22

2.7K 422 112
                                    

Al siguiente día Yibo despertó gracias a los toques en su puerta. Se levantó para abrir y allí se encontraba su Jie vestida de negro.

— Cachorro, ¿Por qué no te has vestido?, debemos irnos — dijo entrando a su cuarto para comenzar a buscar su uniforme militar negro de parada.

— ¿Vestirme? ¿Para qué? — preguntó confundido.

La mujer detuvo sus movimientos para mirar fijamente al castaño.

— ¿Cómo que para qué?, el funeral de Zhan, tú eras su novio, tienes que-

— Soy, Jie... Soy su novio... Y no voy a ir a un funeral porque a mí nadie se me ha muerto — dijo calmado mirando la foto en su escritorio.

"Él volverá"

— Hijo... No se que tanto te habrá afectado la noticia, pero sus compañeros vieron como moría, la confirmación llegó al cuartel, nadie puede sobrevivir a una explosión tan grande — dijo con un tono suave y delicado.

— Jie... Él va volver... Tiene que cumplir su promesa, no puede dejarme solo — dijo con lágrimas empezando a llenar sus ojos y una falsa sonrisa.

— Cariño, no lo obligues a ir... Está dejando en claro que no está dispuesto a aceptar lo que dices... Solo déjalo ser — habló Calvin desde la puerta.

— Si necesitas algo solo llámanos ¿Sí? Vendremos — Yibo asintió y la pareja se fue dejándolo solo.

El castaño volvió a acostarse a su cómoda cama, él sueño lo mataba y quería dormir unas horas más para compensar que últimamente se dormía tarde y despertaba muy temprano, pero no podía dormir gracias a la molestia que le provocaba las puertas abiertas de su armario. Se levantó cansado y al momento de querer cerrarlas su vista quedó fija en un conjunto de ropa en específico, una camiseta verde militar y un calentador negro, acercó su mano haciendo que sus dedos rosen las telas y un recuerdo llegó.

《— Usa esto... Báñate tú primero ¿Sí?

Sus labios se curvaron en una pequeña sonrisa.

— Volverá — dijo para luego retirar su mano y cerrar las puertas.

Yibo era fiel creyente de que las promesas, eran promesas y debían cumplirse. De que nadie promete nada sin ser consciente de que podrá hacerlo. Creyó en Zhan, él lo prometió y él cumplirá.









— ¿Ma... Era necesario traer al doctor Cheng? — preguntó con algo de molestia en su tono.

Sus vacaciones fueron arruinadas por el sabor amargo de haber llegado a su casa y lo primero en encontrarse al abrir puerta fue al amigo psicólogo de Xiao Zhan, a sus amigos y sus ahora padres.

— Yibo... No es que nadie no te comprenda.

— Yo no he dicho eso.

Todos suspiraron al unísono.

— A lo que me refiero, es a que, tu tal vez no te das cuenta, pero es posible que hayas desarrollado depresión por la noticia de-

— ¡¿Pero de que está hablando?! — preguntó ya irritado por toda la situación.

— Yibo-

— ¡Yo sé perfectamente que bien! ¡El hecho de que diga que creo que Zhan aún este vivo no significa que este entrando a la locura! ¡¿Qué le pasa?! — reclamó enojado.

— Yibo, cálmate. Pero estás creando escenarios en dónde Zhan vuelve. Estás imaginando una realidad alterna para escapar del dolor de su muerte... Zhan murió en esa explosión, y tienes que aceptar la realidad.

Yo No Sigo Ordenes Capitán • [ZhanYi]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora