Chifuyu
Estábamos con Baji comprando comida para gatos, resulta que el otro día, mientras caminábamos escuchamos que unos gatitos lloraban y fuimos corriendo por ellos, entonces decidimos hacernos cargo de ellos, alguien los había abandonado y no podíamos dejarlos solos, pero la mamá de Baji dijo que no podían cuidarlos y la mía tampoco, entonces todos los días íbamos al parque a alimentarlos hasta que encontremos a alguien que los pueda cuidar, fue entonces que sentí que alguien nos observaba, entonces giré a ver la dirección y había una niña que deduzco que era de nuestra edad y fue ahí que pude ver su cabello castaño con ojos oscuros, llevaba una gorra roja y me quede atónito por unos segundos, hasta que me di cuenta, que logré ver los colores y le grite.
—¡Tú!—
La niña se asusto y se fue corriendo, me quede en silencio hasta que Baji me codeo y me pregunto si estaba bien.
—Veo colores— dije.
—Imposible— dijo Baji boquiabierto.
—Creo que se le cayo algo— cambie de tema repentinamente, me acerque al lugar en donde ella estuvo y encontré un arete, bueno, una argolla plateada.
—Parece que se le cayó— dijo Baji atónito.
—Si— dije mientras nos quedábamos en silencio hasta que ambos reaccionamos.— ESPERA NO PUEDE SER— grite asustando a Baji.
— VERDAD, NO PUEDE SER — dijo Baji.
Se supone que las almas gemelas recién se descubren a partir de los 15, aunque hay muy pocos casos en los que las encuentras antes, pero igual, era casi imposible, me froté los ojos y seguía viendo colores, no podía ser cierto.
—¿Le contamos a un adulto?— pregunto Baji.
—Creo que si— respondí.
Guarde el arete en mi bolsillo y fuimos a casa de Baji, su madre es una persona muy amable pero a veces es un poco renegona.
Entonces le contamos lo que me pasó, ella dijo que no me preocupe, que tenía suerte de encontrar a mi alma gemela, ahora solo debía procurar no perderla.
Era algo raro, no sabía ni quién era esa niña, ella corrió apenas me vio, ni siquiera se si vive cerca.Pasaron los años y nunca mas la volví a ver, lo más raro fue que al día siguiente que la ví, deje de ver los colores brillantes que pude ver una vez, ahora solo veía las mismas tonalidades grises que siempre vi.

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Colours
Fiksi Penggemar-¿De verdad merezco ser tan feliz?- dije mientras apoyaba mi mano en la mejilla de Chifuyu. -De verdad..., y te prometo que yo te haré feliz- respondió Chifuyu. •Los personajes no me pertenecen.