Aceptando el amor

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La madre de Mitsuya le había pedido a Hakkai que se quedara en su casa nuevamente. Más que un pedido, fue una insistencia de la mujer. Nadie podía recriminar nada, a ella le encantaba la idea de que Hakkai se quedara en su casa y que todos pasaran tiempo juntos. Le tenía un cariño especial al chico y no solo ella, sino que sus hijas también; porque las pequeñas siempre les platicaba como es que Hakkai las ayudaba con sus deberes, como aprendió a peinarlas e iban al parque. Estaba mas que agradecida que ese ángel se hubiera aparecido en sus vidas y quedado para acompañarlos.

Cuando la noche hizo presencia, habían optado por ponerse cómodos y ver una película todos juntos, alguna de terror, porque por más raro que parezca, esas películas eran las favoritas de las hermanitas de Mitsuya y Hakkai no sabía en qué momento habían optado por ese gusto de género cinematográfico. porque lo único que recuerda es que un día estaban viendo Barbie y las doce princesas, y a los dos días las pequeñas estaban tan fascinadas con el terror. Mitsuya le comento un par de horas después, cuando ambos se fueron a dormir, que Baji y Mikey vinieron en algún momento y se quedaron con ellas a ver películas. Que llegaron porque ellas les enviaron un mensaje para que vinieran a pasar el rato y fue cuando él estaba dormido.

La sala se encontraba casi en oscuridad absoluta siendo la única luz que lograba alumbrarlos era la del televisor, que cada tanto tomaba otros tonos de iluminación cada cierto tiempo. Todos miraban de forma natural y común la película que otros realmente les aterraba, y por otro lado nos referimos a Hakkai que no sabía a qué lugares mirar que no sean la televisión.

— No te preocupes Hakkai, nada te pasara si nosotras estamos aquí— la pequeña Mana abrazaba el costado derecho del peliazul y Luna imitaba a su hermana al abrazarlo desde el otro extremo. Mitsuya se reía de la situación que atravesaba. Sabía desde hace tiempo que Hakkai no tiene un gran gusto por este tipo de películas, pero también es por sabido que él no se puede negar a nada de lo que las dos pequeñas le pidan. La mayoría de las veces es quien le cumple cada capricho y con quien pasan la mayor parte del tiempo cuando viene de visita, esos son momentos que Mitsuya aprovecha para poder descansar un poco.

Aunque todo fuera para pasar tiempo juntos, Takashi sabía que su madre se dormiría en cualquier momento, y es que a los cinco minutos de tener ese pensamiento, la mujer yacía semi dormida, cabeceando y tratando de terminar de ver la película. Se rió un poco por el pequeño esfuerzo de su madre para mantenerse despierta.

—Ya es hora de que te vayas a dormir.

Escucha una queja por parte de la mujer quien niega con la cabeza. Si, su madre cada tanto le daba uno que otro berrinche, cosa que le resultaba adorable y gracioso. La ayudó a levantarse después de insistir un momento para que fuera a acostarse.

Quizá podría seguir viendo la película con el resto pero cuando volvió a la sala se encontró con la preciosa imagen de Hakkai durmiendo acurrucado con Luna y Mana. No pudo resistirse a guardar ese momento. Con cuidado sacó su celular y tomó una foto, al verla en la pantalla sonrió, ese sería su nuevo fondo. Está feliz de que Hakkai esté en la calidez de su hogar y rodeado de todo el amor que todos ellos le pueden brindar, aunque también le gustaría que Yuzuha formará parte de ellos. Pero entiende que ella se siente mejor con Emma y Hinata. Las puertas de su casa siempre estarán abiertas para ambos.

Camina con cuidado hasta donde se encuentran los tres. Sus hermanitas están aferradas al torso del chico, y este, se abraza y rodea los pequeños cuerpos que se encuentran a su lado, resguardándolas bajo su cuidado. Mitsuya tiene que tener cuidado de no despertar a ninguno, porque sino será un problema que después las pequeñas no puedan o quieran dormir.

Toma con cautela la mano de Hakkai para quitarla de encima de Luna y poder llevarla a su cuarto, pero se asusta cuando la mano que es más grande que la suya lo sujeta con fuerza, con mucha más fuerza que emplearía en ciertos casos. Miró rápidamente cuando hizo eso, encontrándose con una mirada enojada pero que se suavizó cuando notó quien era.

Un amor inusualDonde viven las historias. Descúbrelo ahora