Un amor inusual

Nunca lo negaste

Draken

Draken ya no sabe cuántos días ha estado fuera de casa, no es como si siempre avisara o Masaway le preguntará de forma constante. Sabe que la mayoría de veces se encuentra en lo de Mikey. Y en esa mañana que lo ha dejado irse por una vez en todos esos días, obviamente después de que ambos desayunaron con la familia. El abuelo Mansaku había vuelto de unas minis vacaciones con unos colegas y Shinichiro apareció de la nada después de casi una semana. Nadie dijo nada de la desaparición del mayor, porque el abuelo sino le regañaría por dejar solo a sus dos nietos; pero estaba el trato con los dos rubios de que si él no los regañaba y tomaba la culpa de lo que pasará en su ausencia, ellos no dirían nada de que desaparece a quien sabe donde con su pandilla. Si, Shin tenía su propia pandilla a pesar de no saber luchar ni nada.

Después del desayuno, Draken estaba dispuesto a irse pero el abuelo y Shin querían que se quedara. Rio al ver como la expresión de los otros dos le recordaba a la de Mikey cuando le pedía algo y él no podía negarse, pero por esta vez sí. Solo que quedo para comer otro día y quedarse a charlar con Mansaku, y arreglar motocicletas con Shin.

No se queja, obviamente. Le encanta la compañía de Mikey y su familia, porque lo tratan como a uno más, siempre es bienvenido a cualquier hora y día.

Ese día lo dejo ir porque había quedado en un asunto que no le explico bien pero por la forma en la que hablaba y se trababa, percibía que algo bueno no era. Porque actuaba de esa forma cuando se encuentra nervioso y si está nervioso es que algo muy mal está por cometer.

El simplemente lo vio desde su moto, con el entrecejo fruncido. Mikey le sonreía con inocencia fingida, poniendo los ojos de cachorrito que sabía que algún mal haría, el simplemente resoplo porque por más que tratara de detenerlo, no podría hacerlo. Estamos hablando de Sano Manjiro, a quien le cumple cada capricho desde que se conocen y la mayoría de las veces no le ha dicho que no a nada que le pidiera.

Ahora las luces y el ruido aturdidor comienzan a hacer presencia en su campo de visión, y sabe que está cerca de su hogar. Los autos y las personas son cada vez más frecuentes a su alrededor y ya no puede escuchar ni sus propios pensamientos y eso le agobia. Es ahora que extraña los lloriqueos de Mikey y el silencio de la casa de los Sano.

Aparca su moto en el mismo lugar de siempre y se dispone a entrar al gran edificio que es parte de su casa. En el ascensor va solo y tranquilo, no hay nadie que le mire mal por ser un joven adolescente en tal lugar que no debería presenciar. Pero pocos saben que ese es su hogar y no tiene nada que le moleste, y si lo hacen, solamente tiene que darles un puñetazo y estos le van a ofrecer una disculpa.

Las puertas se abren de par en par y lo dejan a la vista de Masaway, quien lo ve de arriba a abajo, hasta que su vista se fija en el cuello de su hijo. Vuelve a verle y Draken no entiende nada.

-¿Qué pasa viejo?- cuestiona.

-¿No llegas en días y apareces de la nada de tu amiguito Mikey con una marca en tu cuello?- comenta con tono serio y llama la atención del resto de las chicas que trabajan ahí. Quienes se acercan para chismosear que es lo que pasa con el pequeño Kenny y porque Masaway le está retando cuando jamás lo ha hecho.

Draken busca con desespero su teléfono y pone la cámara delantera para usarla de espejo, mirando de reojo su cuello y no encuentra nada, solo escucha la risa de todo en el vestíbulo. Sus orejas y rostro se pintan de rojo.

