XIV. Hope

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Según los reportes del área médica y de los especialistas de contención el ente anómalo estaba inconsciente desde su recuperación en la celda de SCP-035. Pero ahí frente a él, 049 aparentaba estar despierto, sentado sobre la cama, encorvado, los brazos encadenados al barandal de la cama y sus manos cubiertas con gruesos guantes de carnaza.

049 mantenía la vista fija hacia el frente y a parte de su respiración no podía escuchar ningún otro sonido.

Vélez se aclaró la garganta, pero el médico de la plaga lo ignoró.

—SCP-049, esto es una entrevista para esclarecer los eventos concernientes a tu último intento de fuga.

El investigador no recibió respuesta, tenía entendido que 049 era cooperador, pero el ente no parecía querer hablar.

—¿Cuál es tu relación con SCP-035? —insistió —¿Cuáles son tus intenciones al apropiarte de la máscara?

Vélez ansioso por obtener respuestas se acercó a 049, miró su rostro con detenimiento, enmarcado con sangre seca y huesos rotos, la larga cicatriz en su mandíbula y los ojos azules, carentes de luz perdidos en la distancia. El investigador sacó una pequeña lampara de su bata y manteniendo su distancia, dirigió la luz a los ojos de 049. La pupila se contrajo, pero la mirada se quedo fija en un punto indeterminado.

—Parece estar en un estado catatónico —dijo Vélez por el radio —no tenemos tiempo y necesitamos respuestas, preparen el equipo de terapia de electrochoque.

—A la orden —respondió la voz en la línea —el doctor Eckhart ha despertado esta en el cuarto de interrogatorios número 23.

—Eckhart.

El doctor Vélez de nuevo miró a 049 y se encontró con los ojos azules del ente clavados en él.

—SCP-049 ¿Puedes escucharme?

—Quiero ver a Eckhart —las palabras salieron de sus labios como una súplica.

—La situación de Eckhart es complicada, yo estaré a cargo de las investigaciones por el momento. Pero ya que lo mencionas ¿Qué papel juega Eckhart en esta brecha?

Vélez necesitaba con urgencia respuestas y aparentemente solo 049 y Eckhart las tenían, sin embargo, el médico de la plaga desvió la mirada lentamente.

—Quiero ver a Eckhart —repitió con voz pausada y clara, totalmente carente de emoción.

—Eso no será posible. Si tienes algo que declarar, será ante mí —respondió Vélez sintiendo la frustración creciendo dentro de su pecho.

—Ahora responde ¿Cuál es tu relación con la máscara de porcelana? ¿Qué pretendías hacer con ella? ¿Esta vivo? ¿Qué conexión tiene con Eckhart? —el doctor Vélez preguntó de nuevo, pero 049 ya no emitió ningún sonido.

—Está bien, esperemos que la terapia de electrochoque te afloje la lengua —dijo Vélez respirando profundamente y salió de la celda de contención disimulando su enfado frente a los guardias que lo esperaban en el pasillo.

Luego, las luces se apagaron y en la oscuridad 049 contempló el vacío a su alrededor y a su mente vino la imagen de Eckhart.

Eckhart.

¿Por qué tenía la necesidad de verlo?

No era solo por que presentía que el sabía mas cosas de las que aparentaba. También le preocupaba el castigo al que lo sometería la fundación, fuera o no su cómplice en lo que ellos llamaban brecha de contención. Pero, sobre todo, simplemente quería ser escuchado, liberarse del nudo en la garganta y tal vez recibir algún consejo.

Y para eso, solo podía confiar en Eckhart.


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Capitulo cortito, por que tengo muchas cabos sueltos que atar y no se que estoy haciendo.

Gracias por leer y comentar!

Saludos.

Contigo Hasta El FinalDonde viven las historias. Descúbrelo ahora