Lo dudó un momento, en realidad no conocía esas tierras, ni siquiera tenía una conciencia exacta de en qué parte del bosque se encontraba. Era mejor confiar en él, al menos hasta salir de ahí, después podría apuñalarlo por la espalda o algo y escapar con el bebé, cumplir su promesa e ir a vagar los años que aún le quedaban de vida.
Anduvo detrás de él, luego de recoger sus pertenencias, sin soltar al pequeño que aún le miraba con una tierna sonrisa.
Free andaba con cuidado, sabía que alguna de las ideas que tenía en mente Shu podía ser escapar o, en los peores, casos matarlo. Miró por varias direcciones, pasando su vista por un pequeño camino que él mismo había marcado desde su palacio hasta ahí donde estaban las ilusiones y hacían ver al bosque enfermo y de manera aterradora.
—Apresúrate—llamó la atención de estos dos, que parecía que estaban perdidos en sus pensamientos.
Mantenía su distancia mientras le seguía, además de que también trataba de echar un ojo al estado del bebé.
Soltó un bufido ante la nueva orden, pero igual avanzó, dando un par de caricias en la cabecita del niño.
—¿Vamos a cruzar por ahí?—inquirió señalando el lúgubre pasadizo.
—¿Tienes algún problema con ello?—Al principio era sarcasmo, pero al ver que tenía al bebé, debía dispersar un poco las ilusiones, aunque luego las volvería a poner—Solo dame un momento.
Asintió, cubriendo al bebé con la manta que llevaba, de tal modo que sólo pudiera ver su rostro. Le sonrió levemente.
—Pronto te llevaré a casa…—prometió Shu, jugando un momento con él, dándole uno de sus dedos.
Luego recapacitó en lo peligroso que sería encariñarse con el infante, y quitó su mano.
Free por su parte empezó a decir un par de palabras y al hacerlo una especie de magia se desprendió de su bastón, de un color amarillo opaco que comenzó a dejar ver las hermosas flores y los animalitos de otras especies que estaban ahí corriendo libremente.
—Vamos, tú adelántate—su viajé sería algo largo, él lo sabía, no por nada el bosque abarcaba muchas hectáreas y descubrir de dónde era el menor sería un arduo trabajo, aunque antes tenía que ir con el consejo para hablar de la ley que habían roto.
Aún con sus dudas sobre eso, Shu le hizo caso, avanzando junto al bebé. Sería problemático si comenzaba una pelea debido a la poca confianza que se tenían.
Imaginó que el camino los llevaría a la salida, y ya de ahí él podría buscar por su cuenta.
—"Pero ni siquiera sé dónde está, el mundo es muy grande, y este país poco menos… ¿Qué se supone que haga?"—pensó, soltando un suspiro—. "Las personas siguen molestas, así que no puedo pedir direcciones… Qué problema…".
Mientras avanzaba, pudo ver por el rabillo del ojo que, el bonito panorama que hace poco se había distinguido entre todos los colores opacos, ahora se cubría de grisáceos colores monótonos y detrás él venía Free de nueva cuenta, cubriendo con su magia dicho camino.
—"¿Ahora qué hago contigo?"—se preguntó el blondo viendo de reojo como caminaba lentamente el albino, si una criatura los veía estarían en problemas.
Se quitó su capa y la colocó encima de estos así pasaría desapercibido.
—Es para ocultar tu esencia—comentó Free con vergüenza viendo a otro lado, dejando al intemperie aquella prenda que cubría muy poco su pecho.
—Bien, solo no me toques…—respondió de igual forma. Al parecer empezaba a bajar un poco su guardia.
Siguieron avanzando otro poco.
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𝐃𝐨𝐧𝐝𝐞 𝐨𝐜𝐮𝐫𝐫𝐞 𝐥𝐚 𝐦𝐚𝐠𝐢𝐚
FanfictionUna colaboración con @Mei_Papita. ✧ Un encuentro inadvertido, derivará en la mayor aventura de sus vidas. __________________________________________________ • Fanfic de la serie manga/anime Beyblade Burst, los personajes perten...