Mañanas de sorpresas

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Los rayos del sol golpearon fuerte el rostro de Chifuyu, quien molesto, se tapó con sus sábanas, ocultándose entre ellas para tratar de dormir un poco más. No pudo dormir en casi toda la madrugada; el que Baji se haya ido de forma tan repentina le había dejado un mal sabor de boca.

  "Daba vueltas en su cama, sin poder conciliar el sueño, su cabeza ya dolía y sus ojos pesaban del cansancio, aunque quisiera no lograba dormir, le preocupaba que Baji no respondiera los mensajes ni que hubiera llegado a casa. Hasta la madre de él le preguntó si sabía dónde estaba, apenado espetó que él tampoco sabía donde se encontraba. 

Hasta que escuchó el ruido de la moto en el estacionamiento. Revisó su celular el cual marcaba casi las 4 de la madrugada, la preocupación pasó a segundo plano dejándolo mas tranquilo ahora que el pelinegro se hallaba en casa, solo quedaba esperar para que hablaran en la mañana. "

Ahora esperaba en su sala hasta que Baji fuera a por él, cosa que no pasó, porque no llegó en el horario de siempre y era lo que el pelinegro más respetaba, aunque estuvieran llegando tarde siempre le iba a buscar en el mismo horario.

El ojiverde supuso que esto se debía a que llegó bastante tarde en la madrugada y hoy quería descansar, así que solo le quedaba irse solo al instituto. Grande fue su sorpresa cuando al bajar no vio la moto de Baji junto a la suya, eso mismo ya se le hizo más que raro, recordando lo de ayer. Porque reconocía el sonido de la moto, en cualquier lugar podía reconocerlo fácilmente.

 Tuvo que apresurarse para llegar al instituto, ya de por sí iba bastante tarde. Corrió tan rápido como pudo, llegando justo a tiempo antes de que cerraran el portón. Esperaba al menos hoy ver a Baji en el receso.

La mañana en la casa de los Sano no fue tan tranquila como se esperaba, no con la noche anterior que pasaron Draken y Mikey

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La mañana en la casa de los Sano no fue tan tranquila como se esperaba, no con la noche anterior que pasaron Draken y Mikey.

El pequeño rubio quiso que el más alto usara su ropa para dormir más tranquilo sin la necesidad de tener que dormir en ropa interior, muchas veces han dormido de esa forma, pero ahora Mikey le decía que no, que se podría pescar un resfriado. Aquella pequeña conversación le había dejado un poco descolocado.

Draken se quedó mirándole buscando una pizca de burla en su cara, pero solo obtuvo silencio y la mirada fija del más bajo, de esas que hacía cuando comenzaba a enojarse.

-Yo no puedo usar tu ropa- espeto igual de serio que el mas bajo.

-¿Por qué no?-

-Tu cuerpo es más pequeño que el mío- clavó su mirada en el cuerpo contrario, paseando su vista por toda la extensión de la figura del rubio.

Mikey reacciono ante ello, sabiendo la tonta verdad. Quería que la tierra se lo tragara. Después de eso todo fue más tranquilo.

Siempre que dormían juntos Mikey destapaba a Draken para apropiarse de la manta, pero esa noche cuando se percató de su propio acto, semi dormido se levantó de la cama para ir a buscar otra manta y arropar al más alto, evitando así que tome frio.

Draken estaba semi despierto. Siempre fue de tener sueño ligero cuando se trataba de dormir con Mikey, sin embargo cuando se dio cuenta de que el más pequeño salió de la cama, con disimulo observó hasta donde se dirigía, sorprendiéndose de que este aun con los ojos cerrados le tapara su cuerpo con sumo cuidado, retomando nuevamente el lugar a un costado suyo. Quería cachetearse para saber si era un sueño o no, pero el repentino abrazo de Mikey le hizo darse cuenta de que no era ninguna ilusión.

Pero su despertar no fue el más tranquilo, se sobresaltó cuando no encontró a Mickey en su compañía y se puso peor cuando oyó ruidos provenientes de la cocina, un par de quejas en voz alta y uno que otro golpe. Salto de la cama corriendo en dirección de donde provenían los fuertes ruidos, encontrándose con toda la cocina en el peor de los estados y a Mikey lleno de harina.

Buenos días Kenchin- musito con falsa alegría con una espátula en mano.

-¿Qué le pasó a la cocina?- comenzó a observar todo el lugar, las manchas de que sabe que cosa estaban en el techo, goteando sobre su cara.

-Estaba preparando el desayuno, pero creo que se me cayo un poco de harina- mientras veía su cuerpo completamente cubierto de harina-

-Todos nos van a matar- estaba ensimismado en todo ese alboroto. Ahora cómo haría para limpiar todo eso antes de que vieran el desastre que ocasionó Mickey.

-Tampoco es la gran cosa, solo fueron malos cálculos- musito- pero hey, hice panqueques- elevo mostrando lo que preparó- siéntate, vamos a desayunar como se debe- inflando el pecho con orgullo por su propia comida.

Mikey empujó a Draken para que se fuera a sentar, entregando una taza de café con panqueques y miel. Se sentó enfrente de él a la espera de que diera un bocado a su comida, quería ver la reacción del más alto al probarla.

nervioso dio un bocado, saboreando el alimento con cuidado hasta que sintió algo duro cuando masticaba. Sacó de su boca lo que parecía ser una pequeña cáscara de huevo.

Continuó con el café, el cual sabía muy fuerte y dulce, tragando forzosamente sin seguir degustando. Le ofreció la mejor sonrisa que pudo al contrario quien seguía viendo expectante.

-¿Esta rico verdad?- preguntó feliz viendo que Kenchin no había escupido nada de lo que le preparó.

Draken asintió y siguió comiendo. Ahora Mikey probaría su comida sin distracciones de por medio y sumamente feliz por su gran esfuerzo. Aunque al dar el primer bocado, terminó escupiendo todo sobre el más alto, corriendo hacia el lavadero para limpiar su boca de lo que él mismo preparó.

-¿Estas bien?- preguntó preocupado al verle salir corriendo.

-¿Cómo puedes comer esa mierda?- Draken simplemente no respondió y Mikey bufó molesto- Me iré a bañar y nos iremos a desayunar fuera.

Tras eso se fue enojado azotando la puerta, dejando a Ken solo con todo el desastre que todavía seguía ahí.






¡Espero que les guste! 

Posiblemente actualice cada AU por día. Por lo que mañana tocaría actu de "Apariencias"

Un amor inusualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora