01 (editado por segunda vez Jaja)

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"Padre, renuncio al manto de Robin en este preciso momento", confesó Damian tras concluir su informe, sus ojos reflejando una mezcla de determinación y desesperación.

"¿Qué?" soltó Bruce, sorprendido, mientras sus cejas se fruncían en una expresión de confusión.

"¿Dami, estás realmente seguro?" preguntó Richard, sus manos ansiosas jugueteando con el borde de su capa, revelando una preocupación palpable.

"¿Qué demonios estás planeando?" cuestionó, mirándolo con intensidad, como si tratara de descifrar sus pensamientos más profundos.

"Nada, simplemente estoy exhausto", suspiró Damian, desviando la mirada brevemente. "Pensé que te gustaría la idea, Drake."

"Está bien, ve a descansar, Damian", ordenó Bruce, aunque su rostro mostraba indiferencia, sus ojos revelaban un atisbo de decepción.

"Sí, padre. Buenas noches", se despidió Damian, pero en su voz resonaba una melancolía que no podía ocultar, como si hubiera dejado más en el aire de lo que estaba dispuesto a admitir.

Subió a su habitación, y al entrar, agarró su celular para enviarle un mensaje a Colin, explicándole lo sucedido.

Se dejó caer en su cama, permitiendo que el cansancio actuara por sí mismo, como si cada fibra de su ser estuviera agotada no solo física, sino también emocionalmente.


Damian fue sacudido por el sonido insistente de su teléfono a las 4 am, y al contestar, una mezcla de sueño y molestia se reflejaba en su voz.

"¿Hola?"

"¡¿Dejaste el manto de Robin!?" exclamó Jon, más impulsivo que nunca.

"Bueno, espera un segundo. ¿Me llamaste a las 4 am, en un día de escuela, mientras estaba durmiendo, solo para preguntarme acerca de Robin cuando pudiste hacerlo en la escuela?"

"Lo siento, es solo que Colin me contó y..."

"¿Quieres que hablemos ahora o nos esperamos a la escuela?" interrumpió Damian, tratando de entender el motivo de esa llamada intempestiva.

"Nos esperamos, lo siento, Dami", respondió Jon, notándose una especie de frenesí en su tono.

"No pasa nada", suspiró Damian, resignándose a la situación. "Nos vemos en un rato, chao." Cerró el teléfono con un suspiro, dejando entrever un atisbo de agotamiento y confusión ante la repentina sacudida en su tranquilidad nocturna.


Se quedó un rato más, sumido en pensamientos caóticos. Había renunciado a su vida como Al Ghul y ahora dejaba atrás la identidad de Robin. La dualidad de sus elecciones lo envolvía en una nebulosa de incertidumbre.

No perseguiría más el amor de su familia; estaba agotado de esa búsqueda. Quizás ahora buscaría amistades en las que pudiera confiar o simplemente buscaría su propia felicidad.

Anhelaba divertirse, explorar posibilidades que su papel como líder de los Titanes, ya sea como Robin, Al Ghul o Wayne, le había prohibido. ¿Estaba seguro de mandar todo a la mierda? No. ¿Lo haría de todas maneras? Sí.

Mañana marcaría el inicio de su nueva etapa como un adolescente rebelde pero inteligente. Anhelaba que todo saliera bien, aunque la incertidumbre pintaba su camino con una mezcla de emoción y temor.

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