Dentro de las frías paredes de un internado, en medio del silencio y la melancolía, dos chicos yacían sobre las llamas del destino escrito con un par de desatinos y la sombra de los rumores.
Park SungHoon era misterioso e intrigante, para muchos era...
Durante el alba de un nuevo día, un edificio entero despertaba del sueño al que, por voluntad, se habían sometido.
El día había llegado, un cumpleaños Wonietástico según lo escrito en la nota de invitación para Jake para partir la pequeña tarta junto a JungWon en el comedor por la tarde. Jake estaba ansioso de entregarle a JungWon la carta que había escrito para él durante la noche. Nunca fue bueno con las palabras, pero era amante de los detalles, nunca faltó un regalo para sus seres amados en días especiales.
Sus actividades sabatinas comenzaron limpiando el desastre que había provocado con anterioridad al intentar hacer un trozo de papel algo más hermoso y memorable que eso.
⏤Jake, ¿podrías ser menos ruidoso? ⏤SungHoon reclamó aún dentro de sus sábanas sin siquiera abrir un poco los ojos por la luz matutina que lo irritaba. Shim jamás no notó lo ronca que podría ser su voz al despertar y cuando por fin lo hizo, sintió escalofríos recorrer su espalda.
⏤Lo siento.
SungHoon se dio la vuelta aún recostado para pronto volver a dormir. Jake rodó los ojos, ya tenía su ropa lista para solo salir a darse una ducha e ir a desayunar. Despertar tarde el fin de semana lo hacía tener energía de sobra, pero al parecer eso no era favorecedor para SungHoon, que mantenía su cabeza pegada a la almohada deseando que el día terminará pronto para no ver por todos lados sonrisas y alegría gracias a cierto chico cumpleañero.
JaeYoon siguió su rutina normal hasta que llegó la hora libre. Buscó en su mochila la carta que había hecho y la colocó en el exterior. SungHoon lo miró con desagrado y los brazos cruzados desde su espacio de la habitación fingiendo no notar la felicidad que desprendía Jake de orgullo. Sentado con sus piernas estiradas sobre el colchón, viró la vista apunto de salir corriendo de aquel dormitorio.
⏤Sé que no te sientes cómodo el día de hoy. En cuanto vuelva haré que te sientas mejor ⏤comentó Jake cerrando su mochila con sus colores y marcadores dentro. SungHoon lo miró con el seño fruncido durante un buen rato mientras el mayor ordenaba todo a su alrededor y se ponía de pie para mirarle a los ojos⏤. SungHoon se ve lo suficientemente lindo enojado ⏤canturreó danzando de lado a lado en camino a la puerta de la cual, tomó la perilla sintiendo la frialdad de ella retirándose de a poco, no sin antes dedicar una gran sonrisa al menor.
SungHoon se quedó mirando como este partía, aun seguía siendo el portador de una mueca de infelicidad. Al oír el sonido que ejercía la puerta al cerrar, se levantó dejando de lado los apuntes que tenía en su regazo para acercarse a su mesita de noche y sacar un trozo de espejo roto que estaba ahí desde el día que entró por primera vez a la habitación.
Se miró con el mismo semblante con el que miraba a Jake.
⏤¿Suficientemente lindo, eh? ⏤levantó su comisura labial derecha formando el mohín más despreciable antes sus ojos consiguiendo un vergonzoso arrepentimiento, se había sonrojado y lo que menos quería era que su expresión pudiera asemejarse a una sonrisa.
Volvió a guardar aquel pedazo de espejo en la mesita y acto seguido se tiró a la cama quejándose y aterrizando con su rostro en la almohada. Ni siquiera ese golpe dolía tanto como la frustración en su pecho.
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
