Dijo de lo más sorprendida correspondiendo el abrazo.

—No creo que lo que estoy viendo —dijo el niño interrumpiendo la escena en ese momento.

—¡Bienamino!

—¡Abuelo!—dijo todo Emocionado,El niño no dudó en ir a abrazarlo.

—wow has cresciuto—decía él con asombro por la fuerza repentina en que lo abrazó— ya no eres un nano {Enano}

—claro que no abuelo soy más alto y además voy a cumplir 7 pasado mañana

—Ah eres tutto hombre—

El niño se quedó pensando en eso de "tutto". Formando varios signos de preguntas en su cabeza.

—Benjamin ayuda a tu abuelo con la maleta—Su madre lo Desperto del trance.

—Okay—y sin decir nada más obedeció.

Eli le hablo asu padre — Papá Por favor, pasa de seguro el viaje fue muy agotador —Haciendose un lado de la puerta para que el hombre entrase.
el niño de 6 años había tomado la maleta más pequeña mientras que Eliza tomo la más grande.

un hombre de su edad no debía cargar semejante equipaje

Luego de un momento , Bejamin se había ido y Eliza estaba con su padre en la cocina. Tomando aunque sea un poco de té

—¿No cargaste esto tú solo o si?—dijo cuando apenas se sentaron en la silla de la cocina . Eliza revolvía con la cucharra el contenido de la taza de cerámica

—Ovviamente non mia hija, un Gringo me ayudó hasta la Porta.—bebió un poco

—Me hubieras avisado que venías. Asi al menos podría haberte arreglado un poco el cuarto de huéspedes.