-¡Masaway págame la apuesta!-grita Remy- Yo tenía razón, siempre cree en el sexto sentido de las chicas-

-Mierda Ken, almeno dime antes que sales con Mikey para poder apostar más y ganar- reclama mientras cuenta la plata que se ha ganado la chica de cabellos marrones. El simplemente se queda estupefacto ante la situación

-¿Cómo que saliendo con Mikey?¿han tomado y no me dejaron trago alguno?-

-Deja de querer cambiar de tema y trae a Mikey aquí, hace mucho que no lo vemos- avisa Remy. La mayoría de las chicas del lugar conocían al pequeño rubio porque se les hacía la cosita mas bonita de todas, la mayoría de las veces le daban dulces y se dedicaban a decirle lo bonito que era. De esa  manera alimentaban el ego de Mikey y después no había nadie que lo parara- Su suegro quiere decir que una vez que acepto salir contigo no hay reclamo alguno- 

Las risas se escuchan nuevamente y el solo balbucea, dejándose con algo en evidencia.

-Hey, en ningún momento lo negaste, entonces es verdad- sonríe con sorna y Masaway le extiende un par de billetes más.

Draken está cansado de toda esa situación, por lo que se retira furioso a su cuarto aun con el colorete en su rostro.

Una vez que logra estar en uno de sus lugares seguros, puede respirar con calma, caminando hasta su cama para recostarse ahí. Con uno de sus brazos tapa sus ojos y el otro lo deja en su abdomen, bufa dejando salir su pequeña frustración y tensión.

No lo iba a admitir jamás, pero si, a él le gusta Manjiro. ¿Desde cuando? Fue amor a primera patada, si, a primera patada. Cuando vio a Mikey aplastar la cara de aquel chico que lo había mandado a buscar, una punzada dio en su corazón y supo que se flechó en ese preciso y random momento.

Jamás quiso decir sobre sus sentimientos hacia Mikey o decirle algo al respecto. Él se lo guardaría porque tenía sus razones y no quería que se alejara cuando le contase sobre lo que sentía.

Tenía miedo al rechazo

Tenía miedo que Mikey lo evitara

Tenía miedo de que lo viera raro.

Entonces la única forma que encontró de demostrar sus sentimientos fue decirle que si a todo lo que quisiera y le pidiera. Casi nunca un "No" porque no le gustaba cuando le miraba con esa mirada perdida que algunas veces logró tener. Entonces él cumpliría cada capricho que Manjiro tuviera. Porque era su forma de decirle "¡Hey¡ me gustas y hago todo esto para hacerte saber lo que siento por ti y nunca te diré"

"Patético" resuena en sus pensamientos y él mismo le da la razón.

Se ve patético pero al menos no va a romper su amistad por un amor unilateral. No quiere separarse de Mikey solo por confesar lo que siente.

Agradece los días en los que Manjiro estuvo más berrinchudo que nunca y le hizo quedarse en casa en varias ocasiones; si le dio miedo cuando surgió el resto de las cosas, la comida por ejemplo. Pero cuando lo arropó, cuando lo vio con su melena hecha un lío bajándose de la cama para buscarle una manta y taparle, tuvo que morderse la parte interna de su mejilla para no chillar como colegiala.

Él está bien con solamente poder dormir con Mikey y poder acunarlo entre sus brazos o de alguna manera poder acariciar sus hebras en la noche. Aunque la mayoría lo haya babeado y haya amenazado con tirarlo a la basura, jamás lo haría. Nunca.

Cae dormido en lo que recordaba sus días con Mikey y lo feliz que se sentía.

Pero no sabe cuántas horas pasan hasta que su celular lo despierta y lo primero que divisa es el contacto del Rey de Roma.

-Kenchin, me perdí cuando iba de camino a tu casa ¿Me puedes venir buscar?

Lo próximo que hace es ponerse sus zapatos y tomar su campera para ir a buscar a cierta persona.

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Nueva actu y en la mañana otra, iba a seguir escribiendo pero ya me duele la cabeza y tengo sueño u.u

¡Espero les guste! 

AVISOS:

1- Capaz haga esto del flufftober y me gustaría que dejaran shipp cuando suba mañana todos los días en un nuevo cosito. Tengo elegidos la mayoría pero no terminan de convenserme 

2-Anden atentos a las "Palabras claves" muajajajaja

3- Sigo llorando por tokyo y mas ahora que tengo el primer tomo ewuwueuwueuwueuwuuwe