Capítulo 48

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Narra ____:

No sé que hora es.

No sé si estoy en el mismo sitio que ayer.

Creo que llevo unos tres días seguidos ¿dormida? no sé nada.

Solo sé que la cabeza me va a reventar dentro de muy poco.

Xxxx:"Eh, pedazo de zorra, ya te estás levantando de ahí. Mi puto perro se quiere dormir.".-Dijo el mayor hijo de puta del mundo tirándome con algo.

____:"Vete a la mierda capullo.".-Dije intentando levantarme de aquella mierda de ¿cama de perro?

-.¿Qué hago en una cama para perros?.-

Bah, da igual. Intenta salir de aquí _____. Pero ya.

Consigo estabilizarme una vez de pie, y lo primero que noto al levantarme es que todavía tengo una jeringuilla en el brazo...

Me la quito con sumo cuidado y la tiro en algún lugar de aquella horrible, oscura, sucia, apestosa habitación en la que me encontraba.

También tenía toda la ropa llena de vómito, bueno...Ropa....Si a esto se le puede llamar ropa... Era un top, que me quedaba pequeño, ya había recuperado parte del cuerpo que tenía hace 4 años y cinco meses y medio, y una "falda" que ni era falda ni nada. Era una puta tira de tela de charol alrededor de la cintura tapando un poco del culo y lo justo para que el coño no se viera.

El vómito no sabía si era mío, pero ya daba igual, estaba aquí.

Salí de allí como pude, intentando no pisar ninguna botella, ninguna jeringuilla, a ningún gordo seboso. Intentando no pisar algo que me retuviera allí por más tiempo.

Llegué a la puerta y la abrí para salir déjandola abierta y empezar a arrastrarme escaleras abajo.

Ya no tengo teléfono, ya no tengo algo de valor. Bueno sí, mi casa, pero gracias a dios las llaves las tiene Alice y hace mucho tiempo que ni siquiera sé volver a mi casa.

Os cuento así por encima que pasó después de llegar aquí a New York. Al final decidí darme un tiempo para mi aprovechando mis ahorros, así que dejé de trabajar. Me pasé en casa una buena temporada, sin salir para nada, metida en mi habitación todo el día con las persianas hasta abajo, la luz del sol no la ví, solo me levantaba por las noches para coger una botella de Jack Daniel's e irme a la habitación esa de las fotos, abrir el armario, sacar la puta caja que contenía los únicos recuerdos visibles de lo que había sido la vida más maravillosa que jamás tendré para llorar y llorar. Para beber y beber mientras miraba todas las fotos de nosotros juntos una y otra vez. Cuando pensaba que era por la mañana, me levantaba de aquel suelo frío y me iba a pasar la resaca a la cama.

Así me tiré un buen tiempo como os he dicho, hasta que un día Dev me vino a hacer una visita.

Estuvimos hablando, y me convenció para salir, para que me diera el aire, para empezar en condiciones mi nueva vida. Pero no fue eso exactamente lo que pasó.

Lo que pasó es que me aficioné demasiado a salir, a beber, a....A drogarme. Me daba todo igual. Era mi vida lo único que tenía, y en esos momentos pensé en que era mía, yo era su única dueña y que podía hacer con ella lo que me diera la gana, y eso hice, y se me fué de las manos.

Salía y cuando terminaba la noche quería más. Necesitaba seguir bebiendo y pinchándome para poder seguir viva. Eso era lo que pensaba. Me he gastado todo lo que tenía en comprar de todo tipo de droga, desde porros y cocaína a crack, de todo lo que os podaís imaginar, todo eso ya me lo he metido yo en el puto cuerpo.

Y como me quedé sin dinero y con ganas de más, decidí que sería buena idea volver a trabajar. Obviamente no de fotógrafa, no quería arruinar aquello que dejé cuando estaba en lo más alto. Acabé en un puto prostíbulo de mala muerte en el sur del Bronx.

Las pierdo. ||Sam Wilkinson y tú|| #Wattys2015Donde viven las historias. Descúbrelo ahora