Capítulo 32

622 32 3
                                    

Narra Sam:

No había vuelto a pensar en esto en todo este tiempo. Era en lo último que quería pensar...

Aquel terciopelo que acariciaba mis dedos dentro del bolsillo hizo que volviera a llorar.

Si, supongo que os lo habréis imaginado ya...

Hace dos días, el día del accidente, tenía pensado pedirle matrimonio a ____. Lo tenía todo preparado desde hacía ya tres meses. Nunca me hubiera imaginado al verla por la calle de pasada que esta mujer era la que yo quería para compartir el resto de mi vida. Pero ahora todo se fue a la mierda.

Los chicos me habían ayudado. Fueron conmigo a elegir el traje para esa noche, una pajarita negra, a ____ le gustaban mucho las pajaritas, y le ponían aún más. También me ayudaron a elegir el restaurante perfecto para la ocasión. Iba a ser uno que estaba en el centro de Omaha. Es cálido y muy romántico. La mesa que había reservado era la de al lado de la ventana, porque esa noche iba a llover, y a ella le encanta ver la lluvia por la ventana. Todo iba a ser perfecto.

La boda sería después de que diera a luz y se recuperara, pero ahora tendré que volver a esperar.

Saqué lo que estaba buscando para secarme los ojos y sonarme la nariz. En esto empezaron a entrar las personas que la iban a hacer volver a la vida.

La habitación estaba a rebosar, no cabía ni un alfiler más allí.

El doctor comenzó a dar las indicaciones a los enfermeros allí presentes. Uno tocaba los aparatos haciendo que un pitidito muy molesto sonara mientras otro apuntaba cosas sin parar en una hoja de papel.

Yo seguía sentado contemplando la escena con sumo detalle.

Conforme iba pasando el tiempo la habitación se fue vaciando poco a poco. Pasó una hora, dos horas, tres... Joder, se me estaba haciendo un siglo todo aquello.

Ya no sabía ni de que manera sentarme. Me había colocado de todas las posturas posibles.

Me empezó a entrar calor, y los nervios fueron aumentando más si es que podía ser posible. Me quité la chaqueta y la dejé en el respaldo de la silla.

Andaba de un lado a otro, muy, muy preocupado.

Ya llevábamos 4 horas y media esperando que se le fuera pasando el efecto. Solo quedábamos el doctor, una enfermera y yo.

Me volví a sentar y agarré con fuerza su mano.

Diez minutos después ya movía el dedo meñique.

Narra ____:

Dios, mi cabeza.

Los ojos,me pesan. No soy capaz de abrirlos.

Mi mano, la empiezo a notar. Puedo mover un dedo.

No la tengo libre. No sé por qué.

Mi otra mano, No la siento.

Mis pies. El derecho parece estar entero porque soy capaz de sentirlo y moverlo sin sentir dolor.

Sigo sin poder abrir los ojos.

El pie izquierdo, lo siento pero al moverlo me duele....No el pie sino más arriba. Ni puta idea.

Por fín. La claridad hace que me quede ciega por unos minutos, en los cuales pestañeo lo más rápido y seguido que puedo para poder ver donde coño estoy.

Ya acostumbrada a la luz, veo que estoy tumbada.

Hay dos...no, tres personas más en la habitación.

Las pierdo. ||Sam Wilkinson y tú|| #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora