Dentro de las frías paredes de un internado, en medio del silencio y la melancolía, dos chicos yacían sobre las llamas del destino escrito con un par de desatinos y la sombra de los rumores.
Park Sunghoon era misterioso e intrigante, para muchos era...
El de piel de pálida se quedó sin palabras sentado en su cama mientras llenaba con color un dibujo que había hecho durante las clases a escondidas de los profesores. No estaba de humor para intentar explicar lo que había sucedido, resultaba exasperante y se sentía tan decepcionado y agobiado. Ni el dolor en su espalda era lo suficientemente intolerable como el peso de sus emociones.
⏤Es una mierda ⏤murmuró JongSeong recargado en la pared frente al menor con las manos en sus bolsillos.
SungHoon siguió iluminando aquel pequeño niño jugando con una pelota. Algo que consideraba uno de sus pocos talentos era su habilidad en el dibujo, como si hubiera entrenado toda su vida hacerlo, aunque fue un pasatiempo que se convirtió en algo más que eso mientras mataba horas en el internado hasta que pudiera dormir y encontrar serenidad en sus sueños. Hacía que su corazón doliera menos. De repente la punta del color amarillo se rompió, SungHoon suspiró y miró con desinterés a JongSeong que estaba a solo pocos metros lejos de él, no muchos segundos después comenzó una estrambótica pelea de miradas a la que él de tes clara renunció tan pronto como sintió su firmeza flaquear.
Ambos permanecieron en silencio y no haciendo algo más que coexistir, empero buscaban razones para alejar la incomodidad del aura con el inconveniente que ninguno quiso ceder.
Hasta que fue Park mayor quien carraspeó y casi por obligación dio tres pasos lentos al menor quien lo miró como si pudiera hacerle daño.
⏤Tú no decidiste ser encerrado en un lugar en el que nadie aceptaría lo que realmente eres y te juzgaría por los errores de tu familia ⏤masculló frunciendo sus labios tambaleándose sobre sus talones sin siquiera dirigir su mirada a quien dedicaba sus palabras. SungHoon, por su parte, sentía que su respiración comenzaba a perder su ritmo regular⏤. Al menos no todos te odian, supongo.
⏤Todos piensan que soy una mierda.
⏤Yo no te odio ⏤susurró, poco después fingió tener un ataque de tos. SungHoon mordió sus labios⏤. Han pasado tantas cosas.
El menor cerró la libreta donde se encontraba su obra y posteriormente la dejó dentro de la mochila negra que estaba a un costado suyo, hizo los mismo con los colores que había ocupado dispuesto a partir.
⏤Hey, ¿ahora qué haces? ¿Acaso no puedo hablar ni un segundo bien contigo?
⏤No puedes, ni podrás entenderlo ⏤gritó. Su conciencia comenzó a picar su cerebro, suspiró en tanto que se ponía de pie y JongSeong miraba cada uno de sus movimientos como si quisiera entender que decía solo con leer sus comportamientos⏤. No insistas.
Debido al movimiento de ponerse de pie, sintió un poco de molestia en su espalda alta lo cual lo hizo soltar un leve gemido de dolor.
⏤¿Estás bien? ⏤inquirió como reacción inmediata acercándose intentando tomar una de las manos de SungHoon.
⏤¡No puedes tocarme!
⏤Solo quiero ayudarte. No puedes ser tan quisquilloso siempre.
⏤No desperdicies tu tiempo.
Park mayor estaba molesto y no tardó en expresarlo. SungHoon trató de convencerlo con varias excusas y palabras poco creíbles, al ver que eso no estaba siendo suficiente, caminó hacia la puerta para salir lo más rápido posible.
No quería explicar por qué se merecía aquel golpe en su espalda.
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