Cuarenta minutos fue el tiempo que duró el recorrido antes de que se detuvieran. Yibo miraba fascinado a su alrededor, árboles muy altos, viento fresco que no llegaba a calarle los huesos.
El verde de la flora, siendo acompañado con algunos otros colores gracias a los colores de las florecitas, el celeste del cielo. Antes no entendía, o más bien, miraba como bicho raro a su Ge cuando lo escuchaba decir que podía oír a la naturaleza.Ahora podía entenderlo, realmente estaba escuchando la naturaleza y era hermoso.
— Lamento arruinar tu apreciación de la naturaleza pero, todo esto que estás viendo, es solo una fachada, en las noches... — el rostro de Zhan cambió, de sonriente y brillante, a frío y oscuro. Esto hizo que la pequeña sonrisa del menor fuera desapareciendo poco a poco. — No es tan seguro como parece... Las almas en pena de este bosque vendrían en manadas por los nuevos visitantes... Solo... para obtener... un poco de él — dijo lentamente y su voz tan suave que te erizaba la piel.
Yibo bufó girado su rostro.
— ¿Señor, no cree que es infantil de su parte intentar asustar a su menor con historias de fantasmas? — preguntó con gracia.
— El capitán no miente, niño.
Escuchó ese susurro muy cerca de su oreja, y cualquiera que hubiera escuchado el grito dio el castaño, hubiera jurado que era una mujer. Pero no, ese grito tan fuerte y agudo fue resultado del susto de Wang Yibo. Sus pies ágiles dieron un brinco hacia el torso del mayor aferrándose cuál koala al cuello ajeno.
¿Estaba temblando?, Sí. ¿Tenía miedo?, También. Pero rápidamente su ceño se frunció levemente en señal de confusión. ¿Se estaban riendo? ¿Acaso se estaban burlando de él?
Sacó su rostro de su escondite, el pecho del capitán, y lentamente subió su mirada. El capitán Xiao Zhan reía a carcajadas, mientras sentía como este lo abrazaba impidiendo que cayera o se soltara de su agarre. Y nuevamente se escondió en el pecho del mayor.— Niño, relájate, solo fue una pequeña broma, ¿Cierto Boss? — habló unos de los hombres después de calamar su risa.
— Mhn, solo fue una broma de mis hombres, relájate — dijo palmeando su espalda para que se soltara, pero no lo hizo.
— Bien, bien. Los veré en un momento... — y los hombres se alejaron. — Yibo, ya puedes soltarme, solo fue una broma.
Y ahora fue 'su' sonrisa la que fue desapareciendo. ¿La razón? Yibo parecía estar llorando, el ligero temblor en su cuerpo, la manera en cómo se mantenía aferrado a su cuello, y el cómo intentaba esconder su rostro en su pecho.
— ¿Yibo?... Hey, ¿Qué sucede? ¿Qué tienes? Yi-
— ¿Era necesario hacer eso?
Escuchó el pequeño susurro tembloroso del menor.
— ¿E-era necesario hacerme esto? — está vez, fue un sollozo que lo preocupó.
— Yibo, ¿Qué pasa? — preguntó.
Ya no era divertido, no lo era para nada. Al estar cerca de su Jeep, se acercó a él rápidamente abriendo la puerta.
— Hey, hey... Siéntate un momento — dijo, dejando al menor en el asiento, pero simplemente no se soltó.
— Yibo, dime qué sucede por favor — pidió correspondiendo correctamente al abrazo.
Escuchar como su pequeño sollozaba con la cara oculta en su pecho, sentir como temblaba bajo sus brazos, se sintió mal, se sintió muy mal.
— Lo lamento... Lo lamento tanto. No debí jugarte esa broma, lo siento.
Acariciaba su espalda repartiendo algunos toques en la cabeza del castaño. Suspiró reprochandose decenas de veces por haberle jugado una broma a alguien que cargaba consigo y en silencio un trauma que no sabía qué tan fuerte era.
ESTÁS LEYENDO
Yo No Sigo Ordenes Capitán • [ZhanYi]
Hayran KurguXiao Zhan, un capitán estricto, frío y serio. Wang Yibo, un jóven terco, engreído y arrogante. La paciencia de Xiao Zhan se pondrá a prueba cuando le informen que tendrá que hacerse cargo de un caso especial. Wang Yibo aprenderá lo que las palabras...