De la casa de enfrente salí a las 10:00 am. Esta vez no me interesó ser visto. Ya no tenía nada que perder.
Traía solamente el short puesto. Mientras caminaba descalzo hacia mi casa, pensaba en toda mi vida.
— Habían pasado varios años desde el día que entré a la casa de Ramón, para que toda mi realidad se tornase oscura. En la casa de enfrente asesiné a quien imaginaba que mató a mi madre. Conviví con mi tía, la peor enemiga que pudimos tener mis padres y yo. Vi por primera vez a mi padre, sin tener noción de quien era en realidad. En aquella casa, también enterré a mi tía, a mi madre y luego, al vecino que tan cruelmente mintió. Pero a mi modo, hice justicia. — pensaba constantemente y las lágrimas corrían por mi rostro.
Entré por la puerta delantera de mi hogar, llegué hasta el baño y tomé una ducha. Al concluir, fui para mi cuarto, me vestí con la ropa más elegante y calcé los mejores zapatos. Me rocié perfume, me peiné. En ese entonces, era todo un galán.
Seguidamente caminé para la cocina, tomé un tanque de petróleo y fósforos.
Exactamente, a las 11:00 am, encendí fuego por todo el alrededor de la casa de enfrente. En cuestiones de segundos, toda la vivienda se desplomó en pedazos.
Arrodillado en la acera, reía sin parar y miraba al cielo. Todos los habitantes de mi barrio, me observaban asombrados.
Sabría que en poco tiempo, la policía y los bomberos llegarían.Así sucedió. Pasado 10 minutos de caer la última madera de la casona, llegaron las autoridades. Lo que no imaginaba era, que esta vez, mi padre vendría con ellos.
Me arrestaron por matar a mi tía, fue lo que Manuel les dijo, para evitar ir a la cárcel.
— Pagaré una condena que no cometí, pero todas las pruebas indican que soy el culpable. Mis huellas están en el cuerpo de Juana, yo la enterré. Así que, padre mío, te libero de toda responsabilidad, eres cobarde. Un día me vengaré de ti. — le dije con la mirada fija, enfurecido antes de montarme en la patrulla.Fui condenado nuevamente a 50 años de prisión. Me culparon por la muerte de Javier, Juana y mi madre, además, por incendiar la vivienda.
Hice entrada en la cárcel para hombres como todo un galán de telenovelas, vestido elegante, emperfumado y con la historia más fuerte que jamás se haya contado.
FIN.
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En la casa de enfrente
Mystery / ThrillerDavid un joven de 22 años. Desde pequeño se mudó a La Habana con su madre después de la separación de sus padres. Para sorpresa de él, al llegar al nuevo barrio, un señor mayor los recibe de la forma menos esperada. En ese entonces, se desatan una s